¿Cómo es posible que en el tribunal celestial había opiniones divididas sobre el Santo Bendito Sea Él? ¿Qué determinó Raba bar Najmani? Un enfoque innovador del Jasidismo sobre una famosa discusión talmúdica
Un ciclista llegó a las puertas del Gan Edén. Un ángel le preguntó: ¿Hiciste algo especial en tu vida por lo que llegaste a ingresar al Gan Edén? "Si, una vez viajaba por la ruta y vi a un grupo de ciclistas rudos que golpeaban a un pobre muchacho". "Nu, y que hiciste?, le preguntó el ángel. "Les pedí que lo dejaran tranquilo y ellos se negaron. Entonces me acerqué al líder del grupo, un matón todo tatuado, le di una bofetada y grité: Si no paran con esto, van a tener que enfrentarse conmigo". "Muy bien, cuéntame que sucedió", dijo el ángel. "Esto ocurrió hace cinco minutos...".
El tema central en la unión de las dos parshiot que se leen esta semana, sin dudas es, la impureza de la herida llamada "Tzarat" y su purificación. Las leyes de impureza y pureza en general y las leyes de la impureza de "Tzarat" en particular, están incluidas en la parte de "Jukim" de la Torá. O sea, mitzvot supra-racionales, donde el intelecto humano tiene dificultad en encontrar motivo o razón. La impureza "Tzarat" contiene un gran número de leyes y distinciones de un extremo al otro, leyes que parecen contradecirse una a la otra. Por ejemplo, una mancha blanca pequeña en la piel (de un diámetro de 19 milímetros) impurifica al hombre, mientras que si esa misma herida sería grande y cubriría todo el cuerpo, la persona es declarada pura ("Si todo se transforma a blanco, puro es").
Una de las leyes complicadas relacionadas a la impureza "Tzarat", gira entorno de la discusión entre...El Santo Bendito Sea Él y los miembros de la corte celestial, aquellas almas sagradas que integran el tribunal celestial. En la Torá dice: "que hizo que el pelo (de la zona afectada) se pusiese blanco" (Vaikrá 13:10), de este versículo la Guemará estudia, que el pelo blanco es considerado una señal de impureza únicamente si se tornó blanco luego de la erupción (baheret), pero si era blanco antes que la erupción, no es impureza en absoluto. Surge la pregunta: ¿Qué sucede en una situación de duda? En una situación que no sabemos que aconteció primero, la erupción o el pelo blanco.
La Guemará (Baba Metzia 86A) relata la discusión que se desarrolla entre el Santo Bendito Sea Él que argumenta que en una situación dudosa como está, la persona es pura, mientras que los miembros de la corte celestial sentencian la condena como impuro. ¿Nu? Si hay discrepancia, se necesita arbitrar y definir. Buscaron en los cielos quien puede resolver la diferencia entre las dos partes y evaluaron y determinaron traer (al mundo celestial) al experto número uno en leyes de heridas en el mundo (terrenal), que no es sino Raba bar Najmani, "el único que sabe de heridas e y el único que sabe de impurezas de tiendas". Con la partida de este mundo de Raba bar Najmani y su ascenso al mundo que es totalmente bien, él sentenció: ¡Puro, puro!
A pesar de ser un relato interesante, hace levantar las cejas y despierta análisis:
1- ¿Cómo es posible un debate entre la "corte celestial" y el Santo Bendito Sea Él? ¿Desde cuándo es posible objetar a Di-s?
2- ¿Por qué necesitaron que justamente Raba bar Najmani determine la sentencia?
3- ¿Cómo relacionamos esto con la Redención verdadera y completa?
Para responder estas preguntas difíciles, debemos establecer primero el significado verdadero de impureza y pureza, su raíz y su esencia. En la Torá del Jasidismo (Sidur Im Da"j, al final de Cavanat HaMikve) está explicado que el origen de la impureza llega como consecuencia de un aumento del ego de las criaturas, cuando ellos se sienten a sí mismos como una existencia independiente y dañan la relación directa con su vitalidad Divina hasta posibilitar que la impureza se apodere de ellos.
