Cuando los judíos estuvieron de pie ante el Monte Sinaí, "Todo el pueblo vio los sonidos y las llamas" (Shemot 20:15). Esta experiencia fue tan perturbadora, tamaña revolución de la naturaleza, que su respuesta fue pedir a Moshé que interviniera entre ellos y Di-s. El usual poder de la vista fue más allá de los límites normales y la experiencia fue verdaderamente abrumadora; la recepción visual repentinamente estalló. Y con todo, el mundo continuó girando vertiginosamente y el impacto sobre
los judíos gradualmente se disipó. Parpadearon y tres meses después estaban haciendo el Becerro de Oro. El Rebe invirtió considerables esfuerzos en encaminarnos a abrir nuestros ojos. La descripción de Ieshaiahu (40:5) de la era del Mashíaj: "La gloria de Di-s se revelará y toda carne verá que Di-s ha hablado", asumió nuevo significado con la clase pública del Rebe de Parshat Ekev del año 5751 (1991), en relación con la edición del Tania en Braille. Esta realización editorial única unió dos mundos. La coordinación tacto-ocular asumió un nuevo significado. La materialidad, la carne, será capaz de ver las palabras de Di-s; un precursor del mensaje del Mashíaj al Baal Shem Tov --de que vendría "cuando los manantiales de la Torá se diseminaran afuera"-- se volvió evidente (en este caso, el "afuera" eran las yemas de los dedos).
El Rebe nos dijo que la Redención está aquí, que tenemos que vivir con esta realidad, y que hacerlo significa abrir nuestros ojos. Cada mañana cuando despertamos, una de las primeras bendiciones que recitamos agradece a Di-s "quien abre los ojos del ciego". El jasidismo explica que esta bendición habla de más que de la mera percepción visual física, apuntando a nuestra visión espiritual: la capacidad de ver un mundo de bien en una aparente oscuridad. Se da gracias por la vista física, pero más aún por nuestra visión espiritual, el ojo del alma. El gran Rebe de Berdichev decía que el Shabat Jazón --el que precede al día del 9 de Av que rememora la destrucción de ambos Beit HaMikdash-- recibe ese nombre, Jazón --que significa "visión"-- por la parte de nosotros que tiene una visión del Tercer Beit HaMikdash (en el sentido literal, se denomina así porque la Lectura de los Profetas de ese Shabat comienza con la palabra Jazón) ¿Es esta interpretación real o una fantasía del Rebe de Berdichev?
El Alter Rebe compara al exilio y a la diáspora, como un estado de letargo y sueño. Cuando la persona está despierta el intelecto controla los pensamientos, pero durante el sueño, la imaginación permite una invasión de contradicciones y absurdos. Este es el lado espiritual del exilio, la diáspora, cuando el ojo de nuestra alma está cerrado, permitiendo una perversión de prioridades, uniendo la ceguera a las inconsecuencias de la propia vida. Un minuto podemos estar rezando a Di-s con fuego genuino, y luego transferir las llamas a sin sentidos mundanos.
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