Y este es el lenguaje de Meguilat Taanit: "En el día veinte de Adar, el pueblo estaba sediento de lluvia ... y por cuanto que observaron que había pasado la mayoría del mes de Adar (En la tierra de Israel ya estaba por culminar el invierno y no hay lluvias en verano) y no descendieron lluvias ... le pidieron a Joni HaMeaguel (Un tzadik hacedor de milagros y sabio de la época de los Tanaím que vivió durante el siglo -1 de la era común) ... éste dijo: "¡Amo del universo, no me muevo de aquí hasta que te apiades de tus hijos!". Las lluvias comenzaron a descender de a gotas ... dijo: "¡Amo del universo, esto no te pedí! ¡Sino lluvias para llenar los pozos y las cisternas! Las lluvias comenzaron a bajar como barriles llenos, dijo: "¡Amo del universo, esto no te pedí! ¡Sino lluvias con deseo, bendición y bondad!". Y las lluvias descendieron como es debido. Y culmina: "A ese día lo hicieron Iom Tov".
De este relato podemos aprender una enseñanza en el servicio a Hashem, como en todos los aspectos de la Torá. De qué forma debe ser el concepto de la plegaria en todos y cada uno de los judíos, luego de que Joni HaMeaguel allanó el camino.
Por cuanto que cada judío es el hijo del Santo, Bendito Sea Él, "Ustedes son hijos para Di-s, vuestro Di-s" y esto se aplica sin poner en consideración su estado y su situación personal, etc., "de una forma u otra, ellos son mis hijos", por lo tanto la plegaria de cada judío al Santo, Bendito Sea Él, debe ser "como un hijo que se hace mimar por el padre". La intención de esta idea es: ¡Que él se dirige al Santo, Bendito Sea Él, con firmeza! Y pide una vez, una segunda vez y una tercera vez, etc., y si observa que aún no se cumplió su pedido plenamente, dice: "¡Esto no es lo que te pedí!
Por otro lado: Cuando observa que la atracción y descarga de la bendición es de una forma de "muchísimo bien" y no tiene aún los "recipientes" para poder contener tanto bien, "Tu bien influenciaste sobre ellos y no pueden sostenerse", ¡no hay de que avergonzarse! Sino, recae la obligación de decirle al Santo, Bendito Sea Él, que otorgue una influencia de bendición acorde al estado y a la situación de su presente actual.
Si estas palabras mencionadas antes son con respecto a la plegaria del judío en cuanto a sus necesidades particulares, ¡con mucho más razón que esto se debe aplicar con respecto a la plegaria y el pedido de cada judío en relación al tema de la Redención!, "que nuestros ojos vislumbren Tu retorno a Tzion con compasión", ¡con total certeza, que esta plegaria y este pedido debe ser "como un hijo que se hace mimar por el padre!".
(El Rebe de Lubavitch - Sefer HaSijot 5744 - 20 de Adar)