el flujo de la bendición para todo el año que se inicia. La importancia del trabajo espiritual del hombre se hace mucho más destacable a la luz de los comentarios de las enseñanzas jasídicas sobre el objetivo de la creación de este mundo inferior. Cuando observamos a este mundo y su degradación espiritual, surge la pregunta, ¿con qué finalidad Di-s creó un mundo de este nivel?. Por encima de este mundo existe toda una línea de mundos espirituales Divinos, entonces, ¿cuál es la necesidad de crear también a este mundo inferior, material y decadente?.
Explica el jasidismo, que el objetivo de la creación de este mundo inferior no es en aras de los mundos superiores espirituales, ya que también ellos implican un descenso de la Divinidad. Si el objetivo está en esos mundos superiores, nuevamente ha de presentarse el mismo interrogante sobre ellos mismos: ¿con qué objeto descendió la luz Divina e Infinita a esos mundos, que no tienen punto de comparación con la luz Divina Infinita?. La respuesta es que el objetivo de la creación se encuentra justo en el final del camino, en el punto más bajo de la cadena de los mundos”, en este mundo inferior. Más aún: todos los mundos superiores no fueron creados sino para que pueda concretarse el objetivo de la creación aquí abajo, en nuestro mundo terrenal. Este objetivo de la creación se logra a través de la labor espiritual del hombre. Cuando los hombres aceptan sobre sí el yugo del Altísimo y ejecutan Su Voluntad de estudiar Torá y cumplir los preceptos, con ello asientan la Presencia Divina aquí abajo y concretan el objetivo de la creación, que es “Di-s deseó poseer una morada en los (mundos) inferiores”. El objetivo se logrará en su integridad más plena en la época de la redención mesiánica, como se explica en el Tania, que “los días de Mashíaj… son el objetivo y la plenitud de la creación de este mundo, para el cual fue creado desde un principio”.
También esto encuentra expresión en Rosh Hashaná, puesto que en la oración de este día, pedimos por la perfección del mundo en la época de la redención: “Reina sobre todo el mundo con Tu Gloria”, “Revélate con el esplendor de la alteza de Tu poderío sobre todos los habitantes de Tu Tierra”, y similares.
De todo esto puede entenderse la extraordinaria fuerza que radica en la acción del hombre. Todos los mundos superiores y todas las generaciones pasadas a partir de la creación del mundo, precisan y esperan a la acción espiritual de Torá y Mitzvot de un judío aquí en este mundo inferior. Y es justamente esta labor la que trae consigo la bendición del Altísimo, para un año bueno y dulce, material y espiritualmente con la concreción de la llegada del Mashíaj.
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