para unir a la creación con el Creador y acondicionar todos los sectores de la existencia a la revelación Divina. Por ello comprendemos que la fe en la llegada del Mashiaj, no es un principio simple sino algo global que envuelve a todo el judaísmo. Debido a esto, se destaca y sobresale tanto el concepto de aguardar la redención, hasta cuanto el sentimiento de esperanza y añoranza a la Gueulá tienen que llenar la vida y aspiraciones del judío: "Lo aguardaré a él, cada día que venga","pues tu salvación esperamos todo el día". La aspiración y la esperanza de la llegada del Mashiaj expresa la aspiración profunda y central de una conexión total con el Creador y su revelación.
Cuando queremos estudiar las bases espirituales de una persona que aguarda la redención, podremos identificar con claridad tres componentes generales. Amor a Di-s, amor a la Torá y amor al prójimo. Hasta podemos afirmar que a la calidad de la esperanza en la redención es posible utilizarla como medidor del amor a Di-s, del amor al prójimo y del amor a la Torá.
Uno de los componentes importantes para el despertar del sentimiento de esperanza en la redención es el amor a la Torá y sus preceptos que palpita en el corazón judío. Esto es el deseo y aspiración natural del judío de cumplir todos los mandamientos de la Torá, bella y plenamente, el deseo y la aspiración que arden en el corazón de quien aguarda la redención. La angustia del judío por el hecho, que por ahora es imposible cumplir la mayoría de las mitzvot. El sufrimiento por los obstáculos y barreras que se sitúan frente a él en el exilio que obstruyen su plenitud, esto despierta en su corazón un sentimiento de esperanza en la redención, pidiendo y rezando que venga pronto. Por el amor a la Torá proviene el anhelo y la pasión por los días del Mashiaj, cuando el estudio de la Torá llegue a su máxima expresión. Esperando la revelación de los secretos de la Torá que nunca se vislumbraron hasta ahora.
La medida de amor a Di-s de cada judío es la que provoca su intranquilidad por el hecho de que la Shejiná (Presencia Divina) está en el exilio. El honor de la Shejiná está degradado y profanado entre las naciones y de aquí surge un sentimiento de esperanza y anhelo a los días del Mashiaj, donde se revelará la gloria de Di-s en su punto máximo y toda la creación se unirá por Él. Son las ansias de un tiempo donde llegará a la plenitud el reinado de Di-s: "Y será Di-s el rey sobre toda la tierra, en aquel día, Di-s será uno y su nombre uno". Lo primordial es, que por su amor a Di-s, el judío anhela y desea todo el tiempo cuando llegará el día, en que se podrá apegar y fusionar con Di-s en la máxima expresión; como es sabido que la relación entre Di-s y el pueblo de Israel está actualmente en el nivel de Irusim (compromiso de novios) y solamente con la llegada del Mashiaj se llegará al nivel de Nisuim (matrimonio).
El amor al prójimo late en el corazón de cada judío y no le da descanso en absoluto.El hecho de que Israel es el pueblo cercano de Di-s y se encuentra en una situación de "hijos expulsados de la mesa de su padre", estando alicaídos, aplacados por los sufrimientos del exilio, no habiendo día donde...etc; todo esto obliga a despertar a todo judío a esperar fervientemente la redención de Israel, el momento en el cual se anularán los sufrimientos y pesares. Solo creyendo en todas las profecías de la redención en la Torá, en el bien de Israel en ese momento, cuando estén en la máxima perfección material y espiritual; con seguridad esto solo despierta un enorme deseo hacia la redención, anhelando y esperando con pasión el retorno de la casa de David, la construcción del Beit HaMikdash y la reunión de los dispersos de Israel. Como conclusión vemos como el sentimiento de aguardar la redención depende de una relación verdadera con Di-s y su Torá, la medida de valor y estima personal a la Torá y sus mitzvot, su amor a Di-s, la medida de amor al prójimo, todas ellas son las que fijan el nivel real de aguardar al Mashiaj. Por ello la carencia de la espera en la redención es una demostración que la base del judaísmo también está ausente.Vemos en los grandes sabios de Israel con claridad, el gran deseo, anhelo y pasión por la llegada del Mashiaj, ardiendo permanentemente en todo su ser. Esperando, ansiando, hablando siempre del tema, pidiendo y clamando por la redención a cada instante.
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