En un año embolismal, Purim se celebra dos veces: En Adar Rishon y en Adar Sheni. En el segundo Adar cae el Purim habitual y en el primer Adar celebramos un pequeño Purim, Purim Katán, llamado así porque no observan las Mitzvot de la festividad, sino que sólo se alegran un poco en ella, algo similar al Purim normal.
Sin embargo, para los jasidim de Jabad, Purim Katán tiene un gran significado. Un día como hoy, hace 32 años, el Rebe Lubavitch repartió un cuadernillo con contenido jasídico a las miles de personas presentes en su lugar sagrado y unos días más tarde sufrió un derrame cerebral grave.
Este cuadernillo fue uno de los últimos fascículos de enseñanzas de la Torá, que el Rebe distribuyó. Aunque el Rebe salió al público después de esto, e incluso durante más de un año alentó la difusión del anuncio de la Redención, sin embargo, no volvió a compartir de forma oral enseñanzas del Jasidismo. Por lo tanto, es natural que la mirada hacia el fascículo de Purim Katán, sea como una Torá que el Rebe nos transmitió intencionalmente, en especial, durante un período en el que no se escucharon más sus palabras de Torá.
La idea principal del fascículo, es el análisis de la profunda afinidad espiritual que existía entre Moisés y todo Israel en su generación, y demuestra cómo de esta afinidad dependía el grado de fe del pueblo. Más tarde, cita del libro del Zohar, la afirmación cabalística, de que en cada generación hay una figura en la que reside el alma de Moisés y que desempeña la función de Moisés. Es decir, mantiene la misma afinidad espiritual con todo el pueblo. Lo que básicamente significa que a lo largo de las generaciones, la fe judía depende de la conexión con esta figura.
El momento en que el Rebe eligió distribuir estas palabras a cada jasid, plantea a primera vista un gran signo de interrogación. Los sabios enseñan que los tzadikim saben muy bien lo que les está pasando y lo que les va a pasar. Por lo tanto, el Rebe sabía muy bien lo que iba a pasar con él. El Rebe sabía que dentro de unos días dejaría de pronunciar las palabras de la Torá y así se desconectaría, aparentemente, de su papel como alimentador de la fe y precisamente en este momento, él grabó en la mente de todo jasid, el conocimiento de que el grado de su fe depende de su apego a él, a aquel que en nuestra generación cumple el papel de Moisés. ¿Para qué? ¿Qué sentido tuvo repartir dicho fascículo en un momento como este?
La conclusión inevitable es una, y ésta surge de hecho, del estudio correcto del fascículo: El Rebe nunca se separó de su papel de alimentador de la fe. La alimentación de la fe de Moisés y de aquellos que ocupan su lugar no depende de decir las palabras de la Torá, sino que es el resultado de una profunda conexión espiritual entre ellos y el conjunto del pueblo de Israel en su generación. La presencia misma del alma de Moisés en la forma que sea, produce efecto en cada situación, en los miembros de la generación y alimenta su fe.
Sin bien, quien está interesado en nutrir más su fe, debe fortalecer su conexión con el Moisés de su generación, por medio de estudiar las palabras de su Torá y cumplir lo que está escrito en ellas, sin embargo, por parte del Moisés de la generación, existe dicha nutrición incluso si el "Moisés" no pronuncia palabras de la Torá.
El Rebe nos preparó, en especial, para este momento, en el hecho que nos instruyó que pase lo que pase, él seguirá alimentando nuestra fe. Quien quiera que su fe sea aún más profunda y firme, que mejore en identificar su conexión con el Rebe, estudiando su Torá y siguiendo sus enseñanzas, pero del lado del Rebe existe esta alimentación de fe, en cualquier situación y circunstancia.
Una cosa es cierta: No hay duda de que cuando uno escucha palabras nuevas de la Torá de boca del Moisés de la generación, la fe aumenta y se vuelve mucho más fuerte. Y de hecho, deseamos esto en cada momento: Deseamos la revelación del Moisés de nuestra generación, la última, la revelación del Rey Mashíaj, una revelación que nos transformará en la primera generación de la Redención y volcará sobre nosotros una "nueva dimensión de la Torá", de inmediato.