La Parshá relata sobre múltiples y diferentes sucesos: La firmeza de la postura de Iehuda en apoyo de Biniamin, el darse a conocer Iosef a sus hermanos, el descenso de Iaakov y sus hijos a Egipto, etc.; sin embargo, cuando profundizamos en el contenido interior de estos sucesos, descubrimos que el factor que los une a todos es “vaigash- se acercó”. La esencia del término “vaigash- se acercó” es el encuentro, el acercamiento físico de uno con su prójimo, al punto de unirse el uno con el otro. Sobre este “acercamiento” de Iehuda a Iosef explican nuestros Sabios z”l el versículo:
“Puesto que los reyes se reunieron”. En el libro Zohar está dicho que este fue un “un mundo con otro mundo, que se unan el uno con el otro, para ser todos un uno”.
“Puesto que los reyes se reunieron”. En el libro Zohar está dicho que este fue un “un mundo con otro mundo, que se unan el uno con el otro, para ser todos un uno”.
Esto se refleja con mayor claridad en el cierre de la lectura de la Torá en los profetas, la Haftará (que como es sabido, también nos explica la Parshá). La Haftará habla sobre la perfección del acercamiento de Iehuda a Iosef, tal cual tendrá lugar en el Futuro Por Venir, cuando tenga lugar una unificación cabal entre el reino de Iehuda con el reino de Iosef: “toma una rama y escribe sobre ella para ‘Iehuda’… y toma una rama y escribe sobre ella para ‘Iosef’… y que estén unidas en tu mano”. Y la Haftará finaliza: “Y los Haré un pueblo… y habrá un rey para todos”.
Está claro que el sentido de “vaigash- se acercó” es traer unidad donde hay división, y de eso trata la totalidad de la Parshá: la entrega total de Iehuda en aras de Biniamin, reflejó la unidad que se generó entre las tribus, en lugar de la discordia que imperaba entre ellos previamente. A continuación, Iosef se da a conocer a sus hermanos, y ahí se vuelven a unir nuevamente todas las doce tribus. Esta unificación es la que brinda las fuerzas para alcanzar la unidad perfecta en los días del Mashíaj.
Asimismo la continuación de la Parshá refleja unidad: el descenso de Iaakov a Egipto y la radicación de los hijos de Israel en aquel país, fue con el objetivo de traer la unidad de Di-s específicamente a un ámbito que se encontraba en la cumbre de la disociación con la santidad. Egipto era “la vergüenza de la Tierra” (como lo explican nuestros Sabios z”l: “los más arruinados de entre las naciones”), donde dominaba la idolatría. Iaakov y sus hijos descendieron hasta este nivel tan bajo para traer también allí a la unidad de Di-s.
La Parshá de “Vaigash- se acercó” nos enseña que la unión es la base de todo. Este es el comienzo del servicio diario a Hashem, como la costumbre de recitar antes de la Plegaria: “acepto cumplir el precepto de amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Este es también el objetivo de todo el servicio al Creador- llevar a toda la creación a la unidad.
En especial en estos días, los últimos días del Galut, debe ponerse énfasis en el tema de la unidad y traer unidad entre un judío y otro, entre Isajar (los estudiosos de la Torá) y Zebulún (los comerciantes) hasta la unificación del mundo entero bajo la soberanía del reino de Hashem.
(El Rebe de Lubavitch - Sefer HaSijot 5752)
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