Pero, no solo que Koraj se equivocó en su rebelión contra Moshe Rabenu, sino también, en que el modelo de conducción de Moshe es el modelo perfecto de liderazgo y ¡es el modelo que se refleja también en el liderazgo del rey Mashíaj!
Y esto es como las palabras del famoso pasaje del Midrash: "Así como fue con el primer Redentor, así será con el último Redentor" (Kohelet Rabá 1,9) que no es la intención que Moshe Rabenu mismo, sea el rey Mashíaj, pues Moshe era de la tribu de Levi y en cambio, el Mashíaj es de la "Casa de David", de la tribu de Iehuda, sino, que la esencia y el liderazgo de Moshe Rabenu, que con su poder redimió a los hijos de Israel de Egipto, es el patrón y la realidad interior del rey Mashíaj, que con su poder y liderazgo redimirá a Israel en la inminente Redención.
¿Qué tiene de especial la matriz del liderazgo de Moshe Rabenu? ¿Cuál será aquella cuestión peculiar que se revelará también en el rey Mashíaj?
Son conocidas las palabras del Midrash que describen el amor de Moshe a cada judío, una cosa que se expresó en su juventud en la preocupación sincera incluso por una pequeña oveja que se desvió del camino, según como El Santo, Bendito Sea Él, atestiguó sobre él: "Tienes compasión para conducir el rebaño de un ser humano, por tu vida, que tu pastorearás a mi rebaño" (Shemot Rabá 2,2).
En la Torá del Jasidismo está explicado este concepto con una amplitud fantástica y con mucho desarrollo y la base de la idea es, que la relación entre Moshe Rabenu y el pueblo de Israel no se limitaba solo a una capa de la vida de la persona y del pueblo, sino se expresaba en todo sector y elemento de la vida de la persona. Moshe era "pastor" del pueblo de Israel en su más completa definición: Espiritual y material. Por medio de él, los hijos de Israel recibían las más altas captaciones y revelaciones Divinas, y junto con esto, a través suyo, pasaba también la llave de suministro material de agua, alimento, carne y el resto de las necesidades humanas. ¡Y esto, Koraj no podía soportarlo!
El reclamo de Koraj era: ¿Por qué no es suficiente que los hijos de Israel reciban de Moshe captaciones espirituales? ¿Por qué, también, las cuestiones materiales incluyendo las más simples, llegan al pueblo solo con la intermediación de Moshe Rabenu? Esta situación requiere una anulación especial a Moshe, "por qué se elevan por sobre la comunidad de Di-s", ¿por qué es necesaria una anulación absoluta a Moshe?
Este error fatal de Koraj trajo las amargas consecuencia narradas en la parshá.
Lo que Koraj no entendió (o no quiso entender) es que los hijos de Israel son las piernas de Moshe, Moshe es su cabeza y todos juntos son un cuerpo. En el lenguaje del Rebe: "La columna de unión del líder de la generación con las personas de su generación no es una unión de dos cosas (tampoco como la unión de un padre y un hijo), sino un solo cuerpo realmente. Todas las personas de la generación son miembros particulares que se nutren y reciben su vitalidad del líder, la cabeza" (Tazría/Metzorá Alef, pág.128).
El significado de la relación especial que se forma entre Moshe y cada judío, es que la vida de cada integrante del pueblo de Israel se transforma en dependiente de Moshe con anulación hacia él. Así como en el cuerpo humano, la cabeza incluye a todos los miembros, y de ésta proviene la vitalidad a todos ellos, de la misma forma, sucede también con la "cabeza" del pueblo de Israel, Moshe Rabenu, que abastece vitalidad e influencia Divina a todo el pueblo y solo a través suyo, pueden unirse a Di-s y recibir no solo la vitalidad espiritual sino también material.
En el transcurso de la historia hubo y de la misma forma, hoy existen, regímenes que enarbolan la bandera de la importancia de todo el conjunto de la sociedad, también si esto es propenso a ser perjudicial para un particular. Hubo y hay regímenes que ponen el énfasis fundamental en la libertad y el beneficio individual, cada uno tiene un importancia propia, hasta que a veces, por el bien y beneficio de cada particular, desplazamos el bien general del público.
Distinto por completo y sobresaliente en su singularidad, es la conducción de Moshe Rabenu (y por supuesto tras él...el rey Mashíaj), a pesar, de su responsabilidad de dominio público y global, sus acciones no restan su interés y esfuerzo en beneficio de cada individuo de Israel.
Este es el modelo de conducción del rey Mashíaj y por ello, la tan cercana Redención será de una forma de "Lo nidaj mimenu nidaj", ningún judío quedará marginado, por cuanto que el rey Mashíaj no se conforma con la Redención general del pueblo de Israel sino tiene la intención de redimir a cada judío en particular.
En nuestra generación, ¿a quién tenemos nosotros, como el Rebe de Lubavitch que encarna a esta forma de conducción de la mejor manera? Por un lado, influencias espirituales elevadas y actividad pública a nivel mundial en un medida nunca vista y por otro lado, la preocupación y atención a cada uno de los hijos de Israel, en el estado en que estén, y también sus necesidades materiales.
Con respecto a nosotros, debemos estudiar de la demanda de Koraj y transformar toda nuestra realidad existencial en función del camino, voluntad y misión del líder de la generación. Esto y aún más, debemos preocuparnos por el individuo y el conjunto como si fueran uno, prestando atención y siendo sensibles a la situación del individuo, exactamente como el Rebe.
Culminamos con un historia que destaca la importancia del individuo a los ojos del Rebe.
Menajem Beguin z"l se encontró varias veces en su vida con el Rebe de Lubavitch, al finalizar una visita, ya como primer ministro de Israel, el Rebe le preguntó a Beguin si podía hacerle un favor personal. Beguin aceptó con alegría. El Rebe le contó sobre una carta que recibió de Francia. Una joven judía estaba preparándose para casarse con un hombre no judío, y la insistencia y súplicas de los padres caían en oídos sordos. En medio de su dolor, se dirigieron al Rebe para pedirle consejo. "No tengo dudas que si una persona famosa como vos, habla con esta joven judía, y en especial que tu hablas francés, ella ponderará tus palabras y la cosa influenciará sobre ella en la dirección correcta", concluyó el Rebe.
Beguin aceptó realizar la misión. El Rebe le suministró todos los detalles de la joven y le pidió que le envíe la cuenta de los gastos por la parada no planeada en Francia. Las palabras de Beguin salieron de su corazón e ingresaron en el corazón de la muchacha. Ella decidió viajar a la tierra de Israel y cortar el vínculo con el muchacho no judío. Pasó un largo tiempo y ella se casó con un judío y se quedó a vivir en Jerusalem.
La cuenta de los gastos por la parada en Francia los pagó el Rebe, tal como prometió. Beguin le contó esta historia a un dirigente de un sector específico en Israel, con gran sorpresa, pues en lugar de que el Rebe se preocupe por sus instituciones e intereses generales en la tierra de Israel, eligió "ese favor personal".
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