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| Los ángeles visitan a Abraham de Baruch Nachshon |
Hay un aforismo jasídico que dice que hoy no debe ser solamente mejor que ayer, debe ser
completamente diferente a ayer. La capacidad de vivir a este nivel de conciencia espiritual es un don que heredamos de nuestros antepasados. Pensemos acerca de Abraham. Él fue un príncipe y un hombre, un gigante espiritual,
un líder entre líderes y uno de los hombres mas poderosos de su generación. Él fue un líder benevolente y justo que dedicó su vida a enseñar bondad y justicia a sus contemporáneos sin obtener beneficio alguno para sí. Él fue un profeta, el inicio de una dinastía eterna prometida por Di-s mismo. Sin embargo, a pesar de todos estos asombrosos logros, o quizás a causa de los mismos, él no estuvo satisfecho. A la edad de 99, Abraham se circuncidó, como una indicación de su deseo de acercarse aún mas a Di-s. Cuando el Rebe Shalom Dovber, el quinto Rebe de Lubavitch, tenía cinco años de edad, un día llegó llorando ante su abuelo, el Rebe Menajem Mendl, el "Tzemaj Tzedek" tercer Rebe de Lubavitch: “Por que Di-s no se revela a mi como lo hizo ante Abraham?” Esta es una pregunta conmovedora y todos nosotros podríamos hacerla a nuestra propia manera. Es una expresión del anhelo del Alma y de su deseo de saciar su sed de espiritualidad y conexión con Di-s. Y como Di-s es infinito, la sed y consecuente esfuerzo son también infinitos. Y es exactamente así como el Rebe respondió a su nieto: “Cuando un judío decide, a la edad de 99, habiendo ya alcanzado la cima de los logros humanos, que se debe circuncidar para alcanzar una conexión mas profunda aun con Di-s, entonces se merece el tipo de revelación que recibió Abraham".
un líder entre líderes y uno de los hombres mas poderosos de su generación. Él fue un líder benevolente y justo que dedicó su vida a enseñar bondad y justicia a sus contemporáneos sin obtener beneficio alguno para sí. Él fue un profeta, el inicio de una dinastía eterna prometida por Di-s mismo. Sin embargo, a pesar de todos estos asombrosos logros, o quizás a causa de los mismos, él no estuvo satisfecho. A la edad de 99, Abraham se circuncidó, como una indicación de su deseo de acercarse aún mas a Di-s. Cuando el Rebe Shalom Dovber, el quinto Rebe de Lubavitch, tenía cinco años de edad, un día llegó llorando ante su abuelo, el Rebe Menajem Mendl, el "Tzemaj Tzedek" tercer Rebe de Lubavitch: “Por que Di-s no se revela a mi como lo hizo ante Abraham?” Esta es una pregunta conmovedora y todos nosotros podríamos hacerla a nuestra propia manera. Es una expresión del anhelo del Alma y de su deseo de saciar su sed de espiritualidad y conexión con Di-s. Y como Di-s es infinito, la sed y consecuente esfuerzo son también infinitos. Y es exactamente así como el Rebe respondió a su nieto: “Cuando un judío decide, a la edad de 99, habiendo ya alcanzado la cima de los logros humanos, que se debe circuncidar para alcanzar una conexión mas profunda aun con Di-s, entonces se merece el tipo de revelación que recibió Abraham".
