Un cuento jasídico sobre un mal negocio

Un jasid del Tzemaj Tzedek tenía un hospedaje con un local comercial. Este lugar lo alquilaba cada año al poretz (señor feudal) a cambio de 10 rublos de plata que abonaba por adelantado. Un año el jasid enfermó y envió a su hijo para preparar el contrato de alquiler del año entrante. Al hijo se le ocurrió una idea para ahorrar dinero, proponiendo al poretz lo siguiente: “¿Por qué cada año debemos renovar el contrato?, Hagamos un contrato por 5 años y cerremos en 30 rublos de plata”. El poretz aceptó
la propuesta y recibió por adelantado 30 rublos de plata en lugar de los 50 que le corresponderían. Cuando regresó el hijo, le contó al padre el negocio exitoso que había realizado, pero el padre lo reprendió: “Tu crees que no pensé esta idea, no solo que no ahorraste 20 rublos, sino que tiraste 20 rublos a la basura, pues nosotros creemos con fe absoluta en la llegada del Mashiaj este mismo año realmente, y todos subiremos a la tierra de Israel, pagaste en vano por adelantado por los 4 años venideros.....

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