Sumado a la gran cantidad de Maamarim y enseñanzas que transmitió, el aspecto fundamental del servicio del Rebe Maharash se expresa en las palabras "Lejatjila ariver": "Directamente desde el principio, ¡pásalo por arriba!". Este es el mensaje que debe impregnar nuestra conducta a lo largo de todo el día, comenzando con nuestro servicio de la Torá y de las mitzvot, que es la esencia de nuestro ser porque “Fui creado solo para servir a mi Creador”, y extendiéndose a todos los aspectos de nuestra conducta. Todos nuestros esfuerzos deben caracterizarse por el enfoque de Lejatjila ariver, es decir, no hay necesidad de que las cosas buenas se hagan tres veces para consolidarse y ser consideradas una "Jazaká", sino que de entrada ya pueden tener la máxima fortaleza, pues cada judío va respaldado por la misión encomendada por el líder de su generación para accionar todos los aspectos de su vida de una forma de Lejatjila ariver.
Hay que decir también, que esta fortaleza de "Jazaká" (que no viene solo luego de ejercer una buena acción tres veces, sino ya la primera vez) es con el poder del líder de la generación que viene luego del completado de la tarea de los tres líderes de la generación previos. Esto se enfatiza mucho más en nuestra generación que viene luego de tres generaciones que se condujeron al estilo de Lejatjila ariver, siendo además, la nuestra, la novena generación desde el Baal Shem Tov, tres veces tres.
Cada persona tiene el potencial para llevar a cabo tal servicio, y Di-s Mismo lo ayuda en estos esfuerzos. La ayuda de Di-s no resta valor a la virtud de una persona que realiza el servicio por iniciativa propia. Aunque Di-s ofrece asistencia en todos los aspectos de nuestro servicio, es el hombre quien lleva la responsabilidad de este servicio desde su comienzo hasta su final.
2. El enfoque de Lejatjila ariver es particularmente relevante este año, un año en el que “Les mostraré maravillas” y en particular, en los días presentes, ya que desde el 27 de Nisan (ver el Dvar Maljut del 28 de Nisan), hemos experimentado dos conjuntos de períodos de tres días de Santidad y alegría. El primer período comprendido por el día 27, cuyo número está asociado a la palabra "Zaj" (puro), que es nueve veces tres, la plenitud de la Jazaká, el día 28 que está relacionado con la palabra "Coaj" (fuerza) que enseña sobre el poder de todo el mes de Nisan y el número 29, la sumatoria de todos los aspectos del mes de Nisan potenciados. Además este año, la víspera de Rosh Jodesh Iar cayó en Shabat, lo que nos hace ingresar al 2 de Iar, con una Jazaká de tres días de Santidad.
Esta conciencia se verá reforzada por la unión de los judíos en la tarea espiritual de “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Esta unidad amplificará nuestros logros en los tres servicios espirituales: La Torá, la plegaria y los actos de benevolencia. De manera similar, nos preparará para la máxima unidad, la reunión del pueblo judío en la Era de la Redención. Entonces se revelará cómo “Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones”. Esto se refiere al Tercer Beit HaMikdash, “El Santuario de Di-s establecido por Tus manos”.
Esto será producido por el completado de nuestro servicio. Si en algún lugar hay una buena acción, un buen pensamiento o una buena palabra que deba completarse, se completará y, en el espíritu de las siete semanas "perfectas" de la cuenta del Omer, se completará de manera perfecta.
De hecho, esta perfección será revelada antes de la finalización de la cuenta del Omer como se refleja en la oración recitada después de la cuenta cada noche: “Que el Misericordioso nos devuelva el servicio del Beit HaMikdash rápidamente...”. La intención es que la Redención debe venir directamente después de que recitemos esta oración. Y finalizamos dicha plegaria con las palabras "Amén, Sela", donde "Amén" nos enseña sobre la existencia verdadera del ser y "Sela" sobre su eternidad.
3. Esto se verá consolidado por las decisiones firmes tomadas por todos y cada uno de los judíos. Su fuerza y su firmeza serán reveladas, no sólo por su continuidad durante un período prolongado, sino a la manera de Lejatjila ariver, es decir, desde el principio, su fuerza será vista. Además, esta fuerza se verá reflejada incluso en las dimensiones mundanas de nuestra conducta.
Debemos centrarnos en la declaración del Rebe Maharash con más detalle: "El Rebe solía decir: “El mundo dice que si no puedes pasar bajo un obstáculo, entonces debes pasarlo por arriba. Yo digo directamente Lejatjila ariver ¡pásalo por arriba!”. A primera vista, es innecesario que el Rebe mencionara lo que otros piensan. Sin embargo, al hacerlo, enfatiza que un judío es consciente del enfoque generalmente aceptado. Sin embargo, como judío, tiene el potencial de revelar un nuevo enfoque, Lejatjila ariver, y hacer que ese enfoque impregne incluso los aspectos más mundanos de nuestra existencia.
Que esto nos capacite para merecer la Redención inmediatamente. En la oración recitada después de contar el Omer, decimos cómo esta cuenta rectifica nuestras almas (en los tres niveles de Nefesh, Ruaj y Neshamá). Del mismo modo, expande la "rectificación" del mundo en general, elevando todas las dimensiones de la existencia.
De esta manera, el mundo en general y el pueblo judío se preparan para recibir las revelaciones que acompañarán la inminente Redención.
4. Esto se ve reforzado por la influencia de los últimos meses: Adar, un mes asociado con la salud y la fuerza y Nisan, un mes de milagros de una naturaleza verdaderamente maravillosa. De manera similar, esto se ve amplificado por la influencia del mes actual, Iar, cuyo nombre (אייר) sirve como acrónimo de los nombres Abraham, Itzjak, Iaakov y Rajel, que representan las cuatro “patas” del Carro Celestial.
(Aquí vemos una conexión especial con las mujeres judías. Aunque la cuarta pata del carro también está asociada con el rey David, la conexión con David es simplemente una alusión, mientras que la conexión con Rajel es explícita. Rajel es representante de las mujeres justas en cuyo mérito vino la Redención, y en cuyo mérito vendrá la Redención final).
Lo anterior también es realzado por la porción de la Torá que está asociada con los días actuales, la Parshá Tazría. Esta porción de la Torá que comienza, "Cuando una mujer concibe y da a luz", se refiere al pueblo judío que en su relación con Di-s, se describe como una mujer. Pronto darán a luz, una metáfora de la próxima Redención.
El Talmud también asocia lo anterior con los niños judíos a quienes describe en el versículo “No toques a mis ungidos (Meshijai)”. Esto apunta a una conexión entre los niños judíos y el Mashíaj.
Que merezcamos la venida del Mashíaj cuando todos los judíos sean como niños que estudian la Torá y Di-s sea nuestro maestro, revelando la “nueva [dimensión de la] Torá que surgirá de Mí”.
Esto se verá aumentado por la distribución del dinero que se entregará a la tzedaká, que acercará a la Redención. Entonces mereceremos la reunión final de los exiliados cuando Di-s lleve a cada persona de la mano, llevándonos de regreso a Eretz Israel, a Jerusalén y al Beis HaMikdash, “El Santuario de Di-s establecido por Tus manos”.
