Vladimir Putin y Berl Lazar |
se realiza a través del propio presidente de Rusia Vladimir Putin, que fijó una relación positiva con el judaísmo en general y con el judaísmo ruso en particular, siendo esta relación, uno de los pilares en la política interior y exterior de la Rusia actual. También la intervención de Rusia en Medio Oriente, es acorde a la seguridad del estado de Israel. No hay dudas que "El corazón de los reyes está en poder de Di-s" (Mishlei 21:1), pero también a reglas naturales, se preparó hace muchos años la base del cambio de valores morales que fijó el líder ruso, como se observa del gobierno ruso que cuida una relación fuerte con el gran rabino de Rusia y emisario del Rebe de Lubavitch allí, Berl Lazar, está rodeado de asesores judíos y se preocupa por el bienestar de los judíos de Rusia. En uno de los congresos judíos que participó, narró Vladimir Putin el gran reconocimiento que siente por los judíos, en mérito de una familia judía que se ocupó de él siendo niño, cuando vivía con sus padres en Petersburgo hace 50 años. Él contó que creció en una familia muy pobre, en aquellos tiempos la mayoría de las personas compartían una misma vivienda que se dividía en habitaciones, en cada habitación vivía una familia y todas compartían la misma cocina y baño. Sus padres en general no se hallaban en la vivienda, pues luchaban por conseguir su sustento. En la habitación vecina había una familia judía que puso su atención en que el niño quedaba solo mucho tiempo y comenzaron a invitarlo. El padre de la familia judía era maestro y lo ayudaba con su tarea escolar y toda la familia se preocupaba por sus carencias. También lo invitaban a las comidas de la noche de Shabat. Él se impresionaba mucho de ellos, nunca discutían, había respeto entre el marido y la mujer y recordaba como acostumbraban a tomar un libro antiguo y leerlo luego de la comida. Muchos años después este niño ya crecido era el vicejefe de gobierno de la ciudad de Petersburgo. Hace unos 20 años surgió un problema por la apertura de un colegio judío en la ciudad, el vicejefe de gobierno se enteró que la dirección educativa de la ciudad no le permitía la apertura al colegio. Por su propia iniciativa se acercó al ministro de educación y le preguntó: ¿Con que derecho impides la apertura de un colegio judío? El ministro le respondió: Pues yo soy judío y van a decir que por cuanto soy judío autorice la apertura del colegio. Putin mismo tomó los documentos, los firmó y selló y autorizó la apertura sin que nadie se lo impida a pesar que no era su área de responsabilidad. Así se abrió el primer colegio judío de Petersburgo. Hoy Putin se encuentra en el curso del intento de aprobar la ley que prohíbe la negación de la Shoah. Colabora mucho con los judíos de Rusia a enfrentar el antisemitismo, como parte del cumplimiento de la profecía: "Y serán los reyes tus mentores y sus ministros tus nutrientes" (Ieshaiahu 49:23)
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