Una persona que se impurificó debe atravesar un proceso de purificación, que es en esencia, un proceso de anulación frente al Creador. Casi todas las purificaciones están ligadas a una inmersión en aguas, pues la inmersión (Tebilá) es una acción que en su movimiento comienza de nuevo una relación de anulación de la criatura frente al Creador. Vemos esto en la palabra "Tebilá" que está compuesta de las mismas letras que la palabra "Bitul" (anulación). La Tebilá (inmersión) demuestra que la criatura está anulada frente al Creador.
El Santo Bendito Sea Él y el tribunal celestial representan dos distintas categorías de la revelación Divina que otorga vida a las criaturas. El Santo Bendito Sea Él, tal como Su nombre lo indica, representa la vitalidad Divina que está consagrada y separada, de forma totalmente desproporcional, de los mundos y las criaturas. Esta categoría es conocida en la Torá del Jasidismo y la Cábala como "Sobeb Col Almín" (abarca todos los mundos). Con respecto a ella, la existencia de las criaturas está anulada totalmente, una anulación existencial (Bitul BeMetziut). En la práctica, con respecto a este nivel infinito, la existencia de las criaturas es captada como una cosa extraña, novedosa, como una cuestión excepcional, pues la existencia única y simple, en verdad, es la existencia de Di-s. Frente a esto, el tribunal celestial simboliza otra categoría, que representa a la vitalidad Divina que se comprime y limita de acuerdo a los marcos naturales del mundo, pues con respecto a ella, el mundo con todas sus criaturas, vive, existe y respira. Es denominada "Memale Col Almín" (llena todos los mundos). Esta es la vitalidad Divina que se inviste en el interior del mundo y de las criaturas y es la que les suministra su existencia, su entidad y junto a esto, también su ser (su yo, es decir, su tendencia negadora de la Divinidad). Se comprende, que la anulación de las criaturas de esta categoría es parcial, una anulación del "yo" solamente (Bitul HaIesh).
A la luz de lo mencionado, explica el Rebe de Lubavitch la causa de la discusión. Cuando existe una duda sobre un hombre específico, si su "yo" prevalece sobre su "anulación", si es "impuro" o es "puro", la categoría del "Santo Bendito Sea Él" que registra a la anulación de las criaturas como algo simple, explicará que mientras que no sido probado bajo ninguna sombra de duda que la persona es una entidad egocéntrica, entonces se la considerada anulada y por lo tanto, ¡pura!
Sin embargo, el tribunal celestial, registra el egocentrismo de las criaturas como algo simple, allí saben cabalmente que es factible una sensación de "yo" en las criaturas y por ello, incluso en una situación dudosa se determina que la persona es impura. Si se despierta una duda en cuanto a su anulación a Di-s, esto es una prueba suficiente para demostrar que no está anulado y por lo tanto, se sentencia que es ¡impuro!
¿Y que pasa con Raba bar Najmani? Raba bar Najmani es "el único que sabe de heridas y el único que sabe de impurezas de tiendas". Raba bar Najmani está conectado con "el Único del mundo", el Creador en sí mismo, más allá de toda categoría o nivel. Desde el punto de vista del Creador, la existencia de las criaturas es real y es definida también como existencia, "la existencia de la criatura es la existencia real". Desde su aspecto, no hay diferencia entre las dos factores, Creador y criatura, Divinidad y mundos, pues solo hay una existencia, un único Di-s que constituye todo. En este nivel no hay lugar a la impureza en una situación de duda, no solo por causa que no desciende a la categoría de las criaturas, sino por que desde este punto de vista, Todo en realidad es Divinidad.
La diferencia puede mantenerse solo cuando hay dos lados y el arbitrio de Raba bar Najmani muestra que en esencia existe un solo lado, ¡el Creador! Por ello, no hay ningún motivo para la discusión y ningún motivo para declarar impureza, pues todo en verdad es puro, ¡Todo es el Creador!
