"El reino del Mashíaj crece y se revela dentro del reino de Edom (En el pasado Roma, hoy el mundo occidental), pues a través de la destrucción del reino de Edom, sube y se revela el reino de los cielos: "Y será para Di-s la soberanía". La destrucción de Edom vendrá solo por medio de la destrucción de este mundo físico, cuando el Santo Bendito Sea Él lleve al mundo a un estado cuyas bases colapsarán, la tranquilidad será apelada, las vidas personales se transformarán en vidas de preocupación, miedo y sufrimientos, y todo el mundo se ubicará bajo el temor a la destrucción y la devastación y entonces se revelará a los ojos de todos que el alardeo del hombre y por así decirlo, su orgullo por el avance en la conquista de la Creación, lo llevan solo a la ruina. Entonces reconocerán la carencia y la pérdida que hay en la vida de este mundo material, cuando ellos están vacíos de todo contenido espiritual, que lleva solo al exterminio y a la ruina. Cuando el hombre pierda la esperanza en lograr concretar sus voluntades y sus deseos, entonces se revelará la luz del Mashíaj,
"Y ascenderán salvadores en el monte de Tzion para juzgar el monte de Esav" y se verá la caída y destrucción de Edom a los ojos de todos".
Rabí Eliahu Eliezer Dessler (1892-1953) en su libro Mijtav LeEliahu Parte 3, páginas 204 y 205
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