1. Los judíos siempre deben tratar de comportarse de acuerdo con las directivas de la Torá. Así como la Torá comienza con la letra Bet que está asociada con la palabra Brajá, "bendición", así también, un judío siempre debe "comenzar con bendición". Y de hecho, debemos comportarnos en todo momento de una manera que aumente la bendición en el mundo en general.
Cada persona está obligada a decir: “El mundo fue creado para mí”. Y por lo tanto, todo lo que existe en el mundo debe reflejarse en la conducta de un judío. Por otro lado, un judío debe apreciar los efectos de largo alcance que tendrá su conducta, que sus actos afectarán al mundo entero. Y, de hecho, el mundo en su totalidad le ruega, por así decirlo, que se comporte de una manera que traiga bendición al mundo tanto de manera espiritual como material.
Debe haber una fusión de espiritualidad y materialidad y esto traerá un nuevo desarrollo en ambos reinos de la Creación. Es decir, incluso nuestro mundo material estará impregnado de espiritualidad y todas las bendiciones materiales del mundo vendrán como un reflejo del servicio espiritual del judío. (En el microcosmos, vemos esto con respecto a cada judío individual. Las bendiciones materiales que recibe provienen de su alma. Desde su alma, la influencia desciende hacia su alma animal, su cuerpo y su área de influencia del mundo en general). Por el contrario, aunque la Torá es "la palabra de Di-s", es solo en este mundo físico donde se puede observar la Torá.
Lo anterior es particularmente relevante para el mes de Elul, un mes que enfatiza el servicio espiritual de “Yo soy de mi Amado”, un mes en el que se revela abiertamente el vínculo de amor que un judío comparte con Di-s. De hecho, éste es el verdadero amor que siente cada judío y no un amor por las cosas materiales o incluso un amor por las cosas espirituales como por ejemplo, lo que puede captar el intelecto.
Esto se relaciona con una enseñanza de Pirkei Avot: “El Santo, Bendito Sea Él, adquirió cinco posesiones en este mundo: La Torá,... el cielo y la tierra...”. El mundo entero fue creado por medio de la Torá y un judío hace que todas las entidades del mundo, incluidas las entidades materiales, sean incluidas en la “posesión” de la Torá.
Esto es significativo porque nuestro mundo está dominado por la existencia material. De hecho, cuando se hace una comparación de los cuatro tipos de existencia: Vida humana, vida animal, vida vegetal y existencia inanimada (el mundo mineral), la cantidad de entidades que caen en la última categoría supera con creces a las incluidas en las tres anteriores. Hay mucha más tierra y agua en el mundo que seres vivos.
La tierra también es creada por Di-s, porque el poder de crear ex nihilo solo Di-s lo posee. Este poder no es abiertamente evidente. Sin embargo, hay una cualidad positiva en la tierra que lo refleja, la cualidad de abnegación, como se refleja en la frase: “Mi alma será como polvo para todos”.
Y de manera similar, hay otras entidades que reflejan la auto anulación a Di-s, por ejemplo, el sol. El sol gira de este a oeste, porque “la Presencia Divina está en el oeste”. Este movimiento es, por lo tanto, un acto abierto de autoanulación hacia Di-s.
De hecho, el concepto mismo del movimiento del sol inspira preguntas. Dado que el sol es una entidad muy grande, debe ser necesario un poder extremadamente grande para moverlo. Y cuál es el poder que mueve el sol, la Divinidad.
Este concepto es importante para un niño, porque incluso un niño se asombra con el concepto del movimiento del sol. De hecho, encontramos que fue este concepto el que estimuló la mente del patriarca Abraham y lo provocó a comenzar a buscar a Di-s. De igual manera, todo niño se pregunta sobre el movimiento de los cuerpos celestes, especialmente cuando observa eventos únicos, por ejemplo, los eclipses que presenciamos recientemente. Sin embargo, cuando un niño judío es educado de la manera que recibimos como herencia del patriarca Abraham, seguramente se dará cuenta de que el poder que mueve el sol es la Divinidad.
Además, observa que el movimiento del sol y de las estrellas continúa sin cambios. Esto le permite apreciar que la fuente de tal movimiento solo se debe al poder infinito de Di-s. Y de manera similar, él ve en su propia vida, su poder de crecimiento y movimiento tiene una sola fuente, la Divinidad. Esto debería motivarlo a un mayor compromiso con la Torá y sus Mitzvot.
2. Nos estamos acercando a la conclusión del mes de Elul y el tercer período de cuarenta días que Moshe pasó en el Monte Sinaí. La conclusión de esos cuarenta días es en Iom Kipur, una festividad que comparte una conexión intrínseca con Rosh HaShaná como lo refleja la expresión “los diez días entre Rosh HaShaná y Iom Kipur”.
