“En Nisán fueron redimidos y en Nisán serán redimidos en el futuro”. No es solo una pregunta sobre el mes en el que llegará la Redención, sino es una discusión especial sobre la esencia de la Redención. Los meses de Nisan y Tishrei simbolizan dos caminos independientes sobre el comportamiento del Creador. Tishrei es el mes en el que se creó el mundo, por lo tanto representa el comportamiento natural, la estructura. En contraposición, Nisan es el mes de la redención, en el que aconteció la salida de Egipto dentro de grandes milagros.
Por lo tanto Nisan representa el comportamiento milagroso (Nisan en hebreo deriva del lenguaje nisei nisím "grandes milagros") del Santo Bendito Sea, quien reestructura la naturaleza.
Rabí Eliezer explica, que la Redención real y completa es diferente a la redención de Egipto. Allí había lugar para milagros, ya que el mundo todavía no estaba purificado y no podía reconocer la luz de la redención. Los hijos de Israel estaban inmersos dentro de los cuarenta y nueve portones de impureza y no podían salir por si mismos. Por lo tanto no existía otra elección sino reestructurar la naturaleza y traer la redención desde arriba. Pero la redención completa y auténtica, que llega después de la entrega de la Torá y la purificación que fue hecha en el mundo por medio del trabajo del pueblo de Israel – necesita llegar justamente dentro de los límites del mundo y no por medio de milagros Divinos. Este es el sentido de establecer que “en Nisán fueron redimidos, y en Tishrei serán redimidos en el futuro”.
En contraposición explica Rabí Iehoshúa, que también la última Redención llegará por medio de grandes milagros, como lo fue en la redención de Egipto, por lo tanto dice, “En Nisán fueron redimidos, y en Nisán serán redimidos en el futuro”. Ya que a pesar de que el mundo se ha purificado y santificado durante las generaciones y se convirtió en un recipiente para la luz de la redención, todavía la distancia entre la existencia del mundo y la redención es muy grande, hasta que es imposible esperar que llegue lentamente en forma natural.
Debe ocurrir un gran milagro que por su intermedio aparezca la luz de la Redención, exactamente como fueron necesarios milagros en la redención de Egipto. Podemos encontrar una relación entre esta discusión y entre otra agregada (Sanedrín 97:B) entre estos dos tanaítas sobre el tema de la redención: “Rabí Eliezer dice: si Israel retorna a Hashem – será redimido, y si no – no será redimido”. En contraposición opina Rabí Iehoshua, cuando llegue el momento de la redención, no existe nada que la pueda demorar; ya que la redención no depende “ni de retorno ni de buenas acciones”, sino que llegará de arriba. De acuerdo a Rabí Iehoshua, también el retorno necesario vendrá de arriba, el Santo Bendito Sea encontrará la forma para que el pueblo de Israel este obligado a retornar a Él. El Talmud continúa diciendo, que Rabí Eliezer estuvo de acuerdo con Rabí Iehoshua y así se establece en la ley. También en la discusión sobre el mes de la redención, la decisión es que es el mes de Nisán, como está dicho en el Midrash (Shemot Raba 15,a): “Llegará el Mashíaj que es llamado primero en el primer mes, que es llamado este mes es para ustedes la cabeza de los meses” (siendo este el mes de Nisán). Pero a pesar de que la redención llegará en "Nisan", dentro de milagros de arriba, de todos modos será interna y penetrará dentro de los límites de la existencia (no como la redención de Egipto), ya que el trabajo del pueblo de Israel durante todas las generaciones ya preparó el terreno y allanó el camino, para que cuando aparezca la luz de la redención, pueda el mundo recibirla internamente y dentro de los límites naturales.
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