Luego de “las acciones y servicios espirituales" de todos los hijos de Israel a lo largo de todas las generaciones y en especial, luego de la revelación de la Torá del Jasidismo en el día 19 de Kislev, que entonces, se inició el aspecto fundamental del concepto de “expandir los manantiales [del Jasidismo] hacia afuera”, sumado a un aumento progresivo [de dicha expansión] a través de nuestros Rebes y líderes de generación en generación, hasta la Honorable Santidad de mi maestro y suegro, el Rebe, líder de la generación, que a través suyo se expandieron los manantiales hacia el exterior en todos los extremos del planeta - ya se terminaron y completaron todos los aspectos de la refinación en el mundo y también desde sus parámetros, de acuerdo a como [el Rebe anterior] informó y anunció, que ya se completaron todos los aspectos del servicio espiritual, incluso "el lustrado de botones" y todo está listo para la llegada del Mashíaj.
De esto se entiende, que la tarea que viene a continuación de esta, mientras nuestro justo Mashíaj se demora por algún motivo, (desconocido y absolutamente incomprensible) ya no es una tarea de "refinaciones" (puesto que ya se culminó y completó la tarea de refinaciones), sino, una tarea especial para traer la revelación, en la práctica, en el mundo.
Debemos decir, que la virtud especial de nuestra generación está insinuada en la Haftará de la Parshá Vaishlaj: “Y la Casa de Iaakov será fuego, la Casa de Iosef una llama y la casa de Esav paja... y [los habitantes del] sur heredarán el monte de Esav... y el destierro [de este pueblo]... hasta que Tzarfat... heredarán las ciudades del sur. Y los salvadores subirán en el monte de Tzion para juzgar al monte de Esav":
De las novedades de (Iosef y la continuación de) "la Casa de Iosef" de nuestra generación (la Honorable Santidad de mi maestro y suegro, el Rebe, líder de nuestra generación cuyo primer nombre es Iosef) con respecto a las generaciones anteriores, hasta la generación del Alter Rebe ("la Casa de Iaakov"), [se destaca] que es a través [de nuestro Iosef] que se produjo la expansión de los manantiales [del Jasidismo] hacia afuera en todos los confines del planeta, realmente, hacia un exterior donde ya no hay más exterior, como la nación Tzarfat (Francia). En el tiempo del Alter Rebe (y también en el tiempo de nuestros Rebes y líderes posteriores) no había una revelación muy establecida de la expansión de la Torá del Jasidismo en Francia, al estar en la situación más baja [en lo espiritual] (hasta tal punto, que el Alter Rebe temía de una victoria de Francia, etc.). Precisamente en nuestra generación, a través de "la Casa de Iosef", se produjo la revelación y la expansión de los manantiales incluso en Francia, con la fundación allí, de la Ieshiva “Tomjei Tmimim”, en el espíritu de la original, en la ciudad de Lubavitch. Por lo tanto, ha llegado a la realidad, el momento de que "heredarán las ciudades del sur" junto a "y los salvadores subirán en el monte de Tzion para juzgar al monte de Esav".
Esto se puede ampliar y dilucidar mediante una alusión:
“Tzarfat” en Guematria (valor numérico) es setecientos setenta (770). Esta es la perfección del número siete, según como cada unidad [de las siete] está compuesta de diez (setenta), según como cada unidad [de las siete] está compuesta de cien (setecientos) y las dos juntas (setecientos setenta). Hay que decir que en esto, está insinuado que por medio de la refinación de la nación Tzarfat (Francia) se terminó y se completó la refinación del mundo, que fue creado en siete días de construcción, en todos sus detalles y en los detalles de los detalles.
Cabe aclarar, que la refinación de "Tzarfat" que tiene el valor numérico de "770" se logró a través de ("la llama" que ilumina desde) "la Casa de Iosef", hasta la casa de Iosef en su sentido más simple, la casa que la Honorable Santidad de mi maestro y suegro, el Rebe, líder de nuestra generación, eligió hasta comprarla y en ella, vivió durante los últimos diez años de su vida en este mundo. Desde allí, continúa progresando (en una "medida cada vez mayor") la tarea Divina de "la Casa de Iosef”, cuyo número es (el número de la [dirección de la] casa en el sentido simple) "770".
En un nivel más profundo, las letras de “Tzarfat” (Francia) - צרפת, son las mismas que “paratzta” (te expandirás) - פרצת. Con esto se alude, que la revelación y la difusión de los manantiales es en “Tzarfat”, que representa la irrupción de todas las barreras. Y esto [sucede] no solo de una forma, que por el lado de la irrupción de todas las barreras, [los manantiales] llegan incluso hasta el nivel más bajo posible, sino que esto [ocurre] también por el lado de lo que está abajo, como se enfatiza por la equivalencia de las letras de “Tzarfat” con las letras de "Ufaratzta". A través de esto se produce, "Irrumpiste por ti mismo, Paretz”, “este es el Mashíaj”, como está dicho: “Subirá quien irrumpe [HaPoretz] ante ellos".
... Y de esto se comprende, que en estos días, realmente, solo debemos abrir los ojos y ver la realidad, en la práctica, concretamente, o sea, que estamos sentados junto con El Santo, Bendito sea Él, ([como se menciona en la Cabalá que] “Israel y El Santo, Bendito Sea Él, son todo uno”) en “la mesa servida” para el banquete de bodas, el banquete del Leviatán, el Shor Habar y el vino añejado desde la Creación.
(De las charlas de Shabat Parshat Vaishlaj, 16 Kislev 5752)