El nivel del océano, que subió 17 centímetros desde 1900, hizo que Estados Unidos perdiera unos veinte metros de su costa este. Pero todo esto es nada frente a lo que va a pasar pronto, con el "calentamiento global" que está cobrando impulso recientemente. El calor del océano está destruyendo la capa de hielo de los polos, Groenlandia y la Antártida, y los expertos hablan de un aumento de al menos un metro entero para finales de este siglo.
200 millones de personas que viven en lugares cuya altura no supera el metro sobre el nivel del mar (incluidas ocho de las diez ciudades más grandes del mundo) tendrán que mudarse. Y todo esto, solo en la primera etapa.
Si todo el hielo del mundo se derrite por completo (como se espera), tiene suficiente agua en él para elevar el nivel del mar ¡al menos sesenta y cinco metros ! Aquí ya hemos perdido el deseo de continuar investigando qué sucederá.
La expansión de los mares y la cobertura de las áreas terrestres con agua, se menciona en nuestras fuentes sagradas como metáfora de alguna de las predicciones de la Redención. No solo en los libros de los profetas, sino también en el libro de las leyes que se considera una de las bases del famoso libro "Shulján Aruj" (de Rabí Iosef Caro), este es la obra maestra eterna de Maimónides, el "Mishné Torá".
En el final y en la cúspide de su gran obra, Maimónides describe un proceso espiritual que abarcará al mundo, que constituirá la perfección de la conciencia plena, proceso que tendrá lugar en el futuro, con la llegada del Mashíaj y cita sobre esto las palabras del profeta Ieshaiahu: “Y la tierra se llenará del conocimiento de Di-s como las aguas que cubren la superficie del mar”.
Es difícil entender hoy lo que significan las palabras "del conocimiento de Di-s". "Conocimiento" no significa información académica o un aumento del poder de análisis del intelecto. Este es un "conocimiento" que no se adquirirá por los medios didácticos aceptados hoy en día, y como está escrito: "No enseñará más una persona a su semejante, porque todos Me conocerán a Mí, desde los pequeños hasta los grandes". Ni libros, ni escuelas ni maestros. Este será un conocimiento existencial, una experiencia esencial primaria y certera, que quizás puede ser equivalente a la experiencia de la esencia misma de la vida.
La experiencia de vida limitada de "Yo sé que yo existo" se convertirá en una conexión total con la verdad: Experimentar de primera mano, como resultado de una conexión maravillosa con el Creador, cómo todo es Divinidad y la Divinidad lo es todo. Y no sólo en el sentido espiritual, pues está escrito: "Y la tierra se llenará del conocimiento del Di-s". Estas son las áreas terrenales de la existencia, es decir, los estratos materiales y físicos de la Creación.
El "Yo" particular, que por el momento está reducido dentro de la piel de cada uno, se expandirá y sentirá verdaderamente a todos los demás, que en realidad dejarán de ser otros. La alegría de la otra persona será verdaderamente nuestra alegría y sus experiencias serán palpables en nuestro sistema nervioso. No, esto no será solo "una buena conexión". Será una fusión. Como el agua del mar, que no está hecha de partes separadas, sino que es un solo mar. Y esta es solo la parábola. La realidad será infinitamente más fuerte y brillante.