Como un soldado que vigila en su puesto de guardia y observa a cada instante la llegada del enemigo; de la misma manera los iehudim deben vigilar en todo momento, con sus ojos y corazón, este instante en el que vendrá el Mashiaj.
Siempre con el corazón latiendo y esperando ansiosos su llegada, que ocurrirá como un pestañear de ojos.
(Sefer Heijal Braja)
Siempre con el corazón latiendo y esperando ansiosos su llegada, que ocurrirá como un pestañear de ojos.
(Sefer Heijal Braja)