El jasid, Rabí Zalman Itzjak de Kalisk estudió en su juventud con el gran sabio Rabí David Leib de Binchkovitz que era conocido como una eminencia de la Torá que consagró su vida al estudio. Con el paso del tiempo Rabí Zalman Itzjak se acercó al movimiento jasídico de Rabí Shneor Zalman de Líadi, el "Alter Rebe" y comenzó a dedicarse al estudio de la parte oculta de la Torá. Luego fue a ver a su antiguo maestro y le contó sobre el estudio del Jasidismo, en particular sobre las ideas de Jabad que llevan al judío a una profunda comprensión del estudio de la Torá. Cuando escuchó Rabí David Leib esto, le pidió a su alumno que lo haga un jasid !. Le contestó Rabí Zalman Itzjak: "Tu no puedes ser un jasid, pues un jasid es un capullo de alegría ardiente y tu en cambio fuiste educado y creciste sobre un idea de frialdad e indiferencia. Pero el gran sabio Rabí David Leib no se rindió y viajó hacia el Alter Rebe que vivía en
Liadí (Hoy República de Belarus) y conversó con él sobre temas muy complejos de la Torá, teniendo gran satisfacción al revelar que el Alter Rebe era un sabio gigantesco. Rabí David Leib se emocionó y le pidió al Alter Rebe, que lo haga un un jasid. El Alter Rebe le contestó: No tengo la capacidad de hacerte un jasid, solo el Mashíaj calentará el Mashiaj al océano Ártico... !! (El Rebe Raiatz, Sefer HaSijot 5703).
La crucial plataforma de hielo en el Océano Ártico se derritió durante este verano boreal a los niveles más peligrosos de que se tenga registro, anunciaron los científicos. El Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo de los EEUU, reportó que la extensión de hielo sobre el mar disminuyó a 4,09 millones de kilómetros cuadrados (1,58 millones de millas cuadradas). Agregó que probablemente se derretirá más en las próximas semanas, lo que rompe el antiguo récord de 4,17 millones de kilómetros cuadrados (1,61 millones de millas cuadradas) alcanzado en 2007. Ted Scambos, científico del centro, dijo que la pérdida de hielo se debe en su mayor parte al calentamiento global producido por los gases generadores del llamado efecto invernadero, emitidos en las actividades humanas. El hielo del Océano Ártico, formado por agua congelada del océano, ayuda a moderar las temperaturas del planeta y es crucial para los osos polares, advierten los científicos. El hielo de Groenlandia también se derritió a un nivel récord este año.
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