una persona ("Yo") y Di-s ("mi amado").
En particular, esta conexión es por naturaleza de carácter doble, pues involucra el despertar de los judíos para establecer una conexión con Di-s y elevar así el plano terrenal a través del servicio de la Torá y las mitzvot, como se alude en las palabras "Yo, para mi amado". Y del mismo modo, esta conexión incluye el despertar de la influencia y la asistencia desde Arriba (la Divinidad) como se refleja en las palabras, "mi Amado es mío".
Aunque el acrónimo anterior menciona ambos servicios, comienza con "Yo, para mi amado", que refleja el despertar del pueblo judío. Este es el fundamento de todo servicio espiritual, incluso antes de que haya una revelación desde lo Alto, un judío debe comenzar a servir a Di-s por su propia iniciativa.
El objetivo final de la creación del hombre y el descenso de su alma a este mundo es servir a Di-s por su propia iniciativa. Y además, mediante tal servicio espiritual, el hombre obtiene el placer mas sustancioso. Es de naturaleza humana, tanto la de los gentiles como la de los judíos, apreciar y valorar algo, por lo que se ha trabajado y obtenido. Por el contrario, algo por lo que no se ha trabajado es considerado como "pan de vergüenza".
También existe un despertar desde Arriba que hace posible el servicio de Elul y en esta línea, se describe a Elul como el mes en que se revelan los Trece Atributos de Compasión de Di-s y el mes en que "el Rey está en el campo". Estas influencias, sin embargo, son de naturaleza meramente preparatoria. La esencia de Elul es el despertar del amor por parte del pueblo judío y es este despertar, el que provoca la revelación de lo Alto, "mi Amado es mío".
Dado que el servicio a Di-s por iniciativa propia es el elemento principal del servicio del hombre a lo largo de todo el año, este es el servicio que se enfatiza en el mes de Elul, el mes en el que se hace un balance honesto del servicio espiritual en general. Y es a través de este servicio, que atraemos a un nivel superior de Divinidad que se refleja en las bendiciones del nuevo año.
Sin embargo, a pesar del énfasis que se hace en el servicio a Di-s por iniciativa propia, de todas formas, dado que ambos impulsos espirituales -también la revelación desde lo Alto- se aluden en el nombre de Elul, se deduce que el balance que se lleva a cabo en este mes, debe enfocarse en ambos impulsos. Porque hay servicios espirituales llevados a cabo por el pueblo judío que logran la revelación desde Arriba y emprender estas tareas espirituales facilita el aspecto final de la revelación desde Arriba, "mi Amado es mío", la manifestación de amor de Di-s por los judíos.
La importancia de hacer un balance de estos dos servicios espirituales se refleja en el hecho de que siempre hay dos días en Rosh Jodesh para el mes de Elul. En particular, este año, cuando estos dos días caen en Shabat y en el día primer día de la semana (domingo), se resalta la conexión con estos dos servicios. El día domingo refleja el servicio de elevar el plano terrenal, mientras que el día de Shabat representa la revelación de la Santidad desde el cielo.
Esto es percibido en la descripción de la Creación de la existencia (un fenómeno que, en el sentido espiritual, se repite todas las semanas). El domingo fue el primer día de la Creación, el comienzo de la existencia del plano mundano. Y a partir de ese día, procedemos día tras día, en un proceso de elevación y refinamiento, preparándonos para el Shabat, como dijeron nuestros Sabios: "Quien se esfuerce en la víspera de Shabat (que en un sentido amplio se refiere a todos los días de la semana), comerá en Shabat".
Shabat, por el contrario, es un día de placer espiritual y además, este placer se revela y se despliega incluso dentro de las entidades materiales de este mundo. Y es desde el día de Shabat que "todos los días de la próxima semana son bendecidos", es decir, la influencia de Shabat contiene los factores positivos que se manifestarán en la semana entrante.
Dado que todo en el mundo, incluso los elementos fundamentales de la existencia se crearon "por causa del pueblo judío" y "por causa de la Torá", el concepto de "Shabat y día domingo", existen en paralelo dentro del servicio Divino de un judío.
Un judío está formado por un alma - "una parte real de Di-s en lo Alto"- y un cuerpo - una entidad física que proviene del polvo. Desde la perspectiva del cuerpo, existe la necesidad de un servicio de elevación del plano físico de la existencia y que este servicio sea un proceso paso a paso como se refleja en la forma en que procedemos, día a día avanzando en el tarea de refinamiento espiritual. En contraste, desde la perspectiva del alma, el servicio es de revelación desde lo Alto, comenzando en los niveles espirituales más elevados y atrayéndolos hacia este mundo. Cada individuo es capaz de este servicio y debe exigir tal servicio de sí mismo.
