La alegría del día de Simjat Torá es extensiva y proyectada hacia todo el año. En este día el énfasis no se encuentra en el estudio de la Torá sino en bailar y moverse con ella. La Torá ya no es solamente la sabiduría Divina celestial que se incorpora a nuestro intelecto, sino también una irradiación de luz que desciende y penetra hasta los pies de la persona, convirtiéndonos, en "los pies de la Torá¨. Y esto significa una alegría verdadera pues se extiende hacia todas las áreas de la vida sin excepción, no es un sentimiento contenido solo en el interior, sino un sentimiento que también se exterioriza.En líneas generales este es el trabajo del judío en la historia y en especial en los momentos de exilio,
donde la existencia está carente de Revelación Divina: Lograr hacer de este mundo una morada para Di-s sin dejar áreas postergadas o relegadas. La llegada del Mashiaj es promovida no por una espiritualidad concéntrica, o por ideas conservadas en teoría, sino a través de hacer descender el conocimiento de Di-s en cada uno de los rincones de lo diario y cotidiano.Por ello Simját Torá y el Mashiaj se funden en un mismo concepto, revelar a Di-s en la totalidad de la existencia. Comenzamos a leer la Torá de nuevo con la firme postura de que este sentimiento de alegría permanecerá en nosotros y abarcará todo nuestro ser, sin áreas marginadas, esperando sin pasividad la llegada del Mashiaj.
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