Vivimos en una generación de "slogans", no siempre con un significado claro. La palabra "mesiánico" sale de nosotros, los judíos, a diferentes contextos y a ciertos círculos y se transforma en una palabra grosera. Esta confusión conceptual se acentúa aún mas con el hecho,
que grupos evangelizadores, misioneros cristianos se autodefinen como "judíos mesiánicos" y como consecuencia la palabra "mesiánico" adquiere un sonido no judío. Por ello, dejemos de lado los "slogans" y hablemos de la esencia del concepto. La fe en la redención-liberación universal que vendrá a través del Mashiaj es uno de los principios del judaísmo. Todo el Tanaj está lleno de profecías sobre la redención. Maimónides la enumera como el principio número 12 de los 13 principios de la fe judía. Los libros de rezos judíos tienen incrustado desde el principio al final, plegarias y pedidos por la redención. Los sabios de la Torá Oral transmiten, que una de las preguntas que recibe la persona cuando llega al "mundo de la verdad" es: ¿ Aguardaste la salvación ?. Así también afirma el Talmud: "Es la obligación del judío trabajar para la aceleración de la redención y la construcción del tercer Beit HaMikdash y quien no vivió la reconstrucción en sus días es como si se hubiera destruido durante su vida.
Si esto es "mesiánico" o "mesianismo", pues entonces el judaísmo es una "religión" muy mesiánica.
El hecho que utilizan la palabra "Mesías" (Mashíaj) con usos impropios, empezando por el cristianismo que argumenta que quien generó su religión era un "mesías" y siguiendo por los falsos mesías que surgieron a lo largo de las generaciones y trataron de anular distintas mitzvot con el argumento que el mesías ya vino y finalizando con grupos en las últimas generaciones, que buscaron tomar para si mismos las misiones del mesías y generar ellos mismos la redención; no hay en todo esto algo, como para expropiar del judaísmo el contenido original y real del concepto.
Nosotros, los judíos, creemos en la llegada del Mashíaj, aguardamos su llegada, elevamos plegarias para terminar con los "jeblei Mashíaj", los dolores de parto que estamos viviendo y estamos obligados a todo para revelar la redención y producir que venga con facilidad y alegría.
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