Luego del diluvio, cuando nació un mundo nuevo, Noaj (Noé) estableció un pacto con Di-s, nunca más la Tierra iba a ser destruida y como constancia de ello, entregó una señal para todas las generaciones: el arco iris. Si el mundo entraría en decadencia de forma similar a la generación de Noaj, no habría destrucción sino solo la presencia del arco iris recordando el pacto de Di-s con Noaj. Hubo dos generaciones donde no hubo arco iris en el mundo. Ellas fueron
la generación del Rey Jizkiahu y la generación de Rabí Shimon Bar Iojai. Dos grandes tzadikim (justos) cuya rectitud y bondad valían más que todo el resto de los actos de la humanidad y con su sola presencia en esta vida, era suficiente para evitar un nuevo arco iris que indique una sociedad en deterioro. Estos dos tzadikim están íntimamente relacionados con el Mashiaj. Por otro lado el nuevo mundo que vislumbró Noaj es una referencia directa al nuevo mundo que aguardamos con la llegada del Mashiaj. Sobre el Rey Jizkiahu está escrito que Di-s tuvo la intención de hacerlo Mashiaj y traer la Redención verdadera y completa. ¿Por qué no sucedió? La Torá dice pues el Rey Jizkiahu vivió milagros personales y nacionales y no agradeció a Hashem, no compuso ninguna canción de alabanza. De aquí explica el Rebe de Lubavitch la imperiosa necesidad de agradecer a Di-s permanentemente por todos los milagros y la vida que nos está brindando. Rabí Shimon bar Iojai, el otro tzadik que durante su vida no apareció el arco iris; nos dejó en el día de su partida de este mundo, la apertura del conocimiento Divino, la dimensión interior de la Torá, el Zohar, sobre él que está escrito que saldremos de este galut-exilio con compasión. Esto es lo que nos deja la Torá esta semana, la aspiración de llegar a un mundo nuevo como Noaj, con nuestra activa decisión de involucrarnos en traer al Mashiaj.
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la generación del Rey Jizkiahu y la generación de Rabí Shimon Bar Iojai. Dos grandes tzadikim (justos) cuya rectitud y bondad valían más que todo el resto de los actos de la humanidad y con su sola presencia en esta vida, era suficiente para evitar un nuevo arco iris que indique una sociedad en deterioro. Estos dos tzadikim están íntimamente relacionados con el Mashiaj. Por otro lado el nuevo mundo que vislumbró Noaj es una referencia directa al nuevo mundo que aguardamos con la llegada del Mashiaj. Sobre el Rey Jizkiahu está escrito que Di-s tuvo la intención de hacerlo Mashiaj y traer la Redención verdadera y completa. ¿Por qué no sucedió? La Torá dice pues el Rey Jizkiahu vivió milagros personales y nacionales y no agradeció a Hashem, no compuso ninguna canción de alabanza. De aquí explica el Rebe de Lubavitch la imperiosa necesidad de agradecer a Di-s permanentemente por todos los milagros y la vida que nos está brindando. Rabí Shimon bar Iojai, el otro tzadik que durante su vida no apareció el arco iris; nos dejó en el día de su partida de este mundo, la apertura del conocimiento Divino, la dimensión interior de la Torá, el Zohar, sobre él que está escrito que saldremos de este galut-exilio con compasión. Esto es lo que nos deja la Torá esta semana, la aspiración de llegar a un mundo nuevo como Noaj, con nuestra activa decisión de involucrarnos en traer al Mashiaj.