(Tehilim 72:8 - Un salmo compuesto por el Rey David para que su hijo el rey Shelomo tenga corazón para entender y hacer justicia con los pobres, y también alude al rey Mashíaj)
Está prohibido que la persona se encierre en si misma y no considere nada sobre su entorno en el mundo, diciendo: "Yo mi alma la salvé" y ubicarse en un
paraíso, un lugar de revelación de Divinidad, sino que debe dedicarse al "río", contribuir y clarificar al mundo "hasta los confines de la tierra".
Esta tarea es la que lleva a la plenitud del reinado del Mashíaj, "Y domine de mar a mar y desde el río hasta los confines de la tierra".
(El Rebe de Lubavitch - Sefer HaSijot 5751)
Este versículo forma parte de la melodía que le compusieron los jasidim al Rebe de Lubavitch cuando cumplió 71 años. Para escuchar la melodía haz click aquí abajo
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