él escuchó el llanto del bebé. Así que bajó las escaleras, arrulló al bebé hasta que se volvió a dormir y lo volvió a colocar en su cuna. El Alter Rebe reprendió a su hijo, el Miteler Rebe, diciéndole que aún cuando una persona se encuentra inmersa en actividades muy elevadas, aun así debe escuchar el llanto de un bebé. Debido a la insensibilidad o a estar absortos, frecuentemente somos culpables de ignorar el “llanto del bebé”, o sea, las personas que encontramos que necesitan de nuestra ayuda. Bien sea una mano que ayuda durante tiempos económicos difíciles, un hombro sobre el cual llorar, o simplemente algo de amistad genuina. A veces estamos demasiado ocupados haciendo nuestras propias cosas para considerar las necesidades de los demás. Pensamos que estamos en verdad ocupados con asuntos muy importantes de enorme significado y la persona que requiere de ayuda está luchando con algo menor e insignificante. Pero, el Baal Shem Tov enseña que puede ser que la razón del descenso de tu alma a este mundo y el propósito detrás de toda tu vida aquí, es hacer un simple acto de bondad material a otra persona. En este contexto, obviamente podemos ver la justificación para dejar a un lado nuestras propias actividades, sin importar cuan asombrosas y nobles puedan ser, para ayudar a un semejante aun con un simple favor. Los sabios nos enseñan que el Beit HaMikdash fue destruido debido al odio entre personas. Por lo tanto, será reconstruido a través de desinteresados actos de amor y bondad. Deja de mirarte y pensar solo en ti, haz un acto de bien por otra persona.
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