Los dos servicios están interrelacionados. Incluso en aquellos días que se caracterizan por la Santidad y el servicio espiritual está por encima de las limitaciones del hombre, uno no debe perder la visión total del entorno material de uno. Por lo tanto, estos días también se cuentan como días de la semana, es decir, como si fueran por ejemplo un domingo o un lunes. De manera similar, mientras el Beit HaMikdash estaba en pie, además de las ofrendas especiales de los días festivos, también se realizaba la ofrenda diaria que se efectuaba cada día del año.
Por el contrario, un judío comienza su servicio espiritual todos los días, incluso en días laborables, con la declaración, Mode Ani, en la que agradece a Di-s por devolver su alma, es decir, se hace hincapié en la revelación desde lo Alto. Esta conexión con Shabat, la revelación desde lo Alto, de los días de la semana también se refleja en la enseñanzas de nuestros sabios, en relación a que Shamai "el anciano", comía siempre "en honor de Shabat". Si el primer día de la semana, él veía un animal de calidad, lo compraba para Shabat. Si luego encontraba una opción aún mejor, la compraba para Shabat y usaba la primera compra para las comidas del día de la semana. De esta manera, cada momento de su existencia se asoció con el Shabat.
En general, estos dos caminos de servicio espiritual se pueden identificar con las dos categorías generales que simbolizan las tribus de Isajar y Zevulun. Isajar, los estudiantes de la Torá, están asociados con el servicio de la revelación desde lo Alto. En contraste, la vida laboral de Zevulun, aquellos involucrados en el comercio y la actividad financiera, es de elevar el mundo y el entorno natural en el que se encuentran.
Como se mencionó anteriormente, estos dos aspectos, el servicio de elevar el plano terrenal y al hacerlo, servir a Di-s por iniciativa propia, son de fundamental importancia. Esto también se refleja en la observancia de los dos días de Rosh Jodesh Elul este año. El primer día de Rosh Jodesh Elul es el trigésimo día del mes de Menajem Av. El mes de Elul comienza el segundo día de Rosh Jodesh y es en ese día que comienza el sonido del Shofar y otras costumbres asociadas a este nuevo mes. Y por lo tanto, es significativo que el segundo día de Rosh Jodesh Elul caiga el domingo, el día asociado con el comienzo del servicio de elevación del plano material.
Para explicar este concepto con mayor profundidad: Dado que "Di-s desea para Él, una vivienda en los mundos inferiores", el servicio fundamental que le rendimos debe tener lugar en el contexto de estos mundos, siguiendo el orden natural establecido dentro de la Creación. Tal servicio se caracteriza por una progresión gradual, yendo de un nivel al próximo, comenzando desde el domingo, el primer día.
Aunque un judío tiene un alma que es "una parte real de Di-s" y debido a que posee esta alma puede llevar a cabo este servicio de elevar el reino terrenal, esta alma se ha enredado en un cuerpo físico. Como el alma está encerrada dentro del cuerpo, está limitada por el cuerpo y los límites naturales del mundo. Y así su servicio debe comenzar en este plano. Y es a través de este servicio de "Yo, para mi Amado", un judío afirma su compromiso con Di-s y eleva su ambiente material que cumple el propósito final de toda la Creación, establecer una morada para Di-s en este mundo material.
En base a lo anterior, podemos resolver una pregunta relacionada: Ya que el hombre fue creado en el sexto día de existencia, al parecer, él debe comenzar su cálculo de la semana a partir de ese día. ¿Por qué comenzamos a contar la semana desde el domingo? Para enfatizar cómo la meta esencial de nuestro servicio espiritual es transformar a este mundo en una vivienda para Di-s. Y el enfoque se centra en este objetivo al comenzar nuestra cuenta semanal, no desde el viernes cuando la Creación del mundo alcanza un estado de finalización, sino desde el domingo, la etapa inicial de servicio.
Este servicio transforma el mundo en una morada para la esencia de Di-s, un lugar donde se revela el aspecto más fundamental de Su ser. Así como en la Creación del mundo, solo la esencia de Di-s puede traer a la existencia la realidad material existente, así también, es la esencia de Di-s la que se expresará en la morada establecida en este mundo. Y además, este servicio espiritual producirá una mayor revelación en las demás áreas espirituales de la existencia.
