1. Es costumbre “Abrir con bendición”. Este principio se aplica durante todo el año y en particular, en el mes de Elul cuando acostumbramos a intercambiar bendiciones. Y en mayor medida, en los últimos doce días del mes de Elul, cuando cada uno de estos días corresponde a uno de los meses del año y tienen el potencial de elevar nuestra conducta de cada uno de los meses. Asimismo, estos doce días sirven como preparación para los doce meses del año venidero.
Además, ya hemos pasado el primer Shabat, después del cual se recita Selijot y nos acercamos al segundo Shabat. Porque este año es especial debido a que las plegarias de Selijot se recitan en dos semanas. Esto refleja la naturaleza singularmente positiva del presente año, un año en el que “Les mostraré maravillas”, es decir, no solo ocurrieron maravillas, sino que se percibieron abiertamente.
También hay un significado especial para el presente día, el sexto día de Selijot. Seis es dos por tres. Como se mencionó, nuestra expiación es triple e incluye “perdón, disculpa y expiación”. Seis representa una porción doble de esta expiación triple. Además, el sexto día de la semana es importante porque conmemora la Creación del hombre.
Esto se suma a la singularidad de nuestro período actual dentro del transcurso de la historia judía. Es posterior a la época en que el Arizal declaró que “es una Mitzvá revelar esta sabiduría” (El interior de la Torá) y posterior a la época en que el Alter Rebe "bajó" a estas enseñanzas (El Zohar y el Tikunei Zohar de Rabí Shimon bar Iojai y a continuación la Torá del Arizal) a un nivel en que pueden ser entendidas por una persona común, pues a través de esto, producimos la llegada de nuestro justo Mashíaj. En particular, somos afortunados de haber nacido en la era del Rebe anterior, una era que comenzó desde el momento de su nacimiento. Incluso aquellos individuos que nacieron antes pueden considerarse nacidos en su época, ya que es costumbre entre los jasidim considerar el día en que llegaron a Lubavitch como su cumpleaños.
Hay una conexión entre lo anterior y la sección de la lectura de la Torá de esta semana relacionada con el día de hoy, la sexta sección de la Parshá Nitzavim. Esta lectura contiene el versículo “Porque esta mitzvá que te ordeno hoy... no está en los cielos... ni está al otro lado del mar".
Este versículo es problemático. Aparentemente, el concepto que está comunicando es obvio. En el momento en que Moshe hizo esta declaración, los judíos habían estado observando la Torá durante casi cuarenta años. Moshe mismo declaró que no fue sino hasta ese presente momento que adquirieron “ojos para ver, oídos para escuchar y un corazón para entender”, es decir, sólo entonces su sensibilidad hacia la Torá se desarrolló por completo. Sin embargo, su experiencia previa debería haber sido suficiente para mostrarles que la Torá no era simplemente un servicio espiritual reservado para los “cielos”, o hechos que solo se observaban en un lugar lejano del mundo: “al otro lado del mar”. En cambio, sus cuarenta años de observancia de la Torá en el desierto deberían haberles mostrado que la Torá está destinada a ser vivida y aplicada en nuestras vidas en este mundo material.
Esta dificultad se puede explicar de la siguiente manera: De hecho, la Torá está "en los cielos" y, de hecho, la Torá está "al otro lado del mar", una referencia al estado pleno de cumplimiento cuando "el conocimiento de Di-s llenará el mundo como el agua cubre la superficie del mar”. Y de hecho, el verdadero estado de la Torá está por encima incluso de los cielos y del mar. Sin embargo, la Torá, ya que incluye estos picos espirituales, ha descendido a nuestro mundo material. Y, como concluye la sección de la lectura de la Torá, “El asunto está muy cerca de ti, en tus manos y en tu boca, para que puedas realizarlo”.
Y esta lección es amplificada por el mensaje del presente día que está asociado con el servicio espiritual de la Teshuvá. La Teshuvá tiene el potencial de expiar todas las cuestiones, incluso las deficiencias en la Torá, porque la Teshuvá establece un vínculo interno con Di-s. Y por lo tanto, cuando se le preguntó a Di-s qué debe hacer una persona cuya conducta ha sido deficiente, Él respondió: "Debe volver en Teshuvá y se le concederá la expiación".
En este contexto, esto se refiere a la categoría más alta de Teshuvá y, por lo tanto, la expiación también se encuentra en un nivel más completo. No solo no se mencionan rastros del pecado de la persona en el juicio, ya que en este momento, después de que pasó gran parte del mes de Elul y cinco días de Selijot, esto se entiende por sí mismo, sino que también los pecados de la persona se transforman en méritos.
Esto es en particular evidente en el tiempo actual, cuando hemos completado todo el servicio espiritual que se requiere de nosotros y todos nuestros esfuerzos deben concentrarse en el estudio de Pnimiut HaTorá (El interior de la Torá, el Jasidismo). No hace falta decir que, en este momento, un judío está completamente por encima del juicio y su conexión con la Teshuvá es solo con la categoría superior de la Teshuvá, la Teshuvá directamente relacionada con Di-s.
Un judío no necesita preocuparse por su juicio para el próximo año. Desde Rosh Jodesh Elul en adelante, e incluso antes, desde el Quince de Menajem Av, se le aseguró una Ketivá VaJatimá Tová (Escritura y Sellado Bueno) para un año bueno y dulce. Y así, nuestro servicio espiritual en los días actuales implica la expiación y el nivel más alto de Teshuvá. Esto hace que esta tarea esté impregnada de alegría y, de hecho, alegría ilimitada, "Ad delo iada". Esta alegría debe ser aún mayor que las celebraciones de Purim, incluso el Purim de este año, cuyos festejos fueron mayores que los de Purim del año anterior.
Un judío es un maestro del tiempo. Y tiene el poder de producir un buen sellado (Jatimá Tová), una buena rubricación final (Gmar Jatimá Tová) y una buena nota (A Guten Kvitel) en los días actuales. Y así puede proceder inmediatamente a las festividades ilimitadas de Simjat Beit HaShoeva y Simjat Torá.
Y a través de lo anterior, mereceremos una fusión de lo material y lo espiritual. Todos los picos espirituales de la Torá que están “en los cielos” y “al otro lado del mar”, serán revelados en nuestro pensamiento, palabra y acción en la Tierra. Porque “El asunto está muy cerca de ti, en tus manos y en tu boca, para que puedas realizarlo”.
(El Rebe de Lubavitch - Sefer HaSijot (Hitvaduiot) 27 de Elul 5751)