Un equipo de físicos de la Universidad Ben-Gurion logró provocar que el átomo estuviera en dos lugares diferentes al mismo tiempo, e incluso logró fotografiar el fenómeno. Tal situación imposible es posible precisamente en el extraño mundo descripto por la teoría cuántica y se llama "superposición espacial". Se percibe como si la partícula tuviera una "copia" en otra parte.
Los investigadores saben describir el fenómeno pero no explicarlo. Todos aceptan que fenómenos cuánticos similares a éste, solo puede observarse científicamente en una pequeña escala (sub-atómica). Lo cierto es, sin embargo, que desde otro campo se reciben evidencias como ésta, en gran escala. Seres humanos completos en todas las partículas de su cuerpo físico, fueron vistos en dos lugares diferentes a la vez.
Tales informes existen con relación a Rabí Israel Baal Shem Tov y otros grandes judíos. Empero, estas personas no son seres humanos ordinarios. Estos son los "Tzadikim" -justos- sobre quienes está escrito que son similares a su Creador, y como es sabido, el Creador no está limitado al espacio o lugar. "Él es el lugar del mundo y no es el mundo Su lugar". Es decir: El Santo, Bendito Sea Él, creó el espacio y el tiempo. La existencia de estas variables -como la existencia de cada cosa en el mundo- depende de su buena voluntad y, por ende, no tienen poder para limitarlo. Y así también quién y qué se “apega” al Creador se transforma en independiente de cualquier limitación (con la excepción de que la voluntad de Hashem sea limitarlo).
La verdad es que toda el pueblo de Israel es un ejemplo de una entidad física y espiritual, que el tiempo y el espacio con sus muchos poderes no pueden con él. Somos el pueblo más antiguo del mundo que persevera a pesar de todos los intentos de exterminarnos y a pesar de nuestra dispersión por todos los rincones posibles de la Tierra. Ni el tiempo ni el espacio tienen control sobre nuestra existencia como pueblo y sobre el contenido eterno de nuestras vidas.
Un fenómeno similar que no depende del espacio o del tiempo es el Reinado de la Casa de David por generaciones. El rey David mismo es llamado "nonato" porque "no tiene tiempo". En primer lugar, no estaba destinado a vivir. Así que su vida real es un fenómeno, si se puede decir, fuera del marco del tiempo.
Y a pesar de esto, desde entonces continúa la dinastía dorada de los reyes de la Casa de David existiendo en todos los tiempos. Cierto, desde la destrucción del Primer Templo de Jerusalem, este reinado no ha estado revelado, pero ha seguido tejiéndose y avanzando hacia su objetivo, hasta el último eslabón de la dinastía: el Rey Mashíaj. Mashíaj Ben David.
Hoy en día, la dinastía ha alcanzado su punto máximo: El Rebe de Lubavitch es el último eslabón de la dinastía real. Las miles de personas que viven hoy de acuerdo a sus enseñanzas y a sus bendiciones en cada lugar sobre la faz de la Tierra, demuestran que la presencia del Rebe no se limita a un tiempo o a un lugar específico. El Mashíaj, entonces, está aquí y ahora, pero aún no tenemos el mérito de verlo. Lo que hay que hacer ahora es muy simple: Aceptar su reinado sobre nosotros y prepararle una bienvenida, desde lo profundo de nuestro corazón. Así podrá cumplir su misión y redimirnos con la Redención verdadera y completa.