El 18 de diciembre de 2010 comenzó el gran remolino. En Túnez estallaron disturbios que llevaron a una revuelta política que ocasionó la caída del régimen y luego el inicio de una ola expansiva a otros países árabes de la región, como fuego en un campo de espinas. Egipto, Libia, Siria, Yemen, Irak. Un proceso que fue denominado por los medios de prensa como la "Primavera árabe", terminó siendo un enfoque romántico e ingenuo,
que suponía que los valores de la libertad occidentales iban a llegar a los países árabes y liberarlos de la pobreza y la miseria. Lo que se ve es un proceso de auto-exterminio. El mundo árabe ingresó a una espiral de guerras donde es difícil identificar que las motiva y cuando culminarán.
Siria e Irak, dos países con grandes fuerzas militares, enemigos declarados de Israel, que cada uno en su momento se juramentó destruir a Israel, comenzaron a desmembrarse y entraron en crueles guerras civiles de una forma alocada cobrándose cientos de miles de víctimas sin que nadie abra la boca y proteste o condene esto. Dos grandes ejércitos se desarmaron y no están, la amenaza sobre Israel se disipó y no existe.
Se eliminan entre ellos mismos
En la cúspide del proceso liberatorio de la salida de Egipto, sucedió el gran milagro de "Él que golpea a Egipto con sus propios primogénitos", el gran milagro en el cual los primogénitos de Egipto empezaron a luchar contra el ejército del faraón para que libere al pueblo de Israel de Egipto y así ellos no morirían en la plaga de los primogénitos. Este milagro también sucede en nuestros días. Nuestros amargos y declarados enemigos se golpean unos a los otros, con una crueldad increíble y el gran ganador de esto es Israel que por un lado respira hondamente por la auto-destrucción de la amenaza y por otro lado sobresale su estabilidad dentro de un océano de inestabilidad en la región.
Final de la época de los petro-dólares
Hace algunos años hubo un avance tecnológico notable que posibilita la obtención de petróleo de un alto nivel de calidad con la ayuda de un proceso de estimulación hidráulica con componentes químicos que se desarrolla en las profundidades de la tierra llamado "Fracking". Esto convirtió a Estados Unidos en el primer productor mundial de petróleo y logró no solo liberarse de la dependencia de importar petróleo de los países árabes sino también se transformó en un exportador. En la práctica esta tecnología posibilitó a muchos países la independencia energética y provocó la veloz caída de los precios internacionales del petróleo desde los 100 dólares el barril hasta los 30 a 40 a dólares en nuestro tiempo.
El presupuesto económico estatal de los países del golfo pérsico como Arabia, Irán y los distintos emiratos están elaborados de acuerdo a un precio del petróleo de 100 dólares el barril y los precios actuales constituyen un golpe duro a los ingresos monetarios de dichos estados que no tienen forma de bajar el déficit fiscal. Arabia Saudí por ejemplo, sostiene el presupuesto nacional con los enormes ingresos del petróleo que en gran porcentaje son utilizados para que no haya revueltas sociales sobornando a los líderes de las distintas tribus del país y continuar manteniendo en el poder a la familia que hace casi 100 años usurpó el poder e instaló una "monarquía". Con los precios del petróleo tan bajos, la dinastía Al Saúd no puede mantener la gobernabilidad y seguir con la práctica de repartos discriminados de dinero y sobornos a los grupos que jaquean su gobierno. Si no hay dinero a estos grupos, no habrá paz social y la dinastía real corre peligro.
En este tiempo que estamos viviendo tenemos el privilegio de ver grandes milagros en los países árabes, en Europa y en el mundo que muestran que nos encontramos en la era del Mashíaj y solo debemos abrir los ojos y veremos que ya se encuentra la redención verdadera y completa.
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