Este es un momento en el que todos los judíos se brindan deseos de bendición unos a otros. Además, es un momento en el que se enfatiza la relación de amor entre Di-s y el pueblo judío. También, es significativo el hecho de que esta relación amorosa se exprese con las palabras Ani LeDodi. La palabra Ani (Yo) está asociada con la declaración Mode Ani que un judío hace cada mañana al levantarse. Y así, desde el primer momento del día, un judío se da cuenta de la relación amorosa que comparte con Di-s. Este vínculo luego se extiende y continúa durante todo el día.
Esto es particularmente relevante para una mujer madura que ha educado y está educando a sus hijos. Este proceso de educación debe impartir a los niños la importancia de expresar agradecimiento a Di-s, como se refleja en el Mode Ani. De manera similar, como se enfatiza en el Mode Ani, debemos tomar conciencia de la gran compasión de Di-s, cómo Él es "Nuestro Padre Misericordioso" y "Padre Todo-Misericordioso". La plegaria de Mode Ani concluye mencionando la "fidelidad" de Di-s, una fidelidad que continúa en cada momento del día. Porque en cada momento, Di-s mantiene al mundo con existencia y le otorga vida “de Su mano llena, abierta, santa y generosa”.
Y esto se relaciona con la bendición de Ketivá Vajatimá Tová que nos deseamos unos a otros en estos últimos días del mes de Elul, y en particular en el presente día, el tercer día de Selijot. Con seguridad, a cada judío ya se le han otorgado abundantes bendiciones Divinas para su familia, salud y prosperidad, para un año bueno y dulce. Y dentro de estas bendiciones está la máxima bendición, “que viviremos en Su presencia”, es decir, en el Tercer Beit HaMikdash.
Este último será acelerado por la distribución del dinero que se entregará para Tzedaká, porque la Tzedaká acerca la Redención. Y más particularmente, esto se acelerará dando la Tzedaká rápidamente, sin vacilación como dicen los sabios: "Una Mitzvá que viene a tu alcance, no la fermentes", no hay que esperar la medida que puede llegar la harina a fermentarse, dieciocho minutos, no hay que esperar ni siquiera un instante.
En este contexto, también vale la pena mencionar la importancia de proveer a todos los necesitados sus requerimientos para las próximas festividades. Y estos aportes deben hacerse incluso antes de Rosh HaShaná para que estas personas puedan acercarse a las festividades con tranquilidad. Dar esta Tzedaká afectará la naturaleza de la plegaria de Selijot que recitamos y hará que sean aceptables más fácilmente en los cielos.
Hay una dimensión especial en las plegarias de Selijot que recitamos este año. El último día de Selijot es el domingo. El domingo se menciona en la Torá como "el día uno”, no como “el primer día”, es decir, un día en que Di-s era “uno con Su mundo”, estaba presente la revelación de Su presencia de modo que era evidente que Di-s es todo. Y procediendo directamente desde ese día, llegamos al día de Rosh HaShaná, en el que tocamos el Shofar y proclamamos a Di-s como Rey del mundo. Este año hay algo especial porque el Shofar se toca en los dos días de Rosh HaShaná.
Y esto conducirá al momento en que Di-s “hará sonar el Gran Shofar por nuestra libertad”. E iremos junto con todo el pueblo judío al Tercer Beit HaMikdash con la Redención verdadera y completa.
De inmediato, realmente, antes de la plegaria de Arvit, hoy al final del tercer día de Selijot que es semejante al tercer día de la Creación del mundo, donde se duplican las palabras "porque es bueno", será la construcción del Tercer Beit HaMikdash y mereceremos vida eterna que se incluyen en la bendición de Ketivá VaJatimá Tová para vida buena y extensa.
Y hasta tal punto, que nuestro justo Mashíaj no esperará, Di-s libre, ni siquiera la distribución de la misión de Tzedaká y vendrá de inmediato y él mismo repartirá Tzedaká a cada uno y una, empezando por él mismo, que la Tzedaká más grande de él es, sacar del exilio a todos y cada uno de los judíos enseguida y "no se demorará ni siquiera lo que dura un pestañear de ojos"
(El Rebe entregó un paquete de billetes de dólar y dijo): Es correcto que como continuación de lo que se habló con respecto al tercer día, que haya un reparto de dólares para Tzedaká de una manera que se le de a cada uno que desee aceptar la misión de distribuir, tres billetes.
Y lo fundamental es que el incremento en la Tzedaká, de una manera de "Jazaká" (tres billetes), acelere aún más la Redención verdadera y completa, de inmediato, enseguida, realmente.
Y culminaremos, tal como es la costumbre de Israel en estos días en lenguaje singular: Que sean escritas y selladas para un buen año.
(El Rebe de Lubavitch - Sefer HaSijot (Hitvaduiot) 5751/24 de Elul)
