Viene Mashíaj - La única web en español sobre la llegada del Mashiaj. El objetivo de la vida, hacer de este mundo una morada para Di-s. La llegada del Mashiaj es uno de los 13 principios de fe del pueblo judío. El Rebe de Lubavitch ha anunciado lo inminente de este fenómeno y está en nuestras manos lograrlo. ¿Como? Estudiando sobre el Mashiaj y la Gueulá. Creada y editada por Centro Leoded - Jabad Argentina
יחי אדוננו מורנו ורבינו מלך המשיח לעולם ועד
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Dvar Maljut - El Rebe de Lubavitch en la parshá Lej Lejá 5752 - Descubriendo las fuerzas ocultas en el Jasidismo y en la Redención

1. Lej Lejá es una parshá de la Torá de importancia global y fundamental, porque comienza la descripción de las actividades de Abraham, el primer judío. Empieza con el mandato de Di-s a Abraham de abandonar su tierra natal, describe su viaje a través de Eretz Israel (la tierra de Israel), las promesas de Di-s hacia él, y culmina con la descripción de la circuncisión de Abraham. Todos estos eventos son de importancia general, compartiendo relevancia no solo para Abraham, sino para todos sus descendientes.
Con la tarea espiritual de Abraham comenzó el período denominado "los dos mil años de Torá", es decir, se inició el proceso de preparación para la entrega de la Torá y su posterior aplicación al mundo. Además, la unión con Di-s que logró a través de su servicio fue similar a
 la unión lograda después de la entrega de la Torá. Sin embargo, debemos entender la relevancia de estos asuntos en relación a nosotros en la actualidad. La intención no es simplemente que apreciemos que el servicio de Abraham representa un evento histórico que ayudó a concretar nuestra relación actual con Di-s. Más bien, esta narrativa debe proporcionarnos un concepto con el que podamos vivir y aplicar en nuestras vidas en el presente.
La dificultad para apreciar la relevancia del relato del servicio de Abraham se vuelve más difícil de concebir a la luz de la afirmación anterior de que su servicio fue una preparación para la entrega de la Torá. Porque en la actualidad, la Torá ya ha sido dada. De hecho, cada día bendecimos a Di-s como "el Dador de la Torá" usando el tiempo presente, lo que implica que todos los días, la Torá se da de nuevo. Si es así, es difícil comprender la relevancia actual de los acontecimientos de Lej Lejá que son pasos preparatorios para la entrega de la Torá, en nuestro contexto actual.
Además, no se puede explicar que esta lectura de la Torá estaría dirigida solo a aquellos individuos cuya conexión con la entrega de la Torá es deficiente y necesitarían "prepararse para recibirla", porque la entrega de la Torá no depende del servicio espiritual de los judíos, por el contrario, es una revelación desde Arriba que produjo y efectúa cambios en el mundo en general y en el pueblo judío, llevándolos a un nivel total de plenitud. 