De manera similar, es a través de este servicio espiritual que un judío toca la esencia de su alma. Cuando el alma está enredada en el cuerpo y trabaja para elevar el entorno material, se revela la esencia del alma. Y al mismo tiempo, este servicio eleva al resto de los niveles superiores del alma. La metáfora del Jasidismo dice: Cuando un edificio es levantado desde abajo, cada aspecto del edificio también es elevado.
Con base en lo anterior, podemos concluir que el análisis y balance de nuestro servicio espiritual que debe realizarse en el mes de Elul debe ser triple, centrándose en el servicio realizado por el hombre por iniciativa propia elevando el ámbito mundano, el servicio involucrado con la revelación desde Arriba y la fusión de estos dos primeros movimientos.
Cada uno de los servicios, la elevación del reino terrenal y la revelación desde lo Alto posee una virtud que falta en el otro. El servicio llevado a cabo por el hombre por su propia iniciativa es internalizado por él y se convierte en parte de sus propios procesos de pensamiento. Sin embargo, está restringido por nuestras limitaciones humanas; incluso la revelación desde lo Alto que evoca este servicio es de naturaleza limitada.
Por el contrario, la revelación desde lo Alto revela un aspecto del alma de judío que está por encima de nuestros límites ordinarios mundanos. Este nivel, sin embargo, no se internaliza con nuestros procesos de pensamiento. Por lo tanto, el máximo nivel de cumplimiento implica una fusión de estos dos servicios. Esto resulta de una revelación de la esencia de Di-s que, a su vez, es provocada por la activación del potencial esencial en el hombre, el despertar de "Yo, para mi Amado". Esto permite que las revelaciones que trascienden nuestro marco de referencia se expresen y sean internalizadas dentro de ese marco.
Por lo tanto, un judío debe hacer una evaluación y ver si, de hecho, ha recurrido a Di-s por iniciativa propia y cuál es la medida en que ha sido capaz de elevar su entorno. Del mismo modo, debe hacer un recuento de la manera en que ha utilizado las revelaciones impartidas desde Arriba, las revelaciones que se derivan de la Divinidad esencial de su alma. Y también debe hacer un balance y ver si ha sido capaz de fusionar los dos, combinando "Yo, para mi Amado" con "mi Amado es mío".
Este balance no es solo de naturaleza individual, sino que afecta al mundo en general. Como Maimónides escribe, una sola mitzvá realizada por un individuo tiene el poder de inclinar la balanza del mundo entero y traer la salvación y la liberación.
2. Nuestro servicio de inventario espiritual también debe estar relacionado con la Redención futura, ya que es responsabilidad del pueblo judío traer esta Redención. De acuerdo con todos los signos mencionados por nuestros sabios, la Redención debería haber venido. Y, por lo tanto, nuestras energías se centran en este objetivo. En esto, hay una conexión a la lectura de la Torá de esta semana, la parshá Ekev, que se relaciona con este período actual de la historia, que se describe como Ikveta deMeshija (talones y/o pisadas del Mashíaj). Hay dos explicaciones de este término: a) El primero se centra en el significado más común de la palabra ekev, "talón", la parte menos sensible del cuerpo. Así Ikveta deMeshija se refiere al más bajo de todos los niveles en la historia espiritual del pueblo judío, una generación caracterizada por una oscuridad espiritual multiplicada, en la que han tenido lugar todos los presagios indeseables que nuestros sabios dijeron que precederían a la Era de la Redención. b) Ekev también significa "final". Por lo tanto, se refiere al final del exilio, el tiempo inmediatamente anterior a la llegada de Mashíaj. Esto con certeza se refiere a nuestra generación, y tomando una expresión usada por el Rebe Anterior de que "faltan lustrar los botones para la llegada del Mashíaj", afirmamos que se han "pulido los botones", es decir, todo el servicio que se nos exige ha sido completado y estamos en el umbral de la Redención. Y por lo tanto, a la espera ansiosa de la época en que Di-s juntará a todos los judíos del exilio y los llevará a la Tierra de Israel, por lo tanto, clamamos "Ad Matai", "¿Hasta cuándo, estaremos obligados a permanecer en el exilio”.
Las dos explicaciones del término Ikveta deMeshija están relacionadas. Es precisamente cuando los judíos han alcanzado los niveles bajos implicados por la primera explicación, que sucederá el cumplimiento del final prometido por la segunda explicación.
En este sentido, el balance espiritual que debemos llevar a cabo en el mes de Elul, también debe enfocarse en la inminencia de la Redención. Un judío tiene el potencial de despertarse a sí mismo, despertar a los demás y despertar a Di-s, sí mismo, por así decirlo. Como se mencionó, de acuerdo con todas las señales dadas por nuestros sabios, y definitivamente a la luz de los milagros que hemos presenciado recientemente, la Redención final ya debería haber llegado y en este año. Porque los milagros descriptos en el libro Ialkut Shimoni se llevarán a cabo en "el año en que el Rey Mashiaj será revelado".
