La Dra. Aielet Erez tuvo una doble formación profesional: Como pediatra y como científica en el campo de la genética. Durante la investigación posdoctoral de la Dra. Erez, vino al hospital, un niño que padecía una rara enfermedad genética provocada por la falta de una enzima responsable en la creación de una sustancia biológica vital. El niño llegó en estado grave y padecía una alta presión arterial que no respondía a la medicación.
La conexión entre la deficiencia de la enzima y los síntomas que el niño padecía era un misterio, y los médicos eran impotentes ante la situación. Lo que sucedió a continuación fue un buen ejemplo del poder de asociación entre la investigación científica y la medicina: La Dra. Erez pudo crear un modelo de la enfermedad en ratones y descubrió que la enzima faltante está involucrada en la producción de otras sustancias, incluida la producción de óxido de nitrógeno. La falta de esta sustancia provocó los síntomas graves. Posteriormente, el niño fue tratado con un suplemento nutricional simple que contenía la sustancia e inmediatamente bajó la presión arterial del niño a límites normales. "Fue la combinación de la clínica y la investigación lo que condujo al éxito y me dio una gran satisfacción personal, como doctora, como científica y como madre", dijo la doctora que continúa combinando el trabajo de investigación en el Instituto Weizmann con su trabajo como doctora en el Centro Médico Sheba.
La cooperación es la base del método científico actual. Los biólogos colaboran con los expertos en informática y producen biotecnología médica, que hoy ya no es posible no contar con ella. Los matemáticos también están trabajando con intensidad en el descubrimiento de algoritmos que sean adecuados para la investigación médica. Los físicos trabajan en computación genética y los ingenieros de inteligencia artificial extraen información de los estudios neurológicos sobre robótica. Casi no hay área científica "pura" que no colabore y se asocie con una variedad de direcciones de pensamiento y conocimiento de campos completamente diferentes.
Hoy en día, está claro para todos, que se necesita saber todo sobre todo para tener éxito, en cualquier campo. La ciencia posmoderna gira y en cierto sentido vuelve al modelo de la ciencia antigua, que presentaba al científico clásico como una combinación de médico-artista-filósofo-astrónomo-músico. Lo que se llama en el lenguaje del Talmud "Ish Eshkolot", "El hombre que todo lo sabe", el "sabelotodo".
Este desarrollo es sorprendente, ya que ocurre después de más de doscientos años, en los que las áreas de especialización se reducían a medida que la ciencia se desarrollaba y el flujo de información se intensificaba.
Pero lo cierto es, que este desarrollo no es realmente sorprendente. El interior de la Torá que es la Torá del Jasidismo de Jabad, describe un estado maravilloso de conocimiento infinito y todo-inclusivo al que pronto todos estaremos expuestos. Una conciencia llamada "Conoce a Di-s" que abarcará al mundo entero. Di-s lo sabe todo, porque en esencia, todo está incluido en Él. A través de conocer a Di-s, también obtendremos información y conocimiento sobre todo.
Esta conciencia colectiva que todo lo sabe y que incluye a todo, estará acompañada de un estado emocional de paz absoluta y felicidad infinita, una perfección que está a punto de cumplirse de inmediato.