“Una gran congregación retornará aquí”, a nuestra Tierra Santa, “una tierra que Di-s, tu Di-s, la tiene bajo constante control, desde el comienzo del año y hasta el final del año”.
Por lo tanto, también antes de la Redención, los hijos de Israel la habitan con seguridad, sin el temor de “las naciones del mundo se estremecen y se asustan” a causa de que “los reyes de las naciones del mundo se enfrentan unos a otros”, ya que El Santo, Bendito Sea Él, “les dice a ellos (a Israel), hijos míos, no teman, todo lo que hice, no lo hice sino por ustedes … (y el Midrash repite el concepto) no teman, llegó el tiempo de vuestra Redención”, “el rey Mashíaj … está parado sobre el techo del Beit HaMikdash y proclama a Israel: Humildes, llegó el tiempo de vuestra Redención”.
(De las charlas del Shabat Parshat Itro, 18 de Shevat, 5751)