Sin embargo, la concepción de que la entrega de la Torá es un suceso en tiempo presente, esto en sí mismo sirve como explicación de la relevancia del servicio espiritual que precede a la entrega de la Torá. Dado que la Torá se da constantemente de nuevo, el servicio de preparación para la entrega de la Torá está vigente y es siempre relevante.
2. El servicio de Lej Lejá también está conectado con el objetivo final de la entrega de la Torá, la aplicación de la Torá y sus mitzvot en nuestro mundo que se relaciona con el establecimiento y colonización de Eretz Israel y en un sentido más amplio, con nuestro servicio espiritual de “hacer de este lugar, Eretz Israel”. Así, la Parshá Lej Lejá describe la promesa de Di-s de dar Eretz Israel para el pueblo judío y los viajes de Abraham a través de la tierra, por medio de lo cual, la adquirió para sus descendientes para siempre. De hecho, solo con la promesa de Di-s sobre Eretz Israel, ya se considera haber transferido la propiedad de la tierra a Abraham.
Hay una importancia especial sobre la promesa de Di-s en la era actual, la era inmediatamente previa a la llegada de Mashíaj. Di-s le prometió a Abraham las tierras de diez naciones, incluidas no solo las tierras de las siete naciones cananeas reconquistadas por los judíos después del éxodo de Egipto, sino también las tierras de los Keni, los Kenizi y los Kadmoni. Di-s prometió, y así entregó, al pueblo judío todas estas diez tierras al mismo tiempo. Sin embargo, en la era actual, solo se nos concedieron las tierras de siete naciones y el cumplimiento de esta promesa en todo su sentido, será recién en la Era de la Redención.
Del mismo modo, es en la Era de la Redención que la relación entre el pueblo judío y Eretz Israel alcanzará un estado completo de perfección. Para entonces, el concepto de "Todos sus habitantes morarán en ella" se cumplirá de la manera más perfecta. Incluso más que en las generaciones anteriores, cuando "todos los habitantes [de la tierra vivían] sobre ella", pues eran solo los habitantes de esa generación los que vivían en Eretz Israel. En la Era de la Redención, en contraste, no solo todos los judíos de esta generación, incluidas las Diez Tribus que están actualmente detrás del Río Sambation la habitarán, sino también todos los judíos de todas las generaciones anteriores que surgirán en la Resurrección, vivirán allí.
Por lo tanto, en la generación actual, todavía estamos involucrados en el proceso de preparación para tomar posesión de Eretz Israel, para expandir la tierra de manera que incluya las tierras de los Keni, Kenizi y Kadmoni. Esto es particularmente relevante en el momento actual cuando, tomando prestado una expresión del Rebe anterior, "hemos lustrado todos los botones", y según todos las señales, la nuestra es la última generación del exilio y la primera generación de la Redención.
Aquí, también hay una conexión con el concepto descripto más arriba, que con Lej Lejá comienzan los preparativos para la entrega de la Torá, ya que en la Era de la Redención se revelará la máxima expresión de la Torá, las "una nueva (dimensión) de la Torá emergerá de Mí".
Hay una conexión entre los dos. El propósito final de la entrega de la Torá es anular la división entre los reinos materiales y los espirituales, de modo que incluso las influencias espirituales que son fundamentalmente trascendentes a la naturaleza, puedan incorporarse dentro del contexto de nuestro mundo material. Esto se logra a través de las mitzvot que se invisten en entidades materiales, que producen que estas entidades sean transformadas en artículos sagrados. De esta manera, una vivienda para la esencia de Di-s se establece en este mundo material.
Esta tarea de hacer una morada Divina comenzó con la orden de Di-s a Abraham: "Ve para ti, de tu tierra, tu lugar de nacimiento y la casa de tu padre". Abraham ya tenía 75 años cuando recibió este mandamiento y había realizado varios servicios elevados a Di-s, Abraham "reconoció a su Creador", difundió la conciencia de Él en todo el mundo y estuvo dispuesto a sacrificar su vida por Di-s. Sin embargo, ninguna de estas acciones se menciona explícitamente en la Torá, ya que representan sus esfuerzos humanos que son limitados, para vivir de una manera espiritual. Con la orden de “Lej Lejá” (Ve para ti), Abraham se apartó de este marco de referencia limitado y comenzó el servicio de anular las limitaciones que separan lo espiritual de lo material.

Lej también significa "avanzar" y, de hecho, el viaje de Abraham representó un verdadero progreso. No permaneció conforme con su servicio inicial y trató de trascender por completo su nivel anterior y proceder a un nuevo e ilimitado servicio. Este proceso de avance se refleja en el cambio de su nombre de Abram  a Abraham. Rashi explica que Abram significa "padre de Aram" (solo una nación), mientras que Abraham alude a las palabras hebreas que significan "padre de una multitud de naciones", es decir, se le dio el potencial de elevar al mundo entero.
Esto también se refleja en el mandamiento de avanzar "a la tierra que Te mostraré". La expresión "Te mostraré", areca en hebreo, también puede explicarse como "Te revelaré", es decir, a través del viaje hacia Eretz Israel, la esencia de Abraham fue revelada. Esto, a su vez, le dio el potencial para elevar el entorno que lo rodeaba, preparando al mundo para que la unión con la espiritualidad, sea lograda a través de la futura entrega de la Torá.

La unión entre lo espiritual y lo físico que Abraham logró a través de su servicio a Di-s, recibe su expresión más completa en la mitzvá de la circuncisión. La circuncisión representa un "pacto en la carne", que otorga a nuestros cuerpos físicos una dimensión de santidad. Así, cuando Abraham deseaba que Eliezer prestara un juramento mientras sostenía un objeto de santidad, le dijo: "Coloca tu mano debajo de mi muslo". 
Así, a través de la mitzvá de la circuncisión, se aplica el concepto de “las acciones de los patriarcas son una señal para sus descendientes”. Porque esta mitzvá establece una conexión entre las mitzvot realizadas por nuestros antepasados ​​y las mitzvot realizadas por sus descendientes después de la entrega de la Torá.
Entre todos las mitzvot, Di-s eligió la circuncisión para cumplir esta función de ser el nexo, ya que involucra a nuestros propios cuerpos físicos y se fija en ellos, de forma revelada, la señal del pacto con Di-s e incluye de hecho, un aspecto de nuestros cuerpos que está orientado extremadamente hacia lo mundano. La mitzvá de la circuncisión no solo debilita el deseo material asociado con esta parte de nuestros cuerpos, sino que también le infunde santidad. A través de esta mitzvá, esta porción de nuestro cuerpo sirve para expresar el pacto eterno que existe entre Di-s y el pueblo judío, revelando esta santidad a todos en el mundo en general.
Sobre esta base, podemos entender la conexión entre la promesa de Eretz Israel a los descendientes de Abraham en la Parshá Lej Lejá y la entrega de la Torá. Eretz Israel fue entregada a los descendientes de Abraham para que la transformaran en una morada para Di-s. Porque es a través de la obtención y poblamiento de Eretz Israel que la fusión de lo espiritual y lo material asociada con la entrega de la Torá llegará a su máxima expresión. Y así, el viaje de Abraham a Eretz Israel y la mitzvá de la circuncisión se pueden asociar en un mismo tema, unificar el cielo (lo espiritual) y la tierra (lo material), creando así una morada para Di-s en este mundo.