Además, la llegada de Mashíaj será acelerada por la influencia positiva del estudio de Hiljot Beit HaBejirá, las leyes de la Construcción del Beit HaMikdash. Di-s ha prometido que el estudio de estas leyes se considera equivalente a la construcción real del Beit HaMikdash. De hecho, el Beit HaMikdash está completamente construido en los reinos espirituales y lo único que falta es hacer que descienda aquí a esta tierra.
Ahora se sumó otra novedad, en estos últimos días se imprimió un libro Tania en sistema Braille para las personas no videntes y con esto se produjo una innovación en la difusión de los manantiales del Jasidismo impulsando aún más la Redención
Por otro lado, estamos después del 15 de Menajem Av, un día asociado con un aumento en el estudio de la Torá. Y es el Shabat en el que se bendice el mes de Elul. Elul es el momento cuando "el Rey está en el campo" y allí, Él recibe a todos Sus súbditos felizmente y concede todas sus peticiones. Por lo tanto, este es un momento en el que tenemos la fuerza y la responsabilidad de clamar a Di-s y exigir, Ad Matai!, "Hasta cuándo debemos permanecer en el exilio!".
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Aunque un judío tiene un alma que es "una parte real de Di-s" y debido a que posee esta alma puede llevar a cabo este servicio de elevar el reino terrenal, esta alma se ha enredado en un cuerpo físico. Como el alma está encerrada dentro del cuerpo, está limitada por el cuerpo y los límites naturales del mundo. Y así su servicio debe comenzar en este plano. Y es a través de este servicio de "Yo, para mi Amado", un judío afirma su compromiso con Di-s y eleva su ambiente material que cumple el propósito final de toda la Creación, establecer una morada para Di-s en este mundo material.
En base a lo anterior, podemos resolver una pregunta relacionada: Ya que el hombre fue creado en el sexto día de existencia, al parecer, él debe comenzar su cálculo de la semana a partir de ese día. ¿Por qué comenzamos a contar la semana desde el domingo? Para enfatizar cómo la meta esencial de nuestro servicio espiritual es transformar a este mundo en una vivienda para Di-s. Y el enfoque se centra en este objetivo al comenzar nuestra cuenta semanal, no desde el viernes cuando la Creación del mundo alcanza un estado de finalización, sino desde el domingo, la etapa inicial de servicio.
Este servicio transforma el mundo en una morada para la esencia de Di-s, un lugar donde se revela el aspecto más fundamental de Su ser. Así como en la Creación del mundo, solo la esencia de Di-s puede traer a la existencia la realidad material existente, así también, es la esencia de Di-s la que se expresará en la morada establecida en este mundo. Y además, este servicio espiritual producirá una mayor revelación en las demás áreas espirituales de la existencia.
De manera similar, es a través de este servicio espiritual que un judío toca la esencia de su alma. Cuando el alma está enredada en el cuerpo y trabaja para elevar el entorno material, se revela la esencia del alma. Y al mismo tiempo, este servicio eleva al resto de los niveles superiores del alma. La metáfora del Jasidismo dice: Cuando un edificio es levantado desde abajo, cada aspecto del edificio también es elevado.
Con base en lo anterior, podemos concluir que el análisis y balance de nuestro servicio espiritual que debe realizarse en el mes de Elul debe ser triple, centrándose en el servicio realizado por el hombre por iniciativa propia elevando el ámbito mundano, el servicio involucrado con la revelación desde Arriba y la fusión de estos dos primeros movimientos.
Cada uno de los servicios, la elevación del reino terrenal y la revelación desde lo Alto posee una virtud que falta en el otro. El servicio llevado a cabo por el hombre por su propia iniciativa es internalizado por él y se convierte en parte de sus propios procesos de pensamiento. Sin embargo, está restringido por nuestras limitaciones humanas; incluso la revelación desde lo Alto que evoca este servicio es de naturaleza limitada.
Por el contrario, la revelación desde lo Alto revela un aspecto del alma de judío que está por encima de nuestros límites ordinarios mundanos. Este nivel, sin embargo, no se internaliza con nuestros procesos de pensamiento. Por lo tanto, el máximo nivel de cumplimiento implica una fusión de estos dos servicios. Esto resulta de una revelación de la esencia de Di-s que, a su vez, es provocada por la activación del potencial esencial en el hombre, el despertar de "Yo, para mi Amado". Esto permite que las revelaciones que trascienden nuestro marco de referencia se expresen y sean internalizadas dentro de ese marco.