La Redención verdadera y completa expresa con exactitud esta cuestión. En la Redención finalmente se revelará como cada criatura y cada elemento en la Creación es, en esencia, una parte de la existencia de Di-s y en verdad, no hay otra existencia. La Redención anulará la "diferencia" que existe entre la existencia de las criaturas y su anulación, entre la vitalidad de los mundos y su nulidad, entre el hombre y su Creador. La Redención revelará ¡que todo es UNO, todo es Él y no hay nada fuera de Él! La fuerza para este enfoque innovador se deriva del estudio de la Torá. Tal como fue la vida de Raba bar Najmani, que fue consagrada a la internalización de la observación y la perspectiva Divina por medio de un estudio constante y un esfuerzo tremendo en la Torá. De la misma forma, sucede con nosotros en la actualidad, víspera de la Redención, a través de un aumento en el estudio de la Torá y fundamentalmente en sus temas sobre Mashíaj y Redención, ¡podremos internalizar, observar y sentir cómo el Mashíaj está en la puerta y la Redención ya está aquí!
Y como un único judío (como Raba bar Najmani) tiene el poder de producir la Redención en el mundo lo estudiaremos de la siguiente historia:
Reb Shmuel David HaLeví Raichik, fue un jasid formidable, emisario del Rebe y rabino de la comunidad de Jabad en Los Ángeles. En el principio de su misión, esta ciudad aún era un desierto espiritual. Una vez, él bailó en Simjá Torá en la sinagoga local, pero los judíos lugareños se fueron a sus casas diez minutos luego de haber concluido las plegarias, él se quedó solo, no tenía con quien bailar y con quien hacer "farbrenguen". Cuando vio que el último de los hombres estaba listo para irse también, le suplicó que se quedara con él. Pero éste le argumentó que debía volver a su casa pues su esposa lo esperaba. Sin embargo, agregó este judío, si le asegura a él que va a tener un hijo varón (pues él tenía tres niñas y deseaba muchísimo un niño), aceptará quedarse con él. Reb Shmuel David trató de convencerlo y le dijo que él no era un Rebe y no puede prometer este tipo de cosas. Pero éste hombre le dijo que era la única condición que le pide para aceptar quedarse en la sinagoga con él. Cuando vió Reb Shmuel David que no tenía elección...le aseguró que tendría un hijo varón. Un año después este judío tuvo un hijo varón. Nos cuenta el hijo de Reb Shmuel David: Le pregunté a él, papá, ¿cómo te atreviste a tomar la responsabilidad de una promesa de tal magnitud? Al principio, mi papá se escabullía y no quería responder, pero al final dijo: Cuando un judío quiera hacer una mitzvá y es imposible hacerla de otra forma, le otorgan fuerzas desde Arriba...
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Un ciclista llegó a las puertas del Gan Edén. Un ángel le preguntó: ¿Hiciste algo especial en tu vida por lo que llegaste a ingresar al Gan Edén? "Si, una vez viajaba por la ruta y vi a un grupo de ciclistas rudos que golpeaban a un pobre muchacho". "Nu, y que hiciste?, le preguntó el ángel. "Les pedí que lo dejaran tranquilo y ellos se negaron. Entonces me acerqué al líder del grupo, un matón todo tatuado, le di una bofetada y grité: Si no paran con esto, van a tener que enfrentarse conmigo". "Muy bien, cuéntame que sucedió", dijo el ángel. "Esto ocurrió hace cinco minutos...".
El tema central en la unión de las dos parshiot que se leen esta semana, sin dudas es, la impureza de la herida llamada "Tzarat" y su purificación. Las leyes de impureza y pureza en general y las leyes de la impureza de "Tzarat" en particular, están incluidas en la parte de "Jukim" de la Torá. O sea, mitzvot supra-racionales, donde el intelecto humano tiene dificultad en encontrar motivo o razón. La impureza "Tzarat" contiene un gran número de leyes y distinciones de un extremo al otro, leyes que parecen contradecirse una a la otra. Por ejemplo, una mancha blanca pequeña en la piel (de un diámetro de 19 milímetros) impurifica al hombre, mientras que si esa misma herida sería grande y cubriría todo el cuerpo, la persona es declarada pura ("Si todo se transforma a blanco, puro es").
Una de las leyes complicadas relacionadas a la impureza "Tzarat", gira entorno de la discusión entre...El Santo Bendito Sea Él y los miembros de la corte celestial, aquellas almas sagradas que integran el tribunal celestial. En la Torá dice: "que hizo que el pelo (de la zona afectada) se pusiese blanco" (Vaikrá 13:10), de este versículo la Guemará estudia, que el pelo blanco es considerado una señal de impureza únicamente si se tornó blanco luego de la erupción (baheret), pero si era blanco antes que la erupción, no es impureza en absoluto. Surge la pregunta: ¿Qué sucede en una situación de duda? En una situación que no sabemos que aconteció primero, la erupción o el pelo blanco.
