- los Cohanim podrían entrar a cumplir sus tareas de servicio en el Bet HaMikdash sin tiempo suficiente para estar versados en los miles de detalles y pormenores que se requiere saber para desarrollar tal función. Sin duda, aún el resto de Israel (que no son Cohanim) deberán cumplir con preceptos que en este momento no podemos realizar en la práctica por no haber Beit HaMikdash, por ejemplo, Bikurim y muchas leyes de pureza e impureza. Todos esperarán que sus maestros y rabinos les instruyan en cómo se debe cumplir una u otra ley. En el Talmud, las leyes pertinentes al Servicio del Beit HaMikdash, están concentradas en su mayoría en una de las seis secciones que lo componen, denominada “Kodashim”. Históricamente, los grandes Sabios de todas las épocas, se dedicaron principalmente al estudio de tres de las seis secciones que están más vinculadas a la vida cotidiana contemporánea: Moed, Nashim y Nezikin, y ofrecieron sus análisis y conclusiones en sus escritos sobre estos temas. Así sucedió sucesivamente con el Rif, Rosh, Tur y Shulján Aruj. No así Rambam. Sin embargo, el Jafetz Jaim sentía que ante la inminencia de la llegada del Mashíaj y considerando que su generación había sido privilegiada con posibilidades técnicas desconocidas anteriormente (a partir de la revolución industrial la impresión de textos se había simplificado y no había que atravesar tantas censuras de la iglesia), el acceso a recursos obligaba a ampliar el espectro del amplio campo de estudio. Promovió, por lo tanto, el estudio de “Kodashim” entre los miembros de su comunidad y enseñaba el capítulo “Ezehu mekoman” (que se recita al comienzo de las plegarias matutinas) a las personas menos versadas. Por ese motivo, compuso también un “Shulján Aruj” (código de leyes) sobre las leyes de Kodashim denominado “Likutei Halajot”, y publicó el “Torat Cohanim” (texto del Midrash que se dedica al libro Vaikrá y contiene las palabras de los Sabios de la Mishná que se refieren al Servicio Sagrado en el Beit HaMikdash. Esta obra provocó resistencia entre algunas personas, que sintieron que Rabí Israel Meir se estaba “extra-limitando” al asumir la decisión y el cargo de componer un libro de Halajot con características similares a las de los Rishonim (autoridades fundamentales e indiscutibles de la época medieval).
Rabí Israel Meir no se dejó amedrentar por esos comentarios, pues estaba convencido que esta obra era absolutamente necesaria. Es más: a diferencia de otras ocasiones, en las que pedía a quienes firmaban las recomendaciones que se abstengan de hablar sobre él, en esta oportunidad permitió que se lo señale como “importante”, “tzadik”, etc. a fin de contrarrestar los prejuicios creados en contra de este libro.
El Jafetz Jaim señala que el rey David es reconocido - junto a los patriarcas - como “el cuarto pie del carruaje de HaShem” (metafóricamente, una jerarquía que lo denota como si fuera un sostén de la Presencia Divina en el mundo - Shmirat HaLashón, Shaar HaTebuná 8).
Esta actitud de vivir con la convicción espontánea de la proximidad del Mashíaj, la basaba en las palabras de los Sabios, que dicen que un Cohen no se debe emborrachar, pues en caso de ser anunciada repentinamente la reconstrucción del sagrado Templo, no estaría en condiciones de ejercer sus cargos sacerdotales estando embriagado. Asimismo, dicen los Sabios, que si uno promete asumir el voto de Nazir a partir del día de la llegada del Mashíaj, no podrá jamás consumir vino ni violar otras leyes de Nazir, pues todos los días se debe considerar que la redención está próxima a concretarse.
Siendo él Cohen, trataba de llevar a cabo todas sus obligaciones con diligencia, siguiendo la expresión que “los Cohanim son dinámicos” (Shabat 20.) y trataba de estar en condiciones físicas para desempeñarse en el Beit HaMikdash apenas se presente la oportunidad. En cierta oportunidad, Rabí Jaim Soloveichik de Brisk, le envió un mensaje en el que expresaba que esperaba que pronto pueda cumplir sus tareas descalzo, con la túnica que cubre sus pantalones y el pectoral de piedras preciosas sobre su pecho (alusión a las vestimentas que usa el Cohen Gadol en el Sagrado Templo). Rabí Israel Meir respondió humildemente que se sentiría completamente dichoso si pudiera ejercer en calidad de Cohen común…
Entre tantas tareas, los Cohanim son también los responsables de dictaminar en caso que una persona sufriera de Tzaraat, si ese individuo es - o no - “tamé” (impuro). Asimismo, al curarse, el interesado debe recurrir al Cohen para efectuar el restablecimiento espiritual y social. En sus plegarias vertía lágrimas, pidiendo por su pronto advenimiento y había mandado confeccionar un atuendo especial para recibirlo. Esta vestimenta la vestía de tanto en tanto, en anticipación a usarlas muy próximamente. Rabí Israel Meir, ponía en práctica siempre aquello que dicen los Sabios que cuando la persona comparece ante del Trono Celestial a rendir juicio, se le formulan varias preguntas y entre las primeras, está: “¿has aguardado la salvación?”.
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