Por lo tanto, un judío debe hacer una evaluación y ver si, de hecho, ha recurrido a Di-s por iniciativa propia y cuál es la medida en que ha sido capaz de elevar su entorno. Del mismo modo, debe hacer un recuento de la manera en que ha utilizado las revelaciones impartidas desde Arriba, las revelaciones que se derivan de la Divinidad esencial de su alma. Y también debe hacer un balance y ver si ha sido capaz de fusionar los dos, combinando "Yo, para mi Amado" con "mi Amado es mío".
Este balance no es solo de naturaleza individual, sino que afecta al mundo en general. Como Maimónides escribe, una sola mitzvá realizada por un individuo tiene el poder de inclinar la balanza del mundo entero y traer la salvación y la liberación.
2. Nuestro servicio de inventario espiritual también debe estar relacionado con la Redención futura, ya que es responsabilidad del pueblo judío traer esta Redención. De acuerdo con todos los signos mencionados por nuestros sabios, la Redención debería haber venido. Y, por lo tanto, nuestras energías se centran en este objetivo. En esto, hay una conexión a la lectura de la Torá de esta semana, la parshá Ekev, que se relaciona con este período actual de la historia, que se describe como Ikveta deMeshija (talones y/o pisadas del Mashíaj). Hay dos explicaciones de este término: a) El primero se centra en el significado más común de la palabra ekev, "talón", la parte menos sensible del cuerpo. Así Ikveta deMeshija se refiere al más bajo de todos los niveles en la historia espiritual del pueblo judío, una generación caracterizada por una oscuridad espiritual multiplicada, en la que han tenido lugar todos los presagios indeseables que nuestros sabios dijeron que precederían a la Era de la Redención. b) Ekev también significa "final". Por lo tanto, se refiere al final del exilio, el tiempo inmediatamente anterior a la llegada de Mashíaj. Esto con certeza se refiere a nuestra generación, y tomando una expresión usada por el Rebe Anterior de que "faltan lustrar los botones para la llegada del Mashíaj", afirmamos que se han "pulido los botones", es decir, todo el servicio que se nos exige ha sido completado y estamos en el umbral de la Redención. Y por lo tanto, a la espera ansiosa de la época en que Di-s juntará a todos los judíos del exilio y los llevará a la Tierra de Israel, por lo tanto, clamamos "Ad Matai", "¿Hasta cuándo, estaremos obligados a permanecer en el exilio”.
Las dos explicaciones del término Ikveta deMeshija están relacionadas. Es precisamente cuando los judíos han alcanzado los niveles bajos implicados por la primera explicación, que sucederá el cumplimiento del final prometido por la segunda explicación.
En este sentido, el balance espiritual que debemos llevar a cabo en el mes de Elul, también debe enfocarse en la inminencia de la Redención. Un judío tiene el potencial de despertarse a sí mismo, despertar a los demás y despertar a Di-s, sí mismo, por así decirlo. Como se mencionó, de acuerdo con todas las señales dadas por nuestros sabios, y definitivamente a la luz de los milagros que hemos presenciado recientemente, la Redención final ya debería haber llegado y en este año. Porque los milagros descriptos en el libro Ialkut Shimoni se llevarán a cabo en "el año en que el Rey Mashiaj será revelado".
Además, la llegada de Mashíaj será acelerada por la influencia positiva del estudio de Hiljot Beit HaBejirá, las leyes de la Construcción del Beit HaMikdash. Di-s ha prometido que el estudio de estas leyes se considera equivalente a la construcción real del Beit HaMikdash. De hecho, el Beit HaMikdash está completamente construido en los reinos espirituales y lo único que falta es hacer que descienda aquí a esta tierra.
Ahora se sumó otra novedad, en estos últimos días se imprimió un libro Tania en sistema Braille para las personas no videntes y con esto se produjo una innovación en la difusión de los manantiales del Jasidismo impulsando aún más la Redención
Por otro lado, estamos después del 15 de Menajem Av, un día asociado con un aumento en el estudio de la Torá. Y es el Shabat en el que se bendice el mes de Elul. Elul es el momento cuando "el Rey está en el campo" y allí, Él recibe a todos Sus súbditos felizmente y concede todas sus peticiones. Por lo tanto, este es un momento en el que tenemos la fuerza y la responsabilidad de clamar a Di-s y exigir, Ad Matai!, "Hasta cuándo debemos permanecer en el exilio!".