momentos especiales. También es juzgado cuando el alma sale del cuerpo. "El día del gran juicio" es la última sentencia. Sobre este día continúa diciendo el profeta Malají: "He aquí el día viene, ardiendo como un horno y estarán todos los villanos y todos los hacedores de maldad y golpeará a ellos el día que viene.....e irradiará para los temerosos de mi nombre, un sol de justicia y curación con sus rayos". El profeta describe el tremendo calor con el cual serán juzgados los malvados y como también a través de el serán curados los justos. Así enseñan los sabios: "El Santo Bendito Sea saca el sol de su protector, los justos se curan con él y los malvados son juzgados", además explican que "el cuidado del Shabat constituye una herramienta especial para no ser sentenciados el día del gran juicio, sino curados".
¿Cuándo será exactamente el día del juicio? De acuerdo a Najmánides y otros sabios será al principio de Tejiat HaMetim (resurreción de los muertos). En aquella época casi todo el pueblo de Israel estará en el nivel de tzadik (justo) o baal teshuvá (retornante) y así sobre ellos se cumplirá el versículo: "e irradiará para los temerosos de mi nombre, un sol de justicia y curación con sus rayos". La parte dura del día del juicio será para una minoría judía y principalmente para los malvados de las naciones del mundo. El sexto Rebe de Lubavitch, Rabí Iosef Itzjak Schneerson profundiza el concepto sobre el "juicio final": "Con respecto a los judíos en aquel momento, el juicio lo hará el Mashíaj mismo......él se introducirá por si solo, dentro de las duras vidas de los judíos en el exilio y despertará piedades sobre ellos, encontrará sus méritos, y definirá que ellos no quisieron desconectarse de su vínculo con el Creador, sino que no pudieron sobreponerse a los desafíos". Rabí Itzjak Luria el "Arizal" opina distinto que Najmánides y sostiene que el "gran juicio" no se relaciona con el pueblo de Israel, pues todo judío que tuvo alguna transgresión en el exilio, ya recibió su sanción en este mundo o luego de su muerte. Textualmente: "Por cuanto que pasaron sobre esta alma, el Iom Kipur (día del perdón), sufrimientos limpiadores y "Guilgulim" (retornos parciales a la existencia física), ¿Por qué volver y juzgarla nuevamente en el día del gran juicio?". Por ello el Arizal fija que el día del gran juicio no es sino para las naciones gentiles.
También Rabí (Don) Itzjak Abravanel explica que no hay lugar a un nuevo juicio luego de que la persona fue juzgada en el mundo físico y en el mundo de las almas. Él explica que el día del gran juicio es un día de venganza a las naciones: "El tema de esta profecía es, que en el tiempo de la llega de nuestro Mashiaj, hará Di-s, bendito sea, una venganza sobre las naciones que hicieron maldad a Israel, también sus muertos despertarán para recibir sus castigos frente a los vivos".
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