La Guemará (Baba Metzia 86A) relata la discusión que se desarrolla entre el Santo Bendito Sea Él que argumenta que en una situación dudosa como está, la persona es pura, mientras que los miembros de la corte celestial sentencian la condena como impuro. ¿Nu? Si hay discrepancia, se necesita arbitrar y definir. Buscaron en los cielos quien puede resolver la diferencia entre las dos partes y evaluaron y determinaron traer (al mundo celestial) al experto número uno en leyes de heridas en el mundo (terrenal), que no es sino Raba bar Najmani, "el único que sabe de heridas e y el único que sabe de impurezas de tiendas". Con la partida de este mundo de Raba bar Najmani y su ascenso al mundo que es totalmente bien, él sentenció: ¡Puro, puro!
A pesar de ser un relato interesante, hace levantar las cejas y despierta análisis:
1- ¿Cómo es posible un debate entre la "corte celestial" y el Santo Bendito Sea Él? ¿Desde cuándo es posible objetar a Di-s?
2- ¿Por qué necesitaron que justamente Raba bar Najmani determine la sentencia?
3- ¿Cómo relacionamos esto con la Redención verdadera y completa?
Para responder estas preguntas difíciles, debemos establecer primero el significado verdadero de impureza y pureza, su raíz y su esencia. En la Torá del Jasidismo (Sidur Im Da"j, al final de Cavanat HaMikve) está explicado que el origen de la impureza llega como consecuencia de un aumento del ego de las criaturas, cuando ellos se sienten a sí mismos como una existencia independiente y dañan la relación directa con su vitalidad Divina hasta posibilitar que la impureza se apodere de ellos.
Una persona que se impurificó debe atravesar un proceso de purificación, que es en esencia, un proceso de anulación frente al Creador. Casi todas las purificaciones están ligadas a una inmersión en aguas, pues la inmersión (Tebilá) es una acción que en su movimiento comienza de nuevo una relación de anulación de la criatura frente al Creador. Vemos esto en la palabra "Tebilá" que está compuesta de las mismas letras que la palabra "Bitul" (anulación). La Tebilá (inmersión) demuestra que la criatura está anulada frente al Creador.
El Santo Bendito Sea Él y el tribunal celestial representan dos distintas categorías de la revelación Divina que otorga vida a las criaturas. El Santo Bendito Sea Él, tal como Su nombre lo indica, representa la vitalidad Divina que está consagrada y separada, de forma totalmente desproporcional, de los mundos y las criaturas. Esta categoría es conocida en la Torá del Jasidismo y la Cábala como "Sobeb Col Almín" (abarca todos los mundos). Con respecto a ella, la existencia de las criaturas está anulada totalmente, una anulación existencial (Bitul BeMetziut). En la práctica, con respecto a este nivel infinito, la existencia de las criaturas es captada como una cosa extraña, novedosa, como una cuestión excepcional, pues la existencia única y simple, en verdad, es la existencia de Di-s. Frente a esto, el tribunal celestial simboliza otra categoría, que representa a la vitalidad Divina que se comprime y limita de acuerdo a los marcos naturales del mundo, pues con respecto a ella, el mundo con todas sus criaturas, vive, existe y respira. Es denominada "Memale Col Almín" (llena todos los mundos). Esta es la vitalidad Divina que se inviste en el interior del mundo y de las criaturas y es la que les suministra su existencia, su entidad y junto a esto, también su ser (su yo, es decir, su tendencia negadora de la Divinidad). Se comprende, que la anulación de las criaturas de esta categoría es parcial, una anulación del "yo" solamente (Bitul HaIesh).
A la luz de lo mencionado, explica el Rebe de Lubavitch la causa de la discusión. Cuando existe una duda sobre un hombre específico, si su "yo" prevalece sobre su "anulación", si es "impuro" o es "puro", la categoría del "Santo Bendito Sea Él" que registra a la anulación de las criaturas como algo simple, explicará que mientras que no sido probado bajo ninguna sombra de duda que la persona es una entidad egocéntrica, entonces se la considerada anulada y por lo tanto, ¡pura!
