y agradecimientos por todo el bien recibido, luego describía los sucesos de su vida llena de bendiciones para pasar a hablar de los méritos del pueblo de Israel. Luego cambiaba abruptamente el tono suave y amable de su voz para pasar a un tono enérgico y demandante: "Amo del universo" "¿Qué nos diste? Nos diste una gran Torá sagrada y eterna, que estaba sellada y cerrada, la abrimos y te dimos a los profetas, a los sabios del Talmud, a los gigantes del conocimiento, pero ¿que recibimos a cambio?Sufrimientos, persecuciones, asesinatos. No estábamos preparados para todo esto, en todas las tierras que fuimos diseminados llevamos con nosotros a la Torá, la salvamos de manos de tus enemigos y hasta hoy en día la sostenemos fuertemente". Hasta aquí era la demanda, luego venía la exigencia de la recompensa: "¿Cuánto tiempo más aún debemos esperarte?¿Hasta cuando? Estamos todos rotos como barro partido, miranos y reflexiona, si aún podrás hallar un corazón judío entero". Entonces comenzaba a clamar y pedir ayuda a los justos que ya no estaban en este mundo: "¿Por qué se silencian? Ustedes tienen que reclamar por nosotros, almas sagradas, acaso ya olvidaron todo ?. Así acostumbraba cada noche, hasta que amanecía y comenzaba a estudiar esperando los pasos del Mashiaj.
detallaba los sucesos de su vida y las bendiciones recibidas para pasar a hablar de los méritos del pueblo de Israel. Luego cambiaba abruptamente su tono suave para pasar a un tono de voz enérgico y demandante:
donde detallaba todos los acontecimientos de su vida y las bendiciones que recibía. Cuando culminaba de hablar de su vida, pasaba a describir los méritos del pueblo de Israel para luego cambiar el tono agradecido y suave de su voz hacia un tono severo y demandante.
Colabora con la difusión de Mashíaj y dona a través de PayPal al usuario vienemashiaj@gmail.com