En medio de la crisis del Golfo Pérsico, el viernes 12 de octubre de 1990, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, condenó a Israel por sus actos de autodefensa en reacción a los disturbios árabes y pasó a pedir a Israel que entregue porciones de la Tierra Santa. En esta charla pronunciada por el Rebe al día siguiente de este hecho, el Rebe conecta tanto la crisis del Golfo Pérsico como este llamado a dañar la integridad de la tierra de Israel, con la Redención y observa incluso el segundo acontecimiento negativo como una señal de la Redención.
En nuestra época, milagros y maravillas suceden alrededor del mundo. Esto incluye grandes maravillas y no sólo de una forma que estos milagros son sólo discernibles para Di-s, “Quien obra grandes maravillas solo” y donde “el beneficiario no reconoce el milagro”, sino también de una forma abierta a los ojos de todos, lo que constituye un modelo, analogía y preludio de los milagros y maravillas de la Redención futura, que llega de forma inminente, sobre la cual está dicho: “Como en los días de tu salida de Egipto Les mostraré maravillas”.
Por ejemplo: