que las abra (Pues un habitante de Israel no debe cumplir el segundo día festivo). Dijo el Rebe: “Cada judío pide cada día y día, que el Santo Bendito Sea devuelva al pueblo de Israel a su Santa Tierra, "reúne a nuestros dispersos a los atrios de Tu Santuario". Aprovecharnos de la Tierra de Israel por una cosa tan insignificante, constituye un desprecio y una descortesía” (Sefer HaMaamarím 5711).
El Rebe actual de Lubavitch remarcó en muchas oportunidades que hacer Aliá (subir a la Tierra de Israel) debe ser como su nombre: una elevación espiritual. En contraposición a la objeción que la necesidad del cuidado de la Torá y sus preceptos es esencialmente fuera de Israel, donde los judíos se encuentran entre los gentiles, mientras que en la tierra de Israel, cuando nos encontramos entre judíos, esto no es tan necesario – recalcó el Rebe que en la tierra de Israel es necesaria una santidad mucho mas grande, ya que nos encontramos dentro del palacio del Rey. Y así escribe en una de sus cartas (Igrot kodesh Tomo 13, página 193): “Cuando viajamos a la tierra de Israel, sobre esto dice nuestra Santa Torá: "los ojos de Hashem vuestro Señor están en ella desde el comienzo del año hasta la finalización del año" y a pesar que los no judíos la llaman también ‘la Tierra Santa’ – no es suficiente con poseer una visa legal de los hombres sino que lo esencial es conseguir "una visa del Rey", ya que la tierra de Israel es llamada Su palacio. Esta "visa" es recibida por medio de un aumento en judaísmo, en el estudio de la Torá y en el cumplimiento bello de los preceptos y es claro que este aumento debe comenzar antes de esto [antes de subir a la tierra de Israel]”. De acuerdo a las palabras del Rebe, la función de “los que la providencia Divina los llevó a la Tierra Santa”, es “preocuparse de que la Tierra Santa sea una ‘tierra que... siempre los ojos de Hashem vuestro Señor están en ella desde el comienzo del año hasta la finalización del año’ y ya que nos encontramos en el final de las diásporas tienen la necesidad de comenzar a prepararse para hacer lo que está en sus posibilidades para cumplir el objetivo: "en el futuro se expandirá la tierra de Israel por sobre todas las tierras". Esto, por medio de que los habitantes de la tierra de Israel se ocupen de que de allí salga la palabra de Hashem y su Torá hacia todos los exilios y diásporas”. A pesar de que el Rebe alienta en gran medida a los habitantes de la Tierra Santa, e hizo mucho para su construcción y fortalecimiento, recalcó en la forma mas clara, que todavía no comenzó la redención auténtica y completa, que nosotros esperamos. Y así escribe en una de sus cartas (Tomo 3, carta 745): “Vemos claramente como el Santo Bendito Sea, trata de explicar a los hijos de Israel que no es esta la redención que esperamos y trata de explicar esto con bondad y misericordia, para que entiendan que es esto una pequeña salvación y por causa de varios motivos todavía no llegó la redención de la que hablaron los profetas y por la que nosotros oramos cada día y día: "y a Jerusalén Tu ciudad retorna"; "haz que el vástago de David, tu siervo"; "que nuestros ojos vean...", "... la redención vendrá justamente de Hashem bendito Sea y está conectada con la Torá y sus preceptos y como está explicado en los discursos de nuestros sabios y en otros lugares y entre ellos: "Israel no será redimido sino por medio de la Teshuvá; "Israel no será redimido sino por medio de la tzedaká". Y cada hombre y mujer de los hijos y las hijas de Israel debe saber que cada buena acción que él o ella hacen, acerca el final, el final de las diásporas y la oscuridad, y acerca la redención completa y auténtica por medio del MashíajTzidkenu. Y este es el único camino para la redención del pueblo de Israel”.
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