¡"descree de la Torá y de Moisés"!. Son conocidas las palabras del Talmud, que una de las preguntas que le será formulada a la persona en el día de su juicio es: ¿"Esperaste la redención"? El judío puede creer en los trece principios de fe, ocupar toda su vida en el estudio de la Torá y el cumplimiento de las Mitzvot de la mejor forma posible, pero si no esperó al Mashíaj y la redención de Israel, se erguirá avergonzado ante a la demanda Divina en el día del juicio: ¡¿"Esperaste la redención"?! De todo esto es claro, que la Torá exige de cada judío, un sentimiento auténtico de espera por la llegada del Mashíaj, sumado a la esencia de la fe en él. La importancia de la espera puede ser explicada de varias maneras.
La espera nos indica un parámetro para examinar la fuerza de la fe. El judío que dice creer en la venida del Mashíaj, pero no lo espera, es como un poseedor de una fe tambaleante. Seguramente es una fe incompleta, en alguno de los sentidos en que la podamos interpretar; sino, ¿Cómo es posible que no posea en su alma una esperanza del gran día de Di-s? . El judío que cree en todo lo bueno que le espera a él, al pueblo de Israel, a todo el mundo y a la Shejina (presencia Divina) que se encuentra en galut y será también redimida con la llegada del Mashíaj, ¡¿Cómo puede ser que no sienta en su interior una gran esperanza para ver todo este bien por venir?! Por eso, cuando mas espere al Mashíaj, testimoniará que también su fe en él es mas completa. La espera del Mashíaj también testimonia, que el judío capta en una forma correcta toda la vida de la Torá y las Mitzvot. Como explicamos anteriormente, todo el trabajo de estudio de la Torá y cumplimiento de las Mitzvot es para preparar al mundo para recibir las grandes revelaciones de la venida del Mashíaj. Hoy nosotros cumplimos las órdenes, y en los días del Mashíaj veremos las consecuencias - la purificación y la corrección del mundo, que se formaron por medio de nuestro trabajo en Tora y Mitzvot. Y entonces es natural que el judío esté ansioso de ver el final del trabajo y del logro que llegó a hacer. Y si no espera la llegada del Mashíaj, es una señal que no posee una fe auténtica en la fuerza de la Torá para cambiar e iluminar al mundo. Pero por sobre todo esto, la espera es sencillamente una prueba, que la fe en la venida del Mashíaj no es una fe teórica y futura, sino que la persona cree que vendrá hoy! cuando le decimos a una persona que crea en la venida del Mashíaj, él puede creer que alguna vez sucederá y el Mashíaj vendrá, pero cuando le decimos que espere su llegada, la explicación es, que debe creer que puede llegar realmente en cualquier momento - ya que sobre un acontecimiento que ocurrirá en decenas o cientos de años , no es correcto utilizar el término "esperar". Cuando Maimónides nos dice, que quien cree en la llegada del Mashíaj pero no espera su venida, "reniega en la Torá y en Moisés", nos enseña el auténtico concepto de la fe en la llegada del Mashíaj - no solo creer que alguna vez sucederá, sino creer que vendrá hoy!, la persona que cree en forma general en la venida del Mashíaj, pero no cree que vendrá hoy (por lo tanto no lo espera), reniega en la entera creencia en la venida del Mashíaj. La auténtica fe en su llegada es, que el Mashíaj vendrá hoy, y de aquí la necesidad de "esperar en todos los días su llegada". La espera de la Gueulá es una de las cosas básicas que la aceleran y por su mérito llegará. El Midrash nos dice: "dijo Rabí Itzjak frente a Di-s: "Dueño del mundo! ¿Tal vez no hay retorno para tus hijos?! Le contestó Di-s: No creas. Está David quien espera su reinado - e inmediatamente serán redimidos, como está escrito: y hay esperanza en tu final dijo Hashem, y retornarán los hijos a sus fronteras". Escribe el Jida: "Dijeron el el Midrash Ialkut Tehilim una insinuación: Aunque no posea el pueblo de Israel sino la esperanza, es suficiente para que sean redimidos en recompensa a su esperanza", y explica, cuando el pueblo de Israel pide la Gueulá, se le puede demandar en contraposición, la falta de méritos suficientes para ser redimidos. A esto contesta el pueblo de Israel, que "poseemos la esperanza, y en pago a ella seremos redimidos". Si el pueblo de Israel no espera la Gueulá, es como que declara que la situación actual es buena para él, y así desplaza e impide la Gueulá. Rabí Shimón bar Iojai dice, que la falta de espera y pedido de la Gueulá, despierta una fuerte acusación: "todos los miles que cayeron en las guerras en tiempos del Rey David, no cayeron sino por haber exigido la construcción del Beit haMikdash". Nosotros vemos entonces, cuan indispensable es el pedido de la Gueulá y el exigir a Hashem que la materialice. Y así son interesantes las palabras de Jafetz Jaim: "Cuantas veces por día pedimos la Gueulá, pero el solo pedirla no es suficiente; debemos exigir la Gueulá, como un obrero que pide su paga, siendo la ley, que si no la exige - el patrón no debe pagarle en el día. También nosotros debemos exigir nuestra redención
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