Sin embargo, el tribunal celestial, registra el egocentrismo de las criaturas como algo simple, allí saben cabalmente que es factible una sensación de "yo" en las criaturas y por ello, incluso en una situación dudosa se determina que la persona es impura. Si se despierta una duda en cuanto a su anulación a Di-s, esto es una prueba suficiente para demostrar que no está anulado y por lo tanto, se sentencia que es ¡impuro!
¿Y que pasa con Raba bar Najmani? Raba bar Najmani es "el único que sabe de heridas y el único que sabe de impurezas de tiendas". Raba bar Najmani está conectado con "el Único del mundo", el Creador en sí mismo, más allá de toda categoría o nivel. Desde el punto de vista del Creador, la existencia de las criaturas es real y es definida también como existencia, "la existencia de la criatura es la existencia real". Desde su aspecto, no hay diferencia entre las dos factores, Creador y criatura, Divinidad y mundos, pues solo hay una existencia, un único Di-s que constituye todo. En este nivel no hay lugar a la impureza en una situación de duda, no solo por causa que no desciende a la categoría de las criaturas, sino por que desde este punto de vista, Todo en realidad es Divinidad.
La diferencia puede mantenerse solo cuando hay dos lados y el arbitrio de Raba bar Najmani muestra que en esencia existe un solo lado, ¡el Creador! Por ello, no hay ningún motivo para la discusión y ningún motivo para declarar impureza, pues todo en verdad es puro, ¡Todo es el Creador!
La Redención verdadera y completa expresa con exactitud esta cuestión. En la Redención finalmente se revelará como cada criatura y cada elemento en la Creación es, en esencia, una parte de la existencia de Di-s y en verdad, no hay otra existencia. La Redención anulará la "diferencia" que existe entre la existencia de las criaturas y su anulación, entre la vitalidad de los mundos y su nulidad, entre el hombre y su Creador. La Redención revelará ¡que todo es UNO, todo es Él y no hay nada fuera de Él! La fuerza para este enfoque innovador se deriva del estudio de la Torá. Tal como fue la vida de Raba bar Najmani, que fue consagrada a la internalización de la observación y la perspectiva Divina por medio de un estudio constante y un esfuerzo tremendo en la Torá. De la misma forma, sucede con nosotros en la actualidad, víspera de la Redención, a través de un aumento en el estudio de la Torá y fundamentalmente en sus temas sobre Mashíaj y Redención, ¡podremos internalizar, observar y sentir cómo el Mashíaj está en la puerta y la Redención ya está aquí!
Y como un único judío (como Raba bar Najmani) tiene el poder de producir la Redención en el mundo lo estudiaremos de la siguiente historia:
Reb Shmuel David HaLeví Raichik, fue un jasid formidable, emisario del Rebe y rabino de la comunidad de Jabad en Los Ángeles. En el principio de su misión, esta ciudad aún era un desierto espiritual. Una vez, él bailó en Simjá Torá en la sinagoga local, pero los judíos lugareños se fueron a sus casas diez minutos luego de haber concluido las plegarias, él se quedó solo, no tenía con quien bailar y con quien hacer "farbrenguen". Cuando vio que el último de los hombres estaba listo para irse también, le suplicó que se quedara con él. Pero éste le argumentó que debía volver a su casa pues su esposa lo esperaba. Sin embargo, agregó este judío, si le asegura a él que va a tener un hijo varón (pues él tenía tres niñas y deseaba muchísimo un niño), aceptará quedarse con él. Reb Shmuel David trató de convencerlo y le dijo que él no era un Rebe y no puede prometer este tipo de cosas. Pero éste hombre le dijo que era la única condición que le pide para aceptar quedarse en la sinagoga con él. Cuando vió Reb Shmuel David que no tenía elección...le aseguró que tendría un hijo varón. Un año después este judío tuvo un hijo varón. Nos cuenta el hijo de Reb Shmuel David: Le pregunté a él, papá, ¿cómo te atreviste a tomar la responsabilidad de una promesa de tal magnitud? Al principio, mi papá se escabullía y no quería responder, pero al final dijo: Cuando un judío quiera hacer una mitzvá y es imposible hacerla de otra forma, le otorgan fuerzas desde Arriba...