Ya se cumplieron todas las señales de nuestros Sabios, sobre el final del tiempo del exilio y sobre el tiempo de la Redención, incluyendo la señal en el Ialkut Shimoni (que se difundió en el último tiempo): “Dijo Rabí Itzjak: El año en que el rey Mashíaj se revela, todos los reyes del mundo se enfrentan uno al otro, el rey de Persia provoca al rey árabe y el rey árabe acude a Aram en busca de su consejo, etc, todas las naciones del mundo se estremecen y se asustan, caen sobre sus rostros y se apoderan de ellos dolores, como los de una parturienta, Israel se estremece y asusta y dice: ¿Hacia dónde vamos, hacia dónde vamos? Y Di-s Les dice a ellos: Hijos míos no teman, todo lo que hice no lo hice sino por ustedes. La última Redención no es como la primera Redención, pues luego de la primera Redención ustedes tuvieron sufrimiento y un sometimiento a las naciones; pero en la última Redención no habrá para ustedes sufrimiento y sometimiento a las naciones, tras ella. (Después continúa en el Ialkut:)
Estudiaron nuestros rabinos, que en el momento en que el rey Mashíaj viene, se para sobre el techo del Beit HaMikdash y le anuncia a Israel diciendo: Humildes, llegó el tiempo de vuestra Redención”.
Que así sea para nosotros, que de entrada no haya de que asustarse, pues ya tenemos la promesa de que “No teman” (las palabras “No teman” son una promesa de que no hay razón de la que temer), llegó el tiempo de vuestra Redención”.
Y que sea así para nosotros, que nuestro justo Mashíaj ya venga en la práctica y ya se pare sobre el techo del Beit HaMikdash, proclame y anuncie, ¡que Mashíaj ya viene! Amén, que así sea la voluntad de Di-s.
(De las charlas del Shabat Parshat Reé, bendición del mes de Elul 5750)