vemos que Maimónides la compara con la experiencia de la Entrega de la Torá en el monte de Sinai. Esta comparación se refiere al hecho que la Entrega de la Torá fue el momento en que la Divinidad y la espiritualidad fueron reveladas y vistas en este mundo material. Dado que el énfasis principal era despertar conciencia por Di-s, ello conllevaba a su vez, una dosis extra de unión entre los judíos; pues el estar de pie delante del Todopoderoso anula nuestros egos y diferencias, además el deber de cumplir la voluntad de Di-s es común e igualitario entre todos los judíos. Esto se diferencia del concepto de estudio de la Torá, según el cual cada persona de manera particular debe esforzarse de acuerdo a sus capacidades individuales. Debido al hecho de que la ceremonia se llevaba a cabo en torno al Beit HaMikdash, la destrucción del Templo provocó la imposibilidad de observar esta Mitzvá hasta la llegada del Mashiaj y la reconstrucción del Beit Hamikdash. Durante siglos de exilio, Hakhel fue relegado a la categoría de Mitzvot que actualmente no tenemos el mérito de cumplir. Sin embargo, como es el caso de todas las mitzvot que no podemos cumplir físicamente, su dimensión espiritual continúa por siempre.
Al igual que con otras campañas de Mitzvot, el Rebe toma esta Mitzvá del olvido producido por el exilio y la diáspora, dándole vida nueva por la proximidad inmediata de la llegada del Mashíaj y la hizo relevante y práctica, como parte integral de la comunidad judía. Y más aún, el Rebe define la dedicación actual a esta Mitzvá como el inicio de la actividad de la Redención, representada por el versículo, "ustedes serán recopilados uno a uno". Sobre esta Mitzva en particular el Rebe explica que, si bien no podemos cumplir esta Mitzva en su sentido literal, ella sigue siendo relevante en nuestras vidas. Dado que la razón principal de esta Mitzva y su efecto deseado es generar un énfasis renovado en la fe y entrega a Di-s, sus lecciones van mas allá de la ceremonia del Beit HaMikdash. Obviamente, el Rebe señala, que esto no quiere decir que no hemos perdido una parte crucial de la Mitzva, es decir, las acciones realizadas en el Beit Hamikdash. Sin embargo, los efectos positivos que fueron provocados por Hakhel, pueden y deben ser emulados hoy. Además de por el espíritu de la Mitzva él énfasis en nuestro servicio a Di-s, Hakhel también puede ser realizado de manera práctica. El Rebe alienta a organizar reuniones de todo grupo y edad en las que debemos hacernos recordar nuestra responsabilidad hacia el Creador. Desde el comienzo del liderazgo del Rebe y tal vez incluso antes, se pudo observar una pasión inusual que el Rebe muestra por “Hakhel.” Cabe señalar que esta fue una de las innovaciones del Rebe. Cada vez que llegaba un año Hakhel parecía que el Rebe ponía un mayor énfasis que la vez anterior.
Muchos jasidim recuerdan la campaña masiva que el Rebe puso en marcha en el año hebreo 5748 (1987-1988). El Rebe habló con inusual vigor acerca de la responsabilidad de cada judío de utilizar esta oportunidad. De hecho, en un punto durante el mes de Tishrei, el Rebe habló con gran énfasis sobre Hakhel, diciendo que “el propósito de este mensaje es para que se traduzca en acción. En consecuencia, lo tanto que hemos hablado al respecto debe llevarse a cabo con acción masiva; independientemente de lo que se ha logrado hasta ahora, todavía tenemos que hacer más”.
La campaña de Hakhel se centra en unir a judíos. Cuando los judíos se unen, incluso en un ambiente mundano, el objetivo principal de su reunión debe ser fortalecerse en judaísmo. Esto es aún más relevante para las organizaciones cuyo objetivo esencial es la difusión del judaísmo. Además de esto, cualquier organización comunitaria, sociedad o club, incluso los que tienen otras metas temporales, pueden y deben participar y tomar la iniciativa en esta campaña.
El concepto de Hakhel es unir a toda la nación: Hombres, mujeres y niños. Dentro del judaísmo, cada uno de estos grupos posee diferentes cualidades y responsabilidades. Mientras que un hombre puede tener el rasgo de liderazgo y fuerza fuera de la casa, la mujer es el pilar del hogar, preservando la casa y velando por la educación de los niños. Al igual que sus padres, los niños tienen también una misión; siendo educados y actuando respetuosamente hacia de sus padres. Todos y cada uno de nosotros tiene y debe utilizar todas estas características: fuerza de liderazgo, dirección, y la voluntad y humildad para aprender de cada persona.
Sumate a las reuniones de Hakhel de tu comunidad y crea tu mismo en tu área de influencia, reuniones de unidad y aprendizaje para que todos juntos vayamos al encuentro del Mashíaj.
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