su abnegación y proximidad a Di-s. Las pruebas y tribulaciones del exilio expresan nuestra profunda fe y conexión con Di-s y allanan el camino para la revelación de Su gloria. Los sufrimientos de ikvetá dimeshijá (talones de Mashiaj) logran el refinamiento final y crean las condiciones necesarias para la irrupción de la redención. Al destruir la realidad existente, hacen lugar al ya mencionado vacío en el que se puede construir la nueva realidad de revelación. Los dolores de parto mismos son horribles pero abren la puerta a la luz de la gueulá (redención). Lo mismo sucedió en Egipto: apenas antes de la redención, después de que el pueblo judío recibió de Moshé las noticias de la gueulá (redención), el faraón ordenó: "Hagase más pesado el trabajo de los hombres". Y solo luego, después que Moisés clamó a Di-s: ¿Por qué maltratas a este pueblo?, solo entonces Di-s le prometió: "Ahora verás lo que Yo haré el faraón". En efecto los sabios reiteran que el mayor deterioro tendrá lugar inmediatamente antes de la redención.
Como se afirma en el Talmud: "El hijo de David no vendrá sino cuando el gobierno se convierta a la herejía...y el pueblo pierda la esperanza de la redención"(Sanhedrin 97 A)
Colabora con la web y dona a través de PayPal al usuario vienemashiaj@gmail.com