buena paga para los que hacen la voluntad de Hashem y de a poco advierte sobre el castigo a los que transgreden Sus preceptos. El principio de la paga y el castigo es uno de los trece principios de la fe judía. Es el principio número once: “Yo creo con fe sincera que el Creador bendito sea Su Nombre otorga buenaventura a los que cuidan Sus preceptos y castiga a quienes transgreden Sus preceptos”.No hay contradicción.También sobre la era de la redención encontramos esta dualidad.Por un lado, cuando Maimónides describe la esencia de la vida en los días del Mashíaj (en el final del las leyes de los reyes) dice: “No desearon los sabios y los profetas los días del Mashíaj, no para... comer, beber y alegrarse, sino para estar desocupados para la Torá y Su sabiduría”. Por otro lado tenemos frente a nosotros muchas descripciones de nuestros sabios de bendita memoria, que antes de los días del Mashíaj será una etapa de gran abundancia: “En el futuro la tierra de Israel sacará tortas y prendas de seda... en el futuro el trigo crecerá como una palmera y se elevará por sobre las cimas de los montes... en el futuro cada semilla de trigo será como dos riñones de un gran buey” (Shabat 30; Ketuvot 111b). También el mismo Maimónides escribe cosas de este tipo: “La buenaventura será muy abundante y todos los manjares se encontrarán como el polvo”. Si en los días del Mashíaj se revelará el Santo Bendito Sea en el mundo y nuestros ojos se abrirán para ver los secretos de la creación, a quién le importará entonces toda la abundancia material que habrá en el mundo?!.El Rebe de Lubavitch explica (Likutei sijot tomo 20, página 51), que el recibimiento de paga no contradice al servicio a Hashem en sí, el que sirve a Hashem en sí; ve también en el recibimiento de paga un tema del servicio a Hashem. Quien sirve a Hashem en si no piensa de ninguna forma en sí mismo y su provecho personal, sino que hace su trabajo solo por Hashem. Cuando tiene el mérito de recibir riqueza y honor, no siente su importancia y grandeza personal, sino que de esta forma se engrandece el honor al cielo en el mundo; todos ven que quien sirve a Hashem es meritorio de riqueza y honor. De esta forma el mundo puede, por parte de su materialidad y limitaciones inferiores, sentir la verdad Divina. El Santo Bendito Sea creo todas las cosas de tal forma que el cumplimiento de la Torá y los preceptos hace nacer una paga y trae buenaventura y el no dirigirse en los caminos de Hashem provoca un castigo y mal, para que también dentro de los conceptos del mundo material e inferior en si sea sentido, que la verdad Divina es el bien, y para que el bien Divino sea sentido también en la existencia material y el las limitaciones de este mundo. Así también sobre el tema de la abundancia que habrá en los días del Mashíaj: en esos días se revelará la fuerza Divina ilimitada. Cuando hay una revelación de este tipo, es expresada en todos los niveles de la existencia. Si existe un campo en la existencia en la que esta revelación no llega, es una contradicción a su infinidad, ya que el auténtico Infinito penetra en cada cosa e influencia cada cosa. Por esta razón, en los días del Mashíaj no solo habrá una gran revelación espiritual, sino que también una gran abundancia material. La revelación del Infinito no puede detenerse en el campo espiritual, sino que penetra también en las limitaciones del mundo material. La consecuencia de este tipo de revelación, es una tremenda e infinita abundancia material. A qué ejemplo es similar?, al de una persona que cuando está realmente contenta – no solo su cabeza y corazón están alegres, sino que también sus piernas se elevan en baile; la alegría del corazón penetra hasta las piernas materiales y las eleva, ya que esta es una alegría muy grande y desbordante. De esta forma influencia la tremenda revelación Divina en los días del Mashíaj también a los “árboles del bosque”, quienes también “aplaudirán” y proveerán gran abundancia.
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