Sinagoga Ghriba en la isla de Djerba, Túnez |
y transformarlos en ciudadanos libres como el resto de la población y se dictaron graves sanciones para quien se atreviere a comerciar con seres humanos.
Cuando escuchó Rabí Shaul HaCohen sobre la nueva ley de abolición de la esclavitud, comenzó a temblar todo su cuerpo y brotaban lágrimas de sus ojos como si -Di-s libre- le hubiera fallecido un ser querido. Se apuró y llegó a su casa cabizbajo y con inmenso dolor, con una mano sujetaba su cabeza con asombro y con la otra mano rasgó su vestimenta como señal de duelo y gritó fuertemente, con gran amargura. Al escuchar el clamor, se reunieron todos los habitantes judíos de la isla de Djerba en su casa. Todos se sorprendían de ver su gran duelo y conmoción y no comprendían sobre que se lamentaba Rabí Shaul HaCohen, se mantenían inmóviles y en silencio, esperando saber la razón del llanto y la aflicción. Solo después de una larga hora, pudo tranquilizarse y comenzó a decir: ¿No escucharon las noticias en las ferias y en las calles en relación a los esclavos?...Sorprendidos susurraban los presentes sobre que hablaba y no entendían a que se refería y además el rabino nunca poseyó esclavos o esclavas en su casa e inclusive en la mayoría de las casas judías no había. Cuando vio Rabí Shaul que no podían comprenderlo, alzó su voz, brotaron otra vez sus lágrimas y gritó: "Escuchen hermanos míos ! Sepan que estos esclavos son descendientes de Kenaan sobre quien Noé decretó: "Maldito Kenaan, esclavo de esclavos será para sus hermanos" (Bereshit 9:25) y ahora vean que Di-s los recordó para bien y despertó el corazón del rey para que sean libres. Y si ellos salieron libres, ¿Como yo puedo ver a mi pueblo y a mi patria, el pueblo elegido por Di-s, hijos de los patriarcas Abraham, Itzjak, Iaakov, columnas de la humanidad, que estamos bajo el sometimiento de las naciones, expuestos al desprecio y al exterminio en cada rincón del mundo, sufriendo grandes dolores, son cientos y cientos de años que Di-s no recuerda a Su rebaño de pastoreo (Israel) y no los devuelve a su herencia, a su tierra?!
Las palabras de Rabí Shaul HaCohen salieron de su boca como un fuego devorador y penetraron en los corazones de los oyentes. Si despertáramos nuestros corazones a retornar plenamente al Creador, no se abstendría la mano de Di-s de salvarnos y nos rescataría como liberó a nuestros antepasados en Egipto y en Babilonia y heredaríamos la tierra sagrada y vendría a Tzion el Mashíaj construyendo el Beit HaMikdash en su lugar, los Cohanim volverían a su servicio y los Levim a sus canciones y melodías, con Israel en todo su esplendor, liderado por el hijo de Ishai (el Mashíaj). El galut (exilio-ocultamiento de la presencia Divina) se extiende porque estamos parados mirando todas nuestras tribulaciones y no hay nadie que preste atención a que debemos volver a Di-s con el corazón. (Sefer Vaiomer Amos y otras fuentes)
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