Tumba de Iosef en Shejem, Israel |
este es el objetivo del exilio: despertar fuerzas trascendentes y llegar a los niveles espirituales más altos. El propio Iosef, el piadoso, ya se encontraba previamente en un nivel espiritual muy elevado. Era superior a sus hermanos y en cierto aspecto incluso a su padre, Iaakov. Sin embargo, para alcanzar el "me Ha hecho fructífero", debía pasar por un exilio "en la tierra de mi aflicción". La superioridad espiritual de Iosef sobre sus hermanos está aludida en el versículo: "y reconoció Iosef a sus hermanos pero ellos no lo reconocieron". Se explica en el jasidismo, que sus hermanos no tenían conocimiento ni captación alguna del elevado nivel espiritual de Iosef. Los hermanos eran servidores del Altísimo y buscaban apegarse a la Santidad Divina. Para ellos era claro que para lograr esto hay necesidad de desconectarse de las perturbaciones del mundo. Por ello se dedicaron al pastoreo de ganado, una actividad que permite estar fuera del bullicio del mundo. En contraposición a ello, Iosef vivía en el corazón de Egipto, estaba inmerso en el manejo del reino y con ello permaneció apegado al Altísimo. Este nivel de servicio a Di-s no era conocido por los hermanos, "ellos no lo reconocieron" - estar apegado a Hashem también en pleno trajín de la actividad mundana.
Incluso Iosef estaba en un nivel espiritual superior al de Iaakov, su padre. Dicen nuestros Sabios de bendita memoria, que Iosef fue castigado por haber depositado su confianza en un hombre y haber solicitado del ministro de bebidas que lo recuerde frente al Faraón. Su pena fue que "no recordó el ministro de la bebida a Iosef y lo olvidó". Resulta de aquí que apoyarse en un hombre de carne y hueso es considerado como un pecado para un Tzadik, piadoso. Sin embargo, encontramos que también Iaakov envió un regalo a Esav y lo llamó "mi señor", ¡y no vemos que esto se considere un pecado!. Aquí se destaca la diferencia entre ambos: Iaakov estaba, en cierta medida, ligado a las limitaciones del mundo, por ello debía actuar también por la vía natural, por miedo a que que no merezca la protección Divina. Mientras que el nivel de Iosef era superior a este, él estaba más allá de los condicionamientos de la naturaleza y el mundo y por ello debía haberse apoyado únicamente en el Altísimo y no depender en absoluto de un hombre.
A pesar de su extraordinario nivel espiritual, Iosef alcanzó el cenit de su elevación espiritual específicamente, estando en el exilio. Éste posibilita una extraordinaria elevación, a la que no puede accederse salvo pasando por él. Iosef allanó el camino para el futuro pueblo judío: Como consecuencia de su exilio personal vino el exilio en Egipto, y justamente a través del "crisol de hierro" de Egipto, los judíos se hicieron meritorios de recibir la Torá. Así también el presente exilio, no es para angustiar -Di-s libre- a los judíos, sino que es el que posibilita las grandes revelaciones Divinas de la redención futura que llegará de inmediato realmente.
(www.jabadoeste.org)
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