Viene Mashíaj - La única web en español sobre la llegada del Mashiaj. El objetivo de la vida, hacer de este mundo una morada para Di-s. La llegada del Mashiaj es uno de los 13 principios de fe del pueblo judío. El Rebe de Lubavitch ha anunciado lo inminente de este fenómeno y está en nuestras manos lograrlo. ¿Como? Estudiando sobre el Mashiaj y la Gueulá. Creada y editada por Centro Leoded - Jabad Argentina
יחי אדוננו מורנו ורבינו מלך המשיח לעולם ועד
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Dvar Maljut Extra - Charla del Rebe de Lubavitch en la Parshá Ki Tetze - Jueves por la noche 13 de Elul 5751 (1991)

Imagen de esta charla del Rebe
1. Primero y principal hay que comenzar con un tema que requiere su atención debido al momento en que nos encontramos. Este día es el tiempo de la boda del líder de nuestra generación, el Rebe (anterior).  Esto es particularmente apropiado cuando al hacerlo también se cumple la directriz: “Abrimos con bendición”.
Dentro del concepto de bendición en sí, hay muchos niveles, sin embargo, todas estas bendiciones, incluso las cien bendiciones que debemos recitar todos los días, tienen limitaciones.
Incluso la Bendición de los Cohanim, que tiene una dimensión ilimitada, ya que está conectada con la promesa de Di-s: "Y los bendeciré", sigue siendo limitada, ya que depende del servicio de los Cohanim, que es de naturaleza limitada.
En contraste, las bendiciones asociadas con la celebración de una boda (esta noche es el aniversario de la boda del Rebe anterior), están por encima de todo concepto de limitación. Aunque vemos que, en realidad, hay límites incluso para tal celebración, sin embargo, las bendiciones son en esencia ilimitadas. Porque asociamos estas bodas con la Era en que “Pronto se oirá en las ciudades de Iehuda y en los alrededores de Jerusalén... la voz del novio y la voz de la novia”, la alegría de la Redención y el regocijo de esta Era estará ciertamente por encima de todas las limitaciones.
2. También hay una conexión con la lectura de la Torá de esta semana que comienza "Cuando salgas a la guerra". La palabra "Cuando" expresa algo hipotético que implica simplemente una posibilidad, pero no un evento inevitable, la Torá señala que la guerra es ajena a la naturaleza de un judío. "Cuando salgas a la guerra" alude al Tzimtzum (el ocultamiento Divino en la Creación), pues este es como una guerra con la cuestión que genera al Tzimtzum. En esencia, un judío no tiene conexión con la guerra, ya que se le deben otorgar bendiciones Divinas en forma de paz y alegría y de hecho, alegría ilimitada, desde la "mano llena, abierta, santa y amplia" de Di-s.
Aunque la frase describe la mano de Di-s con cuatro adjetivos, dado que el sujeto es la mano de Di-s, la influencia otorgada es ilimitada. ¿Por qué son necesarios estos cuatro adjetivos? Porque nuestro mundo es de naturaleza limitada y, por lo tanto, la influencia de Di-s debe ser atraída dentro de las limitaciones de la existencia, que está estructurada de acuerdo con un conjunto de cuatro potenciales espirituales.
De manera similar, la humanidad está estructurada de acuerdo con este conjunto de cuatro potenciales, ya que cada persona es un microcosmos del mundo en general. Esto se refleja en el uso de Tzitzit de un judío que muestra cómo incluye dentro de sí, los cuatro puntos cardinales del mundo.
[Esto es de relevancia actual, como se refleja en la reunión de los exiliados desde los cuatro rincones de la Tierra. Ahora es el momento en que debemos estudiar este tema tal como se explica en Nigle (el aspecto revelado de la Torá) y en Pnimiut HaTorá (la dimensión interior de la Torá)].
Un judío está esencialmente por encima de todos los límites, incluso de los límites de las cuatro variables de la Creación, porque en esencia, su existencia es una con la de Di-s. Por lo tanto, entrar en estos límites implica una salida (“Cuando salgas…”) y también en sentido figurado, un aspecto de guerra.
Y al hacer tal salida, un judío debe, como continúa la lectura de la Torá, "tomar cautivos", es decir, transformar aspectos del entorno mundano en el que ingresa. Y esto revelará cómo es él, como continúa la lectura: “pues el es primero de su fuerza. A él pertenecen los derechos de la primogenitura". A través del descenso del alma al marco de la limitación, finalmente, un judío se elevará por encima de todos los límites y confines.
Lo anterior se verá reforzado al conectarlo con una distribución de dinero para la Tzedaká, ya que la Tzedaká, como la fusión de lo finito y lo infinito, implica una combinación de opuestos. La Tzedaká debe ser dada por una persona que tiene medios, un mashpía (dador), a una persona que carece de medios, un mekabel (receptor). De hecho, incluso si una persona posee una base financiera mínima (doscientos zuz), no debe recibir Tzedaká y, en cambio, debe darle a otros.
(Esto también continuará en la Era de la Redención. La Torá dice, “el pobre no se apartará de la tierra”, y así, incluso en esta Era, daremos Tzedaká. Es solo en el segundo período de la Era de la Redención que seremos testigos del cumplimiento de la profecía: “Y no habrá pobres entre vosotros”).
La relación entre una mashpía y un mekabel también se relaciona con el concepto de novia y novio mencionado anteriormente. La novia es una receptora. Por lo tanto, ella no debe “comer de la propiedad que le pertenece”, es decir, sus necesidades deben ser provistas por el novio.
Esto también se refleja en la relación matrimonial entre Di-s y el pueblo judío. Porque todo judío es “la novia de Di-s”, por así decirlo. La entrega de la Torá representó los esponsales y la consumación de este vínculo matrimonial, será en la Era de la Redención. Entonces se establecerá la unidad entre todas las entidades.
Que esto se haga realidad en un futuro inmediato. Aunque un judío se encuentra en el exilio, odia el exilio y, de hecho, lo odia con un odio profundamente arraigado. ¿Cuál es la fuente de este odio? Porque en el exilio (gola en hebreo), está ausente la manifestación de Di-s (simbolizada por la letra Alef que transforma la gola en Gueulá/Redención).
Un judío está constantemente comprometido en el esfuerzo de transformar el exilio en Redención. Porque Di-s también odia el exilio, ya que Él sabe que en el exilio los judíos están carentes, y de hecho, Él entiende su carencia mejor que los judíos mismos. Aunque un judío ha sido informado del estado definitivo de plenitud que ocurrirá después del exilio, sin embargo, por cuanto que vive dentro de los límites de un cuerpo físico y está limitado dentro de los confines de este mundo, no puede comprender estos conceptos completamente. Sin embargo, dado que un judío sabe que Di-s odia el exilio, también él odia el exilio.
Que podamos trascender todas las limitaciones y proceder a la Redención inmediatamente. Y esto se verá realzado por nuestra presencia en una Casa donde se realizan buenas acciones, se recitan plegarias y se estudia la Torá. Y desde esta casa, procederemos a la última casa, el Beit HaMikdash, donde nos pararemos en el techo y anunciaremos: “Humildes, ha llegado el momento de vuestra Redención”. 
Para enfatizar la conexión con la boda del Rebe anterior, es apropiado que los matrimonios que se llevan a cabo en la actualidad se celebren con mayor alegría. Y estas celebraciones deben ir acompañadas de Tzedaká, haciendo una especial “comida para los pobres”, como es costumbre. Y este día, el trece de Elul, debe servir para inspirar mayores celebraciones nupciales.
Que todos los conceptos anteriores se plasmen en los hechos. Y que conduzcan al último acto, la llegada de la Redención verdadera y completa.

(El Rebe Shlita otorgó a cada uno de los presentes un billete de dólar para darlo a éste (o a su reemplazo) para Tzedaká)

(El Rebe de Lubavitch - Sefer HaSijot (Hitvaduiot) 5751/13 de Elul 5751)

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