se deprimieron por su propia situación. Su maestro, Rabí Shimón, los llevó a un valle al lado de Merón y declaró: "Valle, valle, llénate de monedas de oro". De inmediato, el valle se colmó de monedas de oro y Rabí Shimón dijo a sus alumnos: "Tomen para ustedes, pero sepan que con ello están tomando parte de vuestra porción en el mundo venidero". Los alumnos entendieron y no tomaron nada.
En esta historia se expresa la fuerza especial de Rabí Shimon Bar Iojai. Sobre él está dicho: "Su Torá es su dedicación absoluta". Es decir, todo su ser era la Torá. La Torá es la fuente de toda la abundancia material y espiritual que desciende al mundo, tal como Hashem promete, que si el pueblo de Israel cumple la Torá, tendrá abundancia material, bendición y paz y todo el resto de sus necesidades.
En las épocas del exilio diaspórico no se ve tanto la relación directa entre la Torá y la abundancia que emana de ella, puesto que esto es justamente el exilio- el galut- el ocultamiento de la verdad. Pero lo cierto es que la Torá es la fuente de todo el bienestar que desciende al mundo. Por eso, en la era de la redención final, cuando se revele la verdad, en el mundo habrá gran abundancia, que no es sino la consecuencia directa de la dedicación a la Torá que habrá entonces, que alcanzará el grado de la perfección.
La grandeza de Rabí Shimón Bar Iojai radica justamente en esto, que si bien toda su existencia y su ser era la Torá, de todas formas, la destrucción del Templo y el consecuente exilio, no ocultaban la verdad para él, y desde su perspectiva se veía la realidad tal cual como es en su verdadera dimensión. Por ende, cuando quiso mostrar a sus alumnos la fuerza e influencia de la Torá, les mostró que la Torá que habían estudiado se reflejó en el valle lleno de 'monedas de oro'.
La fuerza de Rabí Shimón Bar Iojai consistía en que incluso durante el período de galut, cuando en el mundo impera el ocultamiento de la verdad Divina, podía revelar la verdadera esencia de las cosas, tal como será en la época de la redención. Esto lo realizó a través de revelar la dimensión interior oculta de la Torá. Y cuando había necesidad de convertir esto en algo palpable también en la dimensión material, mostró a sus alumnos que la Torá genera una intensa abundancia material, también en los términos de este mundo, en el sentido más concreto y literal.
Rabí Shimón Bar Iojai introdujo esta fuerza suya en su Torá y con ello la transmitió a todas las generaciones, incluso hasta nuestros días. A través de estudiar la Torá y especialmente la dimensión interior de la Torá, -el jasidismo-, tal cual ésta fue revelada por medio de los Rebes, se revela en el mundo de la verdad Divina, hasta llegar a ver su expresión también en la propia dimensión terrenal. Estos conceptos están vigentes de manera más especial en nuestra generación, la generación de la llegada del Mashiaj, sobre la cual está dicho en el Zohar que se corresponde con la generación de Rabí Shimón Bar Iojai. Por ende, por medio de la dedicación al estudio de la parte interior de la Torá y a su difusión, se revelarán todos sus aspectos, incluso en un bienestar visible y revelado, en lo material.
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