En este contexto, podemos entender la conexión de estos conceptos con el significado simple de Lej Lejá, "salir" y "avanzar". Pues el progreso hacia la entrega de la Torá y también el progreso hacia la Redención final, representan una salida de nuestro estado limitado. Así, hasta la Era de la Redención, estamos constantemente en un estado de avance, buscando tomar posesión de Eretz Israel como existe en un estado completo, una tierra de diez naciones.
Estas diez tierras simbolizan también al refinamiento de nuestros poderes personales, los siete poderes emocionales y los tres poderes intelectuales. Durante la historia, a los judíos solo se les otorgó las tierras de siete naciones, es decir, los siete poderes emocionales. Aunque también hacemos uso de nuestro intelecto, en la actualidad, el intelecto solo está en función de las emociones. En contraste, en la Era de la Redención, las tres fuerzas intelectuales se expresarán en todo su potencial, y se utilizarán para lograr un vínculo completo con Di-s. Porque a través del estudio de la Torá, se establece una fusión maravillosa, que conecta la mente de uno con Di-s, tal como Él se manifiesta en la Torá. Esto permite una unidad total pues "Di-s y la Torá son uno".
Esto se reflejará en una revelación de la Divinidad que caracterizará a la Era de la Redención, "el mundo se llenará con el conocimiento de Di-s cuando las aguas cubran el lecho marino". El "el mar de la Torá" cubrirá todos los elementos de la existencia, en la medida en que la identidad individual se vea afectada por la conciencia de Di-s.
3. Lo anterior conduce a una enseñanza práctica. Cada judío debe ejercer todo su potencial para el estudio de la Torá y, así, descubrir nuevos conceptos en la Torá. Incluso si una persona ya ha estudiado extensivamente anteriormente, todavía tiene el potencial de desarrollar nuevos horizontes en el estudio de la Torá, ya que la Torá es de naturaleza infinita. Ya que es la Torá de Di-s, es ilimitado tal como Él lo es.

El potencial de la persona para descubrir nuevos conceptos de la Torá no se refleja simplemente en el desarrollo de conceptos que reflejen sus poderes ordinarios de pensamiento. Dado que estos poderes están a su alcance y solo necesitan un pequeño grado de esfuerzo para ser revelados, los conceptos desarrollados a través de tales esfuerzos no pueden ser descritos genuinamente como "nuevos". ¿Qué conceptos son completamente "nuevos"? Aquellos que se desarrollan a través del uso del potencial oculto de una persona, poderes que uno, no es consciente que los posee.
Conceptos similares se aplican en nuestros esfuerzos por difundir el estudio de la Torá a otros. (Aquí hay una conexión específica para Shabat, porque Shabat es un momento en el que las personas deben congregarse para estudiar la Torá). Incluso cuando una persona ya tiene muchos alumnos, debe buscar constantemente "elevar el número de estudiantes en calidad y en cantidad", porque hay muchas personas a las que se puede llegar e involucrar en el estudio de la Torá.
Del mismo modo, los conceptos que uno comparte con otros deben ser desafiantes. Deben motivar a los estudiantes a usar y desarrollar sus propios poderes ocultos para descubrir nuevos conceptos en la Torá.
Existe un potencial especial para esta tarea en el momento actual. Como se mencionó anteriormente, desarrollaremos todo el potencial de nuestros tres poderes intelectuales en la Era de la Redención, pero es posible lograr un anticipo de ese nivel de conciencia en el tiempo presente. Además, el desarrollo de nuestros procesos de pensamiento precipitará el advenimiento de la Redención. Este concepto es especialmente aplicable cuando el tema estudiado está dentro del ámbito de Pnimiut HaTorá (la dimensión interior de la Torá, el Jasidismo) y más específicamente, cuando el estudio trata de conceptos específicos sobre la Redención.
Y esto llevará a la era en que “la ocupación del mundo entero será únicamente conocer a Di-s”. Además, en ese momento, la Divinidad permeará, no solo el reino humano, sino la totalidad de la existencia como el profeta dice: "Gritará una piedra de la pared". "Y sabrá todo ser activado que Tu lo has activado". Porque se revelará cómo el mundo entero es una morada para Di-s. Que esto tenga lugar en el futuro inmediato.

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