A lo largo de su vida, la aspiración de Rabí Israel Baal Shem Tov, de viajar a la tierra de Israel fue muy importante. Su objetivo era acercar y apurar la Redención completa. Para este objetivo, realizó algunas acciones vitales: A) Creó un vínculo con los grandes tzadikim (justos) de la generación, con la condición de encontrarse con ellos en la ciudad sagrada de Jerusalem, en un momento convenido por ellos, para activar allí el objetivo superior de lograr la Redención. B) Él mismo envió a la Tierra de Israel, primero en secreto y luego abiertamente, varios de sus alumnos, para que produjeran con discreción los preparativos para su llegada y posterior tarea.
Con respecto a su primera acción, logró una relación espiritual con dos grandes sabios: Rabí Jaim ben Atar, el sagrado "Or HaJaim", al que consideró como el Mashíaj ben David de su generación y con Rabí Moshe Jaim Luzzatto, el sagrado "Ramjal", al que consideró como el Mashíaj ben Iosef de su generación. Al ser que su propia alma tenía raíces de Moshe Rabenu (Moisés) y del rey David, tenía la esperanza de unirlos y acelerar la Redención que aguardaba de Di-s. Pero durante su viaje desde Mezibush en dirección a Constantinopla y de allí a la Tierra de Israel, fallecieron los dos en el mismo lapso de tiempo.
En relación a su segunda acción, el Baal Shem Tov envió a su cuñado y eminente discípulo Rabí Abraham Guershon de Kitov a la ciudad sagrada de Jerusalem a preparar su llegada (con el paso del tiempo éste se convertiría en el rabino ashkenasi de la ciudad). Luego de esto, él envió a sus alumnos más preciados junto a otras setenta familias para instalarse en la Tierra Sagrada para dedicarse a las mitzvot relacionadas con la Tierra de Israel. A la cabeza de este grupo, estaban sus más grandes alumnos, Rabí Menajem Mendl de Primishlan, Rab Najman de Horodenka, que era el abuelo de Rabí Najman de Breslev. Varios años más tarde, otro grupo de almas elevadas de alumnos del Baal Shem Tov, ascendió a la Tierra Sagrada, junto a cientos de familias, encabezadas por Rabí Menajem Mendl de Vitebsk y Rabí Abraham HaCohen de Kalisk.
Rabí Israel Baal Shem Tov viajó dos veces hacia la Tierra de Israel dispuesto a entregar su vida para lograrlo, pero no tuvo el mérito de llegar a ella. En su primer intento viajó junto a su hija Odl y su yerno Rabí Iejiel Mijal Ashkenasi y luego de muchos obstáculos peligrosos y milagros, casi se hunden el mar en el trayecto entre Constantinopla y la Tierra de Israel. Tras dos años, comenzó su segundo intento de llegar a la Tierra de Israel junto a su yerno que lo acompañaba, durante la travesía en el mar, cayeron cautivos de una banda de piratas. Luego de una salvación milagrosa en Jol HaMoed Pesaj, llegan a la península de Crimea el séptimo día de Pesaj, allí la comunidad judía local logra rescatarlos y devolverles su libertad. Desde entonces, se fijó este día, como el día de la salvación del Baal Shem Tov de "las aguas maliciosas".
Ellos se vieron obligados a retornar a la fuerza al continente europeo. Este último viaje es conocido y recordado desde entonces en las comunidades jasídicas como "el viaje famoso".
Desde aquel momento, el Baal Shem Tov no dejó de añorar la Tierra de Israel y prepararse para un nuevo viaje. Diez años antes de su partida de este mundo, el año 5510 (1750) escribió en una de sus cartas a su cuñado Rabí Abraham Guershon de Kitov que vivía en la Tierra de Israel: "No pierdo la esperanza de mi viaje a la Tierra de Israel, si así lo quiere el deseo de Di-s, y estar contigo juntos".
Desde aquel momento, el Baal Shem Tov no dejó de añorar la Tierra de Israel y prepararse para un nuevo viaje. Diez años antes de su partida de este mundo, el año 5510 (1750) escribió en una de sus cartas a su cuñado Rabí Abraham Guershon de Kitov que vivía en la Tierra de Israel: "No pierdo la esperanza de mi viaje a la Tierra de Israel, si así lo quiere el deseo de Di-s, y estar contigo juntos".
Sin embargo, el Baal Shem Tov tuvo éxito en sembrar la semilla de la Redención para las generaciones siguientes y también tuvo el mérito hace como doscientos ochenta años de enviar un grupo de jasidim y alumnos que ascendieron a la Tierra de Israel y abrir de nuevo el portón al retorno definitivo a Tzion en en este tiempo.
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