Imaginemos a una persona que tiene un cheque bancario por la suma de un millón de dólares, pero ni siquiera tiene dinero para tomar el autobús para llegar al banco y hacer efectivo el cheque. Él decide ir a pie y cuando llega luego de una prolongada caminata, él descubre que el banco está cerrado! Al otro día va nuevamente y llega a tiempo, pero el empleado bancario le explica que en ese momento no puede hacerle efectivo el cheque, al ser que necesita la autorización del gerente del banco y de la oficina de impuestos.
Por un lado, él es una persona con una gran
riqueza. Tiene un millón de dólares en sus manos! Por otro lado, es un pobre decaído, pues en la práctica, no tiene ni un centavo en su bolsillo para viajar. Le queda a él, la forma de enfocar la situación, para bien y en positivo y no desesperanzarse hasta cambiar el cheque en dinero en efectivo.
Lo mismo pasa con nosotros y mucho más. El Rebe nos otorgó un cheque bancario, una promesa segura y una profecía que el Mashíaj viene. Por otro lado, nosotros observamos alrededor y vemos galut (exilio). Ahora depende en que nos concentramos, en el galut y en las dificultades o en la Gueulá pronta "que ya está en nuestras manos". Esto es lo que transforma a una persona en alegre o Di-s libre, lo opuesto.
La dedicación al estudio de temas de la Torá sobre la Gueulá y el Mashiaj debe ser con seriedad, realmente que este sea nuestro "pan". Cuando un joven jasid o un estudiante come, él no come porque el Rebe quiere que "las almas estén en los cuerpos" sino porque está hambriento y le es sabroso! Así, debe ser nuestra ocupación, permanente en temas de Gueulá y Mashíaj y entonces, como dice el Rebe, empezamos a "vivir" la Redención.
Por ende, no le molesta al judío lo que no tiene, él observa los últimos instantes del exilio "desde arriba", y está con alegría por lo que tiene y por lo que enseguida, de inmediato, él tendrá, cuando el Mashíaj se revele.
(HaRab Moshe Mordejai Orenshtein z"l, traducción de sus palabras, dedicadas en su memoria)