Cada cosa en la Torá es exacta y posee un sentido y en especial los detalles referidos a la entrega de la misma Torá. El tema de la entrega de la Torá es la revelación maravillosa del Santo Bendito Sea en el mundo, y cuando la Torá dice, que la revelación es representada por “cinco voces”, es entendido que con esto se expresa una
concepto muy esencial de la Torá y por su intermedio se revela su nivel especial. El tema general de la ‘voz’ es revelar algo que estaba oculto hasta ahora. La persona, a modo de ejemplo, revela por medio de la voz lo que estaba oculto en su mente y en su corazón. De aquí, que las cinco voces que hubo en el monte Sinaí expresan cinco revelaciones diferentes del Santo Bendito Sea.
También en los conceptos humanos conocemos diferentes voces, las que expresan mensajes internos separados. Existe voz de una orden, la que es decisiva y poderosa; existe voz por la que se explica un tema intelectual, “palabras de sabiduría con tranquilidad son escuchadas” (Kohelet 9, 17); y así existen varios tipos de voces, la que cada una y una expresa algo. También por medio de la forma que se nos revela a nosotros el Santo Bendito Sea en la entrega de la Torá existían cinco tipos diferentes de revelaciones.
La creación en general es representada por medio del número cuatro (Moré Nevujím Parte b, capítulo 10). El mundo fue creado por medio del Nombre de Hashem, el Tetragramatón, que posee cuatro letras. Así también se dividen los mundos espirituales superiores en cuatro – Atzilut, Briá, Ietzirá y Asiá. También las criaturas de nuestro mundo se dividen en cuatro reinos – mineral, vegetal, animal y humano.
Estas cuatro divisiones rodean toda la creación. El reino mineral es el mas bajo de todos, ya que no posee ningún tipo de vitalidad. Por sobre este se encuentra el vegetal, el que posee una vitalidad mínima, solo de germinación y crecimiento. En un nivel superior se encuentra el reino animal, el que posee auténticamente un alma espiritual. Y en un nivel superior se encuentra el hombre, quien posee la capacidad de captar temas espirituales auténticos, y hasta que por medio de su intelecto puede entender que existen cosas por encima de las limitaciones del mundo y la creación.
Si la Torá hubiese sido entregada solo por medio de cuatro voces, siendo esto explicado que el Santo Bendito Sea reveló entonces la Santidad Divina relacionada con las limitaciones de la creación, representada por el número cuatro. Pero cuando decimos que la Torá fue dada con cinco voces, la intención es, que en la entrega de la Torá reveló el Santo Bendito Sea una Santidad Divina por encima de las limitaciones de la creación.
El número cinco simboliza la integridad de la creación (cuatro), agregando algo – el Santo Bendito Sea en sí (Él es el quinto). En la entrega de la Torá nos reveló el Santo Bendito Sea los niveles mas elevados, y cuando el judío se ocupa de la Torá tiene el mérito no solo de recibir la Santidad relacionada a las limitaciones de la creación, sino que también de la Santidad superior del Santo Bendito Sea en sí, completamente por encima de las limitaciones de la creación.
Este quinto nivel alude a como debemos trascender los límites terrenales con una fe decidida para revelar lo sobrenatural dentro de lo natural. Esto es básicamente la vida de un judío, que a través de Torá y Mitzvot genera los mecanismos para atraer la revelación Divina a este mundo inferior y equiparlo con luz infinita de los mundo superiores. Esto es Mashíaj y Redención.
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