Junto al Rebe de Grodzick, Rabí Israel Shapiro, fue deportada una gran cantidad de judíos a Treblinka en la Shoá. Antes de ingresar a las cámaras de gas, el Rebe les habló apasionadamente y cantó con ellos la famosa melodía de "Yo creo con fe completa en la llegada del Mashiaj". Durante 48 años condujo el Rebe a su comunidad, también la siguió conduciendo cuando los nazis, -borrados sean sus nombres- invadieron Polonia. Los jasidim de Grodzick que vivían fuera de Europa trataban por todos los medios de rescatar a su amado Rebe,
le enviaron un pasaporte y todos los papeles necesarios, pero el Rebe se negó a abandonar a su comunidad y quedó con ellos en el ghetto de Varsovia. Luego vinieron estos alemanes malditos y se llevaron al Rebe y sus jasidim al campo de exterminio de Treblinka. Le preguntaron los jasidim al Rebe: ¿Cuál es su opinión ahora?. El Rebe les respondió: "Escúchenme hermanos y hermanas, hijos del pueblo de Di-s. No debemos cuestionar las conductas de Di-s, si se decretó que nosotros seamos los korbanot (sacrificios) de los dolores de parto de la llegada del Mashiaj, dichosos somos que merecemos esto. La intención de los sabios talmúdicos al decir: "Que venga el Mashiaj pero que yo no esté presente" es sobre quien no merecería llegar a dicha época. Pero nosotros merecimos llegar a los días del Mashiaj y debemos alegrarnos pues de las cenizas de nuestro cuerpo se purificará todo Israel. Por ello hermanos, les pido que no se decaigan, ni depriman, no lloren cuando ingresen a las cámaras, debemos alegrarnos como Rabí Akiba en su momento. Miles de judíos estuvieron en esa situación sagrada y temible y cumplieron las palabras del Rebe e ingresaron a las cámaras de gas y comenzaron a cantar Ani Maamin fervorosamente y junto al Rebe devolvieron sus almas puras al Creador en el mes de elul de 1942.
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