como una esposa errática; y el galut mismo es descripto por Di-s como el tiempo "cuando Yo vi que la desleal Israel había cometido adulterio, Yo la envié lejos y le di un Acta de Divorcio". Así, el Talmud dice que cuando los Profetas instaron al pueblo judío a que se arrepintiera de sus transgresiones, la comunidad de Israel respondió: "¿Si una mujer es divorciada por su esposo, perdura entre ellos algún reclamo adicional (Si el hombre se separó, ella es libre, entonces por que viene con reclamos) ?".
El Talmud llama la réplica de Israel "una respuesta ganadora". Pero luego cita la respuesta de Di-s: "¿Dónde está el Acta de Divorcio... con la que Yo supuestamente la envié lejos?". Nunca hubo un verdadero divorcio, dice Di-s. Una alejamiento, quizás, en el que la esposa desleal ha sido "desterrada por sus errores"; pero el matrimonio perdura intacto. Pronto llegará el día cuando el hogar marital será reconstruido y la esposa desterrada devuelta al hogar. ¿Pero no dijo Di-s Mismo a Irmiahu: "Yo la envié lejos y le di un Acta de Divorcio"? ¿Hubo un divorcio o no? En un cierto nivel, el nexo matrimonial había sido disuelto. Desde la perspectiva de la realidad de galut, la esposa había sido encontrada culpable de "una cuestión de promiscuidad" y había sido "enviada de Su hogar". Desde esta perspectiva, su argumento de "¿Si una mujer es divorciada por su esposo, perdura entre ellos algún reclamo adicional?" es, de hecho, "una respuesta triunfante". Pero la realidad de galut es una de carácter superficial, sobre-impuesta a la auténtica realidad. "Cuando Di-s devuelva a los exiliados de Tzión", canta el rey David, "seremos como si hubiéramos soñado". Como un dormido que despierta de un sueño, reconoceremos que lo que hemos experimentado como tan vívido y verdadero no fue sino una ilusión. Despertaremos a una realidad en la que ningún Acta de Divorcio ha sido entregada jamás, una realidad en la que el nexo matrimonial entre Di-s e Israel es y era siempre